-Que ya le dicen el Mosh 
-Ni para sus informes gastan legisladores
-Al ojo del amo, dice Patricio

Desde el mismo jueves por la tarde, cuando ocurrió la trifulca a las afueras de Expo Chihuahua donde se desarrollaba el debate entre candidatos a la Presidencia Municipal organizado por la Coparmex, quedó evidenciado que los brigadistas de Morena fueron quienes empezaron la agresión contra los jóvenes y las mujeres simpatizantes de la coalición “Juntos Defendamos a Chihuahua”.
En Acción Nacional de inmediato identificaron al agitador, quien responde al nombre de Jorge Luis Guerrero. Aparece en varias fotos y videos cubierto del rostro con una bandera de su partido.
Horas después del lamentable hecho, salió Morena en rueda de prensa a decir que ellos fueron los agredidos; y claro, muestran los videos que les conviene, donde claramente se ven entre varios morenistas haciéndole bola a una persona del equipo de Marco Bonilla.

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El contador público Luis Arrieta, vuelto famoso por andar involucrado en los amparos de estudiantes contra el pago de inscripciones en la UACH y apapachado por la candidata presidencial, Claudia Sheinbaum, en su reciente visita, con subida al presídium y palabras de apoyo, es algo así como el “Mosh” chihuahuense.
Tenemos que, de acuerdo a versiones de estudiantes, dicho personaje tiene prácticamente abandonada una licenciatura adicional que estaba cursando, con muchísimas faltas, en este caso la licenciatura en Administración Gubernamental.
Pero además también tiene detenida su titulación como licenciado en Administración de Empresas, de donde es pasante, igual que en la Maestría en Auditoría, donde también ya concluyó con las materias obligatorias pero no ha presentado su examen profesional.
Técnicamente por tanto, no es alumno regular de la universidad, por eso la comparativa con el personaje de la ciudad de México apodado  “Mosh”, uno de los líderes del movimiento de 1999 que paralizó a la UNAM durante un año, en un movimiento que duró cerca de una década.
El “Mosh” volvió a las noticias de manera reciente, incorporado nada menos en la CNTE, el grupo disidente del magisterio federal, donde también ha sido reconocido por su activismo.
Hace seis años terminó en la cárcel con motivo de algunas acciones que dicho movimiento realizó en Oaxaca.
Poco le envidiaría el “Mosh”, salvo la ocurrencia y alcance del ariete artesanal.

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El artículo 41 de la ley orgánica del Poder Legislativo en el Estado, establece que es obligatorio para los legisladores visitar en los recesos de la legislatura el distrito por el que resultaron electos, o los de aquel en que residan quienes fueron electos por el principio de representación proporcional.
Asimismo deben presentar al pleno un informe sobre las actividades desarrolladas inherentes a su encargo, dentro de los dos primeros meses del primer período ordinario de sesiones de cada año de ejercicio constitucional.
Los legisladores y las fracciones parlamentarias, reciben sueldo y recursos adicionales para que puedan cumplir con estas obligaciones, y que no tengan que sacar de su bolsillo, de su salario quincenal, para pagar.
Pues tuvimos acceso a un informe de transparencia, en el cual hay dos detalles muy interesantes; el primero, que Oscar Castrejón dijo haber gastado apenas dos mil pesos en su último informe, realizado en la Plaza de Armas.
Sillas, templete, bocinas, y micrófonos, fueron prestados por el Partido Morena, y en lo único que gastó Castrejón fue en una lona, que también debe haber sido pequeña, para pagar por ella dos mil pesos.
Pues siquiera gastó aunque sea unos pesos el abogado Castrejón, porque su coordinador de campaña, Cuauhtémoc Estrada no tuvo que sacar ni un peso de su bolsa, porque el informe lo hizo en una escuela –eso dice-, como parte de una gestión que le fue facilitada junto con el equipo de audio, por lo que no hubo gastos. Ni siquiera invitaciones imprimió, porque uso las redes sociales.
Así los representantes legislativos y sus esfuerzos por divulgar sus acciones, a costa del presupuesto del partido, y del erario público, que sostiene las escuelas.

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Están muy encendidos los ánimos en el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH), por la citación obligatoria y con amenaza de sanción de por medio, de realizar las reuniones en domingo por la mañana.
Precisamente están convocados esta semana para tratar diversos asuntos, particularmente algunos beneficios para algunas de las claves, pero que en general ni benefician ni perjudican al grueso de los trabajadores.
Por eso aún más la molestia, de sacarlos de su casa en día de asueto, para tratar asuntos de poca trascendencia para la mayoría, en lugar de reunir a los interesados y a los demás dejarlos descansar.
La amenaza es de sancionarlos con 200 ó 300 pesos por la inasistencia, cuando la reunión debiera ser convocada en horario laboral y de manera tal que no les perjudique.
Ven que las cosas no han cambiado, y hay una ausencia de liderazgo del secretario general, Jesús Salvador Salgado García y el comité en general que debiera meterlo en cintura.
Por ejemplo, dicen, el otro sindicato, el de los maestros, por lo regular sesiona por las tardes, cinco o seis, por lo cual se entiende que es horario laboral, y no en domingo por la mañana temprano.
Este comité, nos comentan los trabajadores molestos, es un auténtico cero a la izquierda, con molestia creciente sin razón ni necesidad alguna.
Entienden la obligación que ahora la ley laboral impone de sesionar, pero se cuestionan porque tanta presión y amenaza sobre ellos.

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Nos comentan algunos lectores de GPS que vieron en días pasados, ya tarde noche, al exgobernador Patricio Martínez García, mirando muy atento e incluso dialogando con albañiles y demás personal que trabaja en la adecuación del Banco HSBC a un lado de la librería La Prensa, en avenida Universidad y División del Norte.
En ese terreno privilegiado por ubicación y uso mercantil, estaba la que fue durante muchos años casa y oficina del exgobernador, colindante con el negocio familiar dedicado a la venta, edición e impresión de libros, reconocida como una de las más antiguas del estado, sobreviviente al paso del tiempo.
HSBC solo cambiará ubicación de una esquina a la otra, ganando estacionamiento para sus clientes y mayor amplitud, dando otra cara a esa esquina, entre La Prensa y un negocio de comida rápida.