El periférico De la Juventud, una de las principales arterias viales de la capital, es un punto crítico de tráfico durante las horas pico, con largas filas de vehículos que avanzan a vuelta de rueda y desesperan a cientos de automovilistas todos los días. Alrededor de las 7:00 de la mañana, las filas de autos que circulan de norte a sur y viceversa pueden extenderse por casi dos kilómetros, así como a las 3:00 de la tarde, desde el puente de La Cantera hasta el de la Francisco Villa, y a las 6:00 pm.
Sin embargo, el punto donde generan el mayor “atorón” es el puente de la calle Sicilia, donde los conductores que intentan incorporarse desde los carriles laterales al flujo principal provocan un efecto de frenado que afecta tanto a automóviles particulares como a camiones de carga y unidades del transporte de personal de maquiladoras.
Por las tardes el panorama no mejora. En ambos sentidos, los conductores pueden tardar hasta media hora en recorrer apenas tres kilómetros del periférico, mientras que, en caso de registrarse un accidente, los tiempos de espera aumentan a una hora o más, especialmente cuando deben intervenir patrullas de la Policía Vial, ambulancias o grúas para liberar los carriles.
La situación ha estado agravándose en los últimos años, debido al crecimiento de fraccionamientos en el norte de la ciudad, como Riberas de Sacramento y otras zonas habitacionales en expansión.
La mayoría de los residentes que se desplazan diariamente hacia sus trabajos o escuelas utilizan el periférico De la Juventud como su principal ruta, sumándose además los camiones de carga y de transporte de personal que circulan hacia las maquiladoras.
Automovilistas han solicitado a las autoridades municipales y estatales implementar medidas para agilizar el tránsito, como la ampliación de carriles y vigilancia constante en los puntos más conflictivos.
Mientras tanto, el congestionamiento diario sigue siendo parte de la rutina de miles de chihuahuenses que, resignados, enfrentan el embotellamiento cada mañana y tarde.