Es que después de los tres debates, en los que la candidata conservadora no logró crecer, vemos que los líderes del PRIAN han estado movilizando sus fuerzas para sitiar las instituciones electorales en busca de su auxilio. Tocan esas instituciones electorales, para “denunciar” la supuesta “falta de equidad en la elección”. Con esas acciones los conservadores, han posicionado “la sospecha” de que “el bando progresista quiere hacerles un fraude electoral”. 
Pero además en el contexto, claramente la alianza conservadora va y toca las puertas y se le mete hasta la cocina, haciendo reuniones “en lo oscurito”, con los responsables de las instituciones electorales para doblarles las manos. 
En efecto, como es del dominio público, se filtró en los medios la reunión en lo oscurito que organizó la presidenta de la Suprema Corte Norma Piña, en la casa de uno de sus ministros, con los ministros del TEPJF y el líder nacional del PRI Alito y el coordinador de la campaña de Xóchitl, Santiago Creel, el cual al parecer no asistió, pero no hay suficiente información al respecto. 
El caso es que la reunión reúne todos los elementos para deducir, no solamente que es ilícita, sino la clara muestra de que los órganos electorales y judiciales, en términos del realismo político, están bajo la influencia directa de la alianza conservadora. Con todas las consecuencias políticas y legales que ello implica en esta sucesión presidencial.
Por esos hechos los analistas más objetivos, llegan a la conclusión de que el bando conservador está moviendo todo su poder e influencias en dichas instituciones del Poder Judicial para tratar de evitar no sólo su derrota electoral, sino que, a través del poder real que tiene sobre dichas instituciones, quedarse con el mayor número posible de puestos de representación popular. Incluyendo claro está, la silla presidencial.
Habida cuenta de que tales acciones del bando conservador, inundan de dudas su imparcialidad en la contienda, pues son el mismo modus operandi de los fraudes electorales, que se utilizó en anteriores elecciones presidenciales e intermedias. 
Es evidente de qué, si el PRIAN tiene poder sobre él INE, la Suprema Corte y el TEPJF, nadie duda en su sano juicio que lo va dejar de usar, pues sigue dominando aquella regla del realismo político de que “en la guerra como en la política, el que tiene la fuerza, tiene el poder”. ¡Y vaya que lo quieren usar!
Además, un mundo de decisiones asumidas por el INE y el TEPJF en esta elección, demuestran que siguen en manos del bando conservador. Con mayor razón, de que estas instituciones, son las que van a calificar la legalidad y los resultados electorales.  Entre paréntesis, el bando conservador en Chihuahua, como los analistas lo han dicho, también el IE y TEE están bajo el poder del PRIAN local. 
En ese contexto y teniendo en las manos casi la totalidad, de las encuestas, qué hasta nuevo aviso, favorecen a la candidata presidencial de Morena, la pregunta lógica es: ¿se atreverán los líderes del prian, a tratar de anular la elección presidencial? ¿los del TEE de Chihuahua se atreverán a dictar otra resolución anulando el registro de los candidatos a diputados locales de Morena acusados por “violencia de género” y cuya decisión deberá tomarse en estos días?. Las respuestas aún no las conocemos. ¡Pero de que están haciendo los cálculos y preparativos para hacerlo, no hay duda!
Y como en política muchas cosas “hay que leerlas entre líneas,” es pertinente preguntar ¿si Claudia está percibiendo, ese intento conservador de manipular las instituciones electorales en todos los niveles? 
Viene al caso, pues en su visita a Chihuahua, Claudia hizo una profunda e inquietante observación, que debe haber puesto los pelos de punta al gobierno local y sus propagandistas. En lo conducente, la candidata de Morena, dijo una extraordinaria observación al gobierno local: “siempre habrá diálogo, pero también tiene que ser recíproco; Y COMO VAMOS A GANAR LAS ELECCIONES NOS VA A TOCAR GOBERNAR CHIHUAHUA, por eso siempre vamos a apoyar a los chihuahuenses, tenemos varios proyectos para el estado”.

Tales afirmaciones deben haber puesto los pelos de punta a los propagandistas del conservadurismo local; y al poder ejecutivo local también lo conmocionó la profundidad de la precisión, de la, hasta nuevo aviso, virtual presidenta de México. En efecto, en primer término mandó a la basura la propaganda conservadora sustentada en los eslogan de “a Chihuahua Morena no entra” y/o “defendamos a Chihuahua para que Morena no entre”, etc. Pues como parte de la federación, Chihuahua YA ESTÁ GOBERNADA POR MORENA, en el ámbito del pacto federal. Es decir, el gobierno federal, para decirlo en palabras pobres “cogobierna” en una relación de superioridad, con el gobierno local conservador.
En segundo término, también puso a meditar a las mentes más brillantes y prudentes del gobierno local conservador, para replantearse su relación con el gobierno federal entrante. Esto es, con la “nueva presidenta de México”, pues en esa declaración de Claudia, le extendió la mano al Ejecutivo local, para reconsiderar el diálogo, entre ambos poderes.

Y al parecer, de manera expresa, sí tuvo eco dicha posición de la que, según las encuestas, ya consideran como la “nueva presidenta de México”, pues la gobernadora empezó a declarar “su disposición al diálogo con la nueva presidenta de México”; y haciendo énfasis en que “alguien cercano a López Obrador, había bloqueado su interés para tener una buena relación con él”.
Por eso insistimos qué en política, saber “leer entre líneas el discurso del poder”, equivale a la labor del gambusino de buscar las vetas de oro, ocultas a los ojos del sentido común.