Las acciones y actitudes geopolíticas del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, específicamente lo relativo al actual conflicto bélico entre Irán e Israel-USA-OTAN; nos lleva a pensar que a Washington, a la Casa Blanca, al Pentágono, al imperio capitalista anglosajón, le quedó corta o no le llenó el ojo su Doctrina Monroe, para consolidar su voraz: DESTINO MANIFIESTO.
Doctrina, dictada ante el Congreso norteamericano por el presidente James Monroe (1758-1831), redactada por su secretario John Quincy Adams, que en esencia contiene los puntos siguientes:
-El Continente Americano no es un territorio para futura colonización europea.- En América hay un sistema político diferente en esencia al de Europa.-Que los Estados Unidos considerarían toda tentativa europea por extender su influencia en América como peligrosa para su paz y seguridad. Dicha doctrina entendida y comprendida como: “América para los americanos”.
Lo que no incluyeron en tal posicionamiento, es que en adelante, ellos si podían ¿y debían? ‘extender su influencia en América’, directa o indirectamente, abierta o soterradamente.
Por lo pronto, los USA, muy comedidamente se quedaron con más de la mitad (60%) del territorio mexicano. Para, desde entonces, seguir avanzando en sus invasiones y/o intervenciones en el resto de Latinoamérica y del Caribe: Panamá, Haití, República Dominicana, Perú, Colombia, Granada, Brasil, Guatemala, Argentina, Chile, El Salvador, Nicaragua, Cuba, Honduras…
Pero, como la Doctrina Monroe, ya no satisfizo sus ansias geopolíticas, los USA decidieron extender sus dominios en el resto del Mundo; de tal manera, que a partir de 1891 hasta el 2025, han invadido 70 países, entre otros: Corea, Vietnam, China, Indonesia, Islandia, Indochina, Filipinas, Angola, Líbano, Irán, Kuwait, Libia, Afganistán, Somalia, Sudán, Siria, Irak, Palestina, Argel, China, Hawái, Chad, Turquía, Liberia, Chad, Golfo Pérsico. (Wikipedia).
Como en estos momentos sigue latente el gravísimo problema bélico ISRAEL, EE. UU., OTAN contra IRÁN, conviene revisar y recordar el inicio menos remoto del enfrentamiento que persiste entre IRAN y USA. Abrimos con la siguiente afirmación, hecha en 1980, por el periodista investigador, Mohamed Salem, que no deja de tener vigencia: “La crisis iraní es un problema sumamente grave, peo se vuelve explosivo para los Estados Unidos por la confrontación con el vasto y efervescente conglomerado de naciones islámicas”.
Era presidente de los Estados Unidos, James (Jimmy) Carter (1977-1981); y de Irán, el ayatollah RUHOLLAH JOMEINI, quien después de que el pueblo derrocara al gobernante “déspota” Reza Pahlevi, asumió el poder a partir de 1981 hasta la fecha.
Las relaciones diplomáticas entre Irán y los USA, se tensaron a raíz de que el presidente Carter, brindara protección al derrocado sha Reza Pahlevi, por lo que el pueblo iraní, sobresalientemente estudiantes, en protesta tomaron la embajada norteamericana en Teherán.
Jimmy Carter, por decisión propia o bajo la presión de las poderosas fuerzas hegemónicas internas aliadas al sha, se negó a todo entendimiento que reconociera a los iraníes el derecho a juzgar a ese tirano. El que Reza Pahlevi saqueara al país y dejara tras de sí el rastro sangriento de todas las violaciones imaginables a los derechos humanos, no fue tomado en cuenta.
Los cien mil presos políticos durante su régimen, los más de treinta mil muertos, un número incalculable de exiliados y torturados, no conmovieron a la administración Carter, aunque nominalmente ésta se ha preocupado por los DERECHOS HUMANOS.
Obviamente, el sha Reza Pahlevi recibió todas las facilidades para transferir, en el último período de su régimen, a las seguras arcas de los bancos norteamericanos, cerca de 20 mil millones de dólares, producto de un escandaloso robo que no se hubiera concretado sin la connivencia del sistema financiero controlado por los USA.
La extradición del ex-sha, era pues, lo mínimo que debía y podía hacer el gobierno de los Estados Unidos, cuyo apoyo histórico a la dinastía de los Pahlevi fue decisivo para su supervivencia.
Desde luego, la ocupación de la embajada y el secuestro de los diplomáticos no eran los medios más apropiados para expresar la indignación nacional iraní. Se sostuvo en favor de Irán, que antes de la ocupación de la embajada “gringa”, fueron muchos los intentos que se hicieron y se tomatón múltiples iniciativas con miras a obtener de los USA la EXTRADICCIÓN del sha. Sin duda alguna, una medida de justicia internacional.
Queda claro que la posición de la Casa Blanca no es casual, sino que tiene raíces ideológicas y motivos económicos. El apoyo al sha y las presiones en favor de la intervención militar en Irán, revelan cambios hacia la derecha en la política exterior estadounidense.
Desde la derrota en Vietnam, los USA se han mostrado más cautelosos en relación a las medidas intervencionistas. Empero, la derecha política y militar norteamericana, apoyada fundamentalmente en el PENTÁGONO y en el COMPLEJO INDUSTRIAL-MILITAR, consideró esa línea de acción una DEBILIDAD que, en su opinión, está COMPROMETIENDO la SEGURIDAD de los EE. UU.
Desde entonces, el gobierno de Estados Unidos y lo medios de comunicación bajo su control cometieron un nuevo error de evaluación al caracterizar los acontecimientos de Irán como un episodio aislado, forjado por el fanatismo, el espíritu de venganza y la irresponsabilidad atribuidos a sus gobernantes y/o seguidores.
Ni Carter, ni los dueños del capital imperialista, encontraron como respuesta a lo que sucedía en Irán: una verdadera rebelión, solidaria con los iraníes, que agitó a ese inmenso universo de casi mil millones de habitantes del mundo islámico. Incluso entre los aliados más fieles a los USA, fueron evidentes las expresiones antinorteamericanas. (“Cuadernos del Tercer Mundo 35”, Diciembre 1979 – Enero 1980, México, D.F.).
Qué decir del conflicto actual provocado por el presidente TRUMP debido a su absurda ¿e irracional? política internacional, que hasta millones y millones del pueblo anglosajón que habitan los Estados Unidos, la están rechazando.
Mientas no se elimine la industria bélica en todo el orbe, la PAZ y la TRANQUILIDAD de la HUMANIDAD, seguirá siendo mera UTOPÍA.