-Tormenta descuadra la agenda Maru-Marco
-Buitres morenos olvidan a López Gatell
-Trata Maru de asegurar que no haya reversa

Urbi Villas del Sur, Praderas del Sur, Jardines de Oriente, Sierra Azul, San Guillermo y demás colonias en el sector tienen en común una enorme cantidad de arroyos bloqueados, desviados y convertidos en calles, que muestran la voracidad de los desarrolladores de vivienda.
Si bien los constructores, autoridades y la misma gente necesitada de casa olvidan que existen esos afluentes, el agua y las lluvias siempre los recuerdan, como muestran las trágicas postales de los daños que han dejado las tormentas de los últimos días en la ciudad.
Las benditas lluvias, que para la mayor cantidad de la gente no pasan de traer algunas molestias como goteras, congestionamientos viales, baches y calles encharcadas, son un gran problema para quienes adquirieron casas de interés social construidas desde hace dos décadas o poco menos, sin la debida planeación integral y sin respeto alguno por la naturaleza.
Lo ocurrido en El Porvenir y alrededores el pasado lunes con otra tormenta, al norte de la ciudad, también demuestra la falta de planeación en la expansión sin control de la mancha urbana, producto de décadas de atraso y descontrol en las políticas de desarrollo.
En este caso, Jardines de Sacramento, Villas del Real, Minerales y demás, también padecen la urbanización sin planeación y sin respeto por los afluentes naturales, la gran parte con origen en la parte alta del oeste de la ciudad, que causan inundaciones hasta con la mínima cantidad de precipitaciones.
Pero en el sur, con otra tormenta de regulares proporciones, es más claro cómo el desarrollo de vivienda sin drenaje pluvial contemplado ni los proyectos adecuados para respetar los cauces de los arroyos, casi cobran vidas humanas, casi matan gente; los proyectos inmobiliarios de desarrolladores irresponsables no habrían sido, desde luego, sin su correspondiente visto bueno de gobernantes.
En las últimas administraciones municipales han empujado la compactación de la ciudad y han impedido nuevos desarrollos en zonas tan alejadas del centro, pero evidentemente no han sido suficientes los esfuerzos por controlar este crecimiento desbordado, sin planeación ni respeto a la dignidad de los ciudadanos.

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La gobernadora, María Eugenia Campos, encabezó la tarde del martes un recorrido por la zona afectada por la primera tormenta de la semana, en las colonias Atenas, Villas del Real, Real de Minas, Granjas del Valle, Santa Cecilia, Antorcha Popular, Nuevo Triunfo, Ampliación Nuevo Triunfo, Quintas Carolinas, Minerales y El Porvenir.
Acompañaron a la mandataria el secretario de Comunicaciones y Obras Públicas, Jorge Chánez; el secretario de Desarrollo Humano y Bien Común, Rafael Loera, y el director ejecutivo de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento, Alan Falomir.
La mandataria hizo entrega de despensas, así como de kits de limpieza, e higiene personal, escobas, trapeadores y detergentes. También informó sobre el trabajo que se realizará por parte de las dependencias en lo que respecta a la restauración de viviendas y reencauzamiento de los arroyos desbordados.
Las brigadas de dichas dependencias estuvieron al pendiente, junto con la Coordinación Estatal de Protección Civil, al mando de Luis Corral Torresdey, desde la noche del lunes y hasta ayer por la mañana, tanto de ese sector al norte como de todo el sur de la capital, también afectado con las lluvias posteriores.
La contingencia descuadró la agenda del alcalde Marco Bonilla con la mandataria estatal, pues el presidente municipal debió dirigir las labores de rescate y atención del Departamento de Bomberos y la Policía, desde el centro de mando de la Dirección de Seguridad Pública.
De acuerdo con los reportes estatales y municipales, la situación rebasó otras contingencias por precipitaciones de años pasados, pues se dispararon las llamadas de emergencia al 911, hasta las 500 en una cuantas horas, para luego acumularse las peticiones de auxilio inmediato.
De ahí que los chalecos azules estatales y municipales salieron a las calles y los funcionarios a ensuciarse los zapatos, porque el temporal obligaba a eso.

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En medio de la oleada de buitres de todos colores que se frotan la mano con los casi 400 cadáveres sin cremar en Juárez, ayer destacó el caso de la diputada morenista Jael Argüelles, a quien le ganaron las prisas por subirse al tema con declaraciones públicas, pero olvidó revisar el expediente completo.
La legisladora soltó la especie de que en ese asunto tan grave tenía responsabilidad la anterior titular de la Comisión Estatal para la Prevención de Riesgos Sanitarios (Coespris), María Eugenia Galván Antillón, madre de la gobernadora Maru Campos.
En efecto, en 2020, durante la pandemia de Covid-19, ella era la responsable de la dependencia estatal y a su cargo estuvo, de acuerdo a la documentación oficial, la clausura del mentado crematorio Plenitud, por diversas irregularidades que lo mantuvieron bajo vigilancia sanitaria constante.
Y algo más relevante: la autoridad estatal nunca otorgó ningún permiso de operación, ya que ese trámite corresponde a Comisión Federal (Cofepris), no a la estatal.
En octubre de ese mismo año 2020, la Coespris, en una reinspección y al comprobarse que se habían cumplido las observaciones sanitarias, retiró la suspensión.
No sobra decir que en ese periodo, los servicios funerarios estaban rebasados por la emergencia sanitaria.
Luego, Galván Antillón dejó el cargo en septiembre de 2021. Todo lo ocurrido después corresponde a otras administraciones, pero eso no lo dijo ni lo investigó la diputada Argüelles.
Tampoco mencionó que el responsable de Cofepris entonces era Hugo López-Gatell, el mismo responsable del desastroso manejo de la pandemia.
La diputada, evidentemente, tomó la vía fácil de lucrar con el dolor de las familias, en vez de asumir responsabilidades reales y actuar con la debida prudencia.

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El pasado martes en La Mañanera, la presidenta Sheinbaum se congratuló que, tras casi dos meses, fuera anunciada la reapertura de los puestos fronterizos para la exportación de ganado.
Aseguró que la plaga del “gusano barrenador” está contenida y se mantienen algunos casos en el sur del país.
Pero, haiga sido como haiga sido, y considerando lo voluble que puede ser Trump en temas binacionales, la gobernadora Maru Campos prefiere asegurarse de que la decisión del Departamento de Agricultura de Estados Unidos no tenga reversa.
Por esa razón, el lunes siete de julio, junto con el presidente de la Unión Ganadera, Álvaro Bustillos, viajará a Washington a cabildear con congresistas y autoridades clave.
Maru conoce muy bien el entorno de Washington, hizo su maestría en Estudios Latinoamericanos y Gobierno en la Universidad de Georgetown.
Sobre todo, ha estado muy pendiente de las penurias por las que ha atravesado el sector ganadero chihuahuense, el de mayor exportación, afectado no sólo por la inexperiencia de autoridades federales en la materia sino también por una de las sequías más extremas que ha padecido la entidad.
En el viaje están contempladas reuniones con Tony González, de la Comisión de Agricultura de Estados Unidos (USDA), el congresista texano, Sit Miller; y Ronny Jackson, legislador cercano al presidente Trump.
Tienen los viajeros un punto a su favor para negociar, y es que la importación de ganado chihuahuense es de vital importancia para el mercado del ganado y de la carne en Estados Unidos, pero también que con Trump no hay nada seguro.
Por eso más vale pájaro en malo que 100 volando.

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De la presentación del Programa Sectorial Metropolitano de Accesibilidad y Movilidad Sostenibles de Chihuahua (PSMAMS) deben ser analizados varios puntos.
El primero es acerca de la planeación que se ha trazado en este instrumento que servirá como una hoja de ruta hacia el Chihuahua de los próximos años.
El rumbo, el ordenamiento, las necesidades a cubrir, poniendo al centro a las personas, nos habla de un programa ambicioso pero certero basado en planes cuya viabilidad fue analizada. Nos parece que no son ocurrencias pues.
Otro punto interesante es todo lo que abarca. Visualiza toda el área metropolitana integrada por Chihuahua, Aldama y Aquiles Serdán, por donde se mueven y habitan casi un millón de habitantes.
Decíamos que es ambicioso, sí, necesario también, pero sobre todo implica que varias administraciones le pongan manos y recursos a la obra para que la movilidad transite como apunta este plan.
Este evento también debe analizarse desde un punto de vista político, el alcalde, Marco Bonilla, está plasmando en este Programa su visión a futuro de cómo deberá funcionar el área metropolitana de Chihuahua.
Es un instrumento que definirá muchas de las decisiones de obra pública y social. Siendo fiel a su estilo de decisiones planeadas, Bonilla apuesta a que la ciudadanía observe la implementación de un proyecto con viabilidad a largo plazo.