Los aspirantes a la gubernatura, en algún momento de su proyecto, dan a conocer a los militantes de sus partidos un pequeño currículum impreso, con temas de su vida política y personal. Los expertos en marketing, por lo general, lo diseñan como un folleto y lo distribuyen como una forma de presentación ante los electores.
Los militantes y los ciudadanos están muy atentos a leer esos folletos, y más ahora con la creciente politización social. En el PAN y en Morena, desde hace tiempo, los currículums se analizan y debaten intensamente en Facebook, WhatsApp y en columnas digitales. La politización es tan fuerte, que en todos los ámbitos de la vida pública, la ciudadanía analiza con mayor cuidado e información los antecedentes de los aspirantes, pues de esa evaluación saldrá el próximo gobernador o gobernadora de Chihuahua.
En el PAN, Marco Bonilla no tiene problema alguno para convencer a sus bases, pues solo requiere darles mantenimiento. Su trayectoria ideológica y partidista ha estado siempre ligada a la derecha. Por ende, administra y fortalece la predisposición social hacia el partido conservador, sustentado tanto en su imagen personal como en la marca panista.
Donde sí hay un problema es con Santiago de la Peña, aspirante a la presidencia municipal de Chihuahua. Los panistas le reprochan su origen priista y prefieren a perfiles de “hueso azul”, como Jáuregui o Loera.
Bonilla continúa tratando de convencer a Alejandro Domínguez para mantener la alianza PRIAN. Los ingenieros electorales argumentan que la alianza debe continuar, aunque el PRI esté en declive, porque “dos es más que uno” en términos de votos. Sin embargo, el PAN enfrenta otro frente complicado: a Alejandro “Alito” Moreno le están fincando una nueva acusación penal por peculado de 84 millones de pesos. Ya se ha iniciado el trámite de desafuero, y será procesado penalmente. Con esto, la alianza corre el riesgo de descabezarse, de caer, y PAN tendría que lidiar con el desprestigio adicional que traerá ese proceso penal contra el líder nacional del PRI. Por eso no les falta razón a quienes en el PAN afirman que es mejor ir solos que mal acompañados en esta elección.
En MORENA, el escándalo de corrupción que involucra a Hernán Bermúdez, secretario de Seguridad Pública en el gobierno de Adán Augusto López, ha encendido las alarmas respecto a la designación de candidatos y la admisión de nuevos militantes. En Chihuahua, las bases morenistas están muy exigentes con los currículums, y con la trayectoria de los aspirantes guinda; exigen lealtad y congruencia con el proyecto de la transformación.
Y es aquí donde se presentan los problemas para dos de los tres principales aspirantes, mientras que uno de ellos está pasando tranquilamente entre ellos.
A Cruz Pérez Cuéllar, por ejemplo, se le señala cada vez con más insistencia por su origen como líder panista, es decir, proveniente del partido “enemigo de la transformación”. Y cuando asumió la presidencia municipal de Juárez, integró a su equipo a políticos de “tutti i colori” (de todos los colores), menos de Morena. Quizás por eso, señalan sus críticos, en los últimos eventos oficiales repite insistentemente que “está con la transformación y con la presidenta Claudia Sheinbaum”. Pérez Cuéllar sabe bien que dentro de Morena persiste la desconfianza hacia su origen partidista conservador, y que por eso promueve sus nuevas alianzas con segmentos priistas y de ultraderecha. Un ejemplo: su renovada cercanía con dirigentes del “Partido México Republicano”, que ahora se presentan como “Movimiento Chihuahua Unido”. Algunos columnistas anticipan que esta estrategia podría tener como finalidad que, en caso de no ser elegido por Morena, Pérez Cuéllar busque la candidatura con las siglas de ese otro partido.
En cuanto a la senadora Andrea Chávez, ha sido muy brillante en su discurso parlamentario, pero no se le conoce un proyecto concreto de gobierno. Tenía fuerte actividad en la Sierra de Chihuahua, pero las denuncias del PAN por “actos anticipados de campaña” la obligaron a modificar su estrategia. Ahora explota el marketing emocional en redes sociales, resaltando su imagen vinculada con la naturaleza y con paisajes hermosos de Chihuahua. Intenta dejar atrás su anterior estilo de promoción y la imagen golpeada por la propaganda del PRIAN, sobre todo por su cercanía con Adán Augusto López.
Mientras tanto, Cuauhtémoc Estrada sigue recorriendo tranquilamente el estado, informando sobre las reformas que propone la fracción de Morena en el Congreso. Su aspiración a la gubernatura avanza sin mayores obstáculos. No se le han señalado contradicciones ni incoherencias con la ideología y el proyecto de la Cuarta Transformación, ni se le ha vinculado con casos de corrupción.
Todo está en manos de las bases.
Mientras tanto, la presidenta Claudia Sheinbaum continúa sorteando con éxito la difícil relación con Donald Trump. Es una gran ventaja para México que el T-MEC siga vigente, pues otorga certeza a millones de empleos. Los aranceles al tomate mexicano se están sorteando mediante la apertura de nuevos mercados en Brasil y Europa. Por ello, es evidente que la estrategia de Claudia Sheinbaum ha sido muy efectiva frente a la irracionalidad de Trump.
Opinión
Sábado 02 Ago 2025, 06:30
Dos aspirantes en problemas; dos pasan entre ellos
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José Díaz López
