-Olson, entre las vergüenzas del PAN
-El voto cruzado hasta en Morena
-Los blindados del PRI
Dieron pena ajena los tres magistrados integrantes del Tribunal Estatal de Justicia Administrativa (TEJA), en su sesión de ayer transmitida en vivo y mediante plataforma virtual. Muy comodinos, ya ni se toman el tiempo de acudir a la oficina.
Desde hace mucho tiempo es evidente la mala relación entre ellos, quienes parecen estar más interesados en las grillas internas que en sacar el trabajo. Ni para votar una orden del día se ponen de acuerdo, sin exagerar.
Eso pasó precisamente en esta último encuentro, cuando Gregorio Daniel Morales Luévano y Alejandro Tavares Calderón votaron en contra de lo programado para la sesión, lo que desató la furia -también sin exagerar- de la presidenta del pleno, Mayra Arróniz ante la cancelación de la sesión que como presidenta había convocado.
Desde el inicio hubo tensión cuando el magistrado Tavares dijo que acudía a la sesión virtual pero que dejaba claro que estaba de vacaciones cuando se le convocó a la reunión. Así que lo único que le importaba era acudir para cancelar su alterado periodo de descanso.
Al escuchar la negativa de sus compañeros para la orden del día, Arróniz Ávila aventó los lentes y les reclamó que tenían un acuerdo en corto para sesionar, pues incluso les había consultado en privado si preferían diferir la sesión y, según ella, ambos dijeron que no.
“Quiero hacer constar que para lo único que sirve platicar con ustedes fuera de sesión es para que de todos modos acudan a sesión y hagan sus berrinches. Es algo verdaderamente penoso. Secretario, por favor haz constar la situación de que se les había avisado, de hecho tu fuiste el que les avisó y sería todo por mi parte…”, fue la reacción de la magistrada.
Morales Luévano, a quien por cierto le quitaron la presidencia del TEJA para dársela a Arróniz Ávila, intentaba pedir la palabra ante la molestia de la presidenta, sin embargo, ella le contestó que no.
“Estamos en plena votación y Usted siempre acostumbra a poner el desorden en las sesiones, estamos en votación, Usted ya votó, el magistrado ya votó y yo estoy votando, ejerciendo el voto en este momento y les estoy solicitando al secretario que emita la aclaración”. Tan-tan. Dio por concluida la reunión y se salió de la transmisión.
“Ah no… Muy mal, magistrada, muy mal eh”, dijo Morales Luévano poco antes de terminar el enlace, sin siquiera articular bien una frase completa.
Con razón, pese a la posibilidad de llevar las sesiones presenciales, las hacen de manera virtual. No se toleran y los afectados son los ciudadanos que esperan la resolución de sus asuntos, ya sean contencioso-administrativo o de responsabilidad por faltas graves.
De por sí la labor del TEJA deja mucho que desear. Normalmente sale con resoluciones desaseadas y hasta parciales, de esas que según el sapo es la pedrada... Y todavía hacen ridículos de este tipo. Así la justicia administrativa en estos días.
Y hasta magistrados se llaman.
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No es un mal resultado, pero sí es bajo el margen con el que ganó el panista Carlos Olson el Distrito 17 de la capital, uno que pudo poner en riesgo una morenista casi desconocida, Daniela Pérez Abbud, cuya campaña pasó de noche.
El caso particular del legislador es una de las vergüenzas que debe revisar el PAN, dicen los analistas internos del partido, porque empezó mal y casi termina mal, todo por decisiones inexplicables del legislador que se quedó sin uñas la noche del domingo mientras fluían lentos los resultados de las casillas.
Resulta que Olson Sanvicente fue el único candidato en el estado que no fue en alianza con el PRI y el PRD, sino bajo la figura de la candidatura común, similar, pero diferente. Eso le impuso muchas restricciones hasta para participar en actos masivos importantes, por la cuestión de la fiscalización de los gastos de campaña.
Eso no fue por una estrategia de los partidos o una gran jugada de los ingenieros electorales, sino vil error de Olson al registrar su candidatura. Los 21 candidatos a diputados más iban en alianza, pero él por sus pistolas eligió otra vía que le costó reclamos y regaños en su partido, por poner en riesgo no sólo su reelección, sino la mayoría que necesitaba el Palacio de Gobierno en el Congreso del Estado.
La sacó finalmente, sabrá Dios cómo, pero eso no le quita la imagen que dejó tanto entre sus compañeros de partido como entre los militantes de los coaligados, que hasta lo desconocen, además, por su ideología de extrema derecha que no se le cae de la boca.
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No deja de sorprender el análisis de los datos arrojados por el PREP –única información en base de datos que se tiene hasta el momento- realizado tanto por el IEE como por el INE, por el voto cruzado que hemos encontrado y que habrá que seguirle la huella por distrito, municipio, e incluso sección electoral.
Nada menos empezando por Morena-PT-Verde que entre la elección más votada en el estado, que es la de Claudia Sheinbaum, la presidencial, y la menos votada, que es la elección de ayuntamiento (537 mil), hay una diferencia de 198 mil sufragios.
Un mundo de votos, casi los mismos de diferencia con la elección de diputados locales (540 mil), que también estuvo muy baja para Morena, con 196 mil votos menos y la sindicatura, abajo 184 mil.
Diputados federales y senadores estuvieron muy parejos, pero también tuvieron voto diferenciado. Si la presidencial tuvo 736 mil votos, la de senadores alcanzo 698 mil y la de diputados federales 657 mil.
PAN-PRI-PRD no cantan mal las rancheras. Sus diferencias también son importantes, claro no del tamaño de la coalición oficialista, pero marca que también existió voto cruzado.
Entre la elección más votada que fue la de diputados federales y la menos votada que es la sindicatura existen 39 mil votos de diferencia; le siguen diputados locales con 35 mil y la presidencial con 21 mil.
Creemos que realmente habrá que echarse un clavado en los distintos niveles de elección, por municipio, distrito y sección, porque podrán sacarse conclusiones interesantes.
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Existe hasta cierto punto la duda acerca del comportamiento que tendrá la fracción parlamentaria del PRI, en cuanto a si seguirán actuando como bloque con su aliado Partido Acción Nacional, o reclamarán cierta independencia.
Está descartado que los legisladores vayan a integrarse como fracción parlamentaria del PAN, en principio, porque así conservarían las prerrogativas económicas que tienen como grupo; incluso es más conveniente para la coalición.
Sin embargo lo que sí queda claro es que estarían blindados de ser cooptados por Morena para bloquear la mayoría calificada o reducir aún más la coalición PAN-PRI-PRD, por los hilos de los cuales provienen en origen las mismas candidaturas, primero de los electos por mayoría relativa, Guillermo Ramírez, gente de Noel Chávez; Fernando Chacón, próximo a César Jáuregui, y Arturo Medina Aguirre, de Balleza, comprometido hasta por la familia; su hermano se acaba de reelegir. Ambos metidos en múltiples líos relacionados con la inseguridad de aquel municipio.
Incluso, futureando, quienes podrían llegar al Congreso por cuestión de género, Janeth Montes y Aldonza González, números dos y tres de la lista de pluris priísta, también nos aseguran están blindadas.
Aunque lo de ellas aún tiene que correr por la realización de las ecuaciones matemáticas de distribución que solo los iniciados interpretan, una vez que termine el recuento de votos, que no pensamos tendrá diferencias sustanciales, salvo para aumentar ventaja, como ocurrió con Yesenia Reyes Calzadillas en el 01 de Nuevo Casas Grandes.
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Para la coordinación de la bancada tricolor en esa próxima 68 legislatura todo apunta al parralense Memo Ramírez, ganador del distrito 21, quien al lado de Chava Calderón por la alcaldía de Parral, expulsaron al Movimiento Ciudadano del poder en la capital del mundo.
Donde las cosas se pondrán color de hormiga es en las pluris para el tricolor. Y es que por la equidad de género podría quedar fuera el recomendado de Alito, José Luis Villalobos, quien traería la encomienda de tomar el control de la dirigencia estatal.
Así que es altamente probable la llegada, en ese orden, de Janeth Montes y Aldonza González.
Con menores posibilidades, pero se le mueve una patita, es Jorge Ornelas, quien va en el cuarto lugar de la lista.