A partir del próximo domingo 2 de noviembre, en cinco estados de la República Mexicana habrá de modificarse el horario, retrasando una hora las manecillas del reloj desde las 2 de la madrugada de ese día.
Se trata del horario de invierno, pues el de verano concluye esa madrugada que inició en marzo pasado; estamos hablando de la Ley de Husos Horarios para que las ciudades fronterizas mexicanas puedan empatar sus actividades comerciales con las de Estados Unidos.
Del estado de Chihuahua, tendrán que retrasar una hora el reloj los municipios de Coyame del Sotol, Ojinaga, Manuel Benavides, Janos, Ascención, Praxedis G. Guerrero, Guadalupe Distrito Bravos y Juárez.
De Coahuila, están los municipios de Acuña, Allende, Guerrero, Hidalgo, Jiménez, Morelos, Nava, Ocampo, Piedras Negras, Villa Unión y Zaragoza.
Por Tamaulipas van Nuevo Laredo, Guerrero, Mier, Miguel Alemán, Camargo, Gustavo Díaz Ordaz, Reynosa, Río Bravo, Valle Hermoso y Matamoros, mientras que por Baja California estarán Ensenada, Mexicali, Playa Rosarito, Tecate y Tijuana y, finalmente, por Nuevo León, Anáhuac y Los Aldama.
Aunque esta práctica terminó para la mayor parte de México en 2022, con las modificaciones a la Ley de Husos Horarios se estableció la necesidad de que algunas zonas del norte del país sigan con la modificación del horario de invierno.
De esta manera, el próximo 2 de noviembre, en esas ciudades de los cinco estados del país se retrasará una hora las manecillas del reloj, pero el resto del territorio mexicano seguirá igual.
Hay un sinfín de críticas a esta medida de modificar el horario de invierno y de verano, pues algunos especialistas insisten en que lo único que cambia es el estado de ánimo de los habitantes de dichas regiones, porque, ahorrar energía, no hay un dato cierto.
Sin embargo, en el otro extremo, la parte gubernamental indica que el ahorro está en ampliar el horario de luz solar para utilizar menos energía eléctrica, pero en cuestiones de salud, el tema es distinto.
Cada seis meses la discusión es la misma en nuestro país: ¿son convenientes o no los cambios de horarios? Si bien se ha llevado el tema al nivel de la legislatura federal, ante la resistencia de algunas entidades a modificar los horarios, también entró en la mesa de los argumentos el asunto de la salud.
Los especialistas en salud mental aseguran que cualquier modificación en el horario afecta de manera directa al organismo, creando una serie de descompensaciones que van desde la pérdida del sueño, hasta diagnósticos como el cansancio crónico.
Y es que con el desfase horario, aparece lo que se denomina jet lag, que es el trastorno temporal del sueño, producido cuando el reloj biológico del organismo no concuerda con la hora local en la que una persona se encuentra. Cuantos más husos horarios atraviese, peor será el desfase horario.
Lejos de la discusión de cuáles son las ventajas económicas de tener un horario de verano y otro de invierno, el tema de la salud ya entró en el terreno de las desventajas, pues la mayor parte de los especialistas asegura que los diversos husos horarios afectan a menores de edad, como a mayores de 50 años.
Estos desfases horarios son motivo de estudios científicos, que indican que el cambio de hora provoca desajustes en el organismo, principalmente alteración de sueño, pero no son duraderos, por lo que, pasados unos días tras el adelanto o retraso de la hora, el ritmo circadiano se termina ajustando a las nuevas condiciones de día-noche.
De acuerdo a los análisis oficiales, el cambio de horario genera un menor consumo de energía eléctrica por iluminación en los hogares, se disminuye el número de accidentes y se propicia la convivencia social, recreativa y familiar.
Hasta ahora, nadie ha dicho cuáles son las verdaderas ventajas, porque mientras la parte oficial asegura que hay un ahorro sustancial de energía eléctrica, en los recibos de los hogares y las facturas comerciales de uso de energía no hay un reflejo efectivo.
Pero lo que hoy se está generando es el problema de salud. ¿Qué pasa cuando aumentan las horas? Depresión, ansiedad, cansancio, infarto... estas podrían ser algunas de las consecuencias en la salud por el cambio de hora. Adaptarse a él es fácil, sólo hay que seguir una serie de pautas sencillas. Lo normal es que en 3 o 5 días nuestro organismo haya integrado el cambio de horario.
Por lo que sea, el próximo 2 de noviembre, tenderemos un Chihuahua con dos horarios. ¿Ahorro de energía eléctrica? Pues espere su recibo de la CFE y me dice si le fue bien. Al tiempo.
Opinión
Lunes 27 Oct 2025, 06:30
Cambio de horario… otra vez
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José Luis García