Hace quince días anticipamos en esta misma columna que Chihuahua cambiaría de color en las elecciones del 2 de junio, y así fue. La marea guinda cubrió al estado grande con una histórica participación ciudadana que superó el 60 por ciento de la lista nominal de electores.
A pesar de que hubo una intensa campaña sucia y se pretendió asentar una narrativa en el sentido de que Chihuahua rechaza las políticas de la Cuarta Transformación, el electorado demostró que esto no es así y que el repudio es al ausente e indiferente gobierno del estado. 
En la madrugada del 3 de junio se confirmó la maravillosa noticia de que la Dra. Claudia Sheinbaum obtuvo un triunfo arrasador y rompió el más alto techo de cristal en México, uno que fue inalcanzable por más de 200 años y que reivindica la lucha de las mujeres por la igualdad de oportunidades. Ella se convirtió no sólo en la primera Presidenta electa del país, sino de Norteamérica, con más de 32.5 millones de votos, de los que Chihuahua aportó más de 705 mil sufragios a su favor.
Simultáneamente, se corroboró que la fórmula al Senado de la República integrada por Andrea Chávez y Juan Carlos Loera, obtuvo el triunfo con cerca de 667 mil votos y una preferencia del 51.26 por ciento, dejando muy atrás a la fórmula del PRI-PAN-PRD que sólo obtuvo el 37.65 por ciento de los votos. No hay duda de que la dupla vencedora conoce a la perfección las necesidades y demandas de las y los chihuahuenses y, sobre todo, que tienen la voluntad y el deseo de transformar positivamente a la entidad. 
Hasta la hora del cierre de este texto, los Programas de Resultados Electorales Preliminares del Instituto Nacional Electoral y del Instituto Estatal Electoral aún contabilizaban actas, por lo que las cifras finales están por conocerse; sin embargo, hay otros resultados previos dignos de mención, como lo es el triunfo de la alianza Morena-PT-Partido Verde en las diputaciones federales de los distritos 01, 02, 03 y 04, alcanzando en tres de los casos, más del 72 por ciento de los votos. Hasta este momento hay un histórico triunfo en el distrito 07 de Cuauhtémoc, con un 43.24 por ciento de Morena, versus un 41.48 por ciento del PRI-PAN-PRD. Los distritos restantes los ganó la alianza encabezada por el PAN, pero con porcentajes muy inferiores a los distritos de Juárez.
Aunque ya se anticipaba el triunfo de Cruz Pérez Cuéllar en la alcaldía de Juárez y de Marco Bonilla en Chihuahua, es digno de resaltar que el primero obtuvo cerca de 41 mil votos más que el segundo. En cuanto a las diputaciones locales sobresalen los altísimos porcentajes de triunfo obtenidos en los distritos 02, 03, 06, 07, 08, 09 y 10, y las cerradas contiendas en el 13, 14 y 17.
A quienes se vieron favorecidos con el voto popular les recordamos que no hay que echar campanas al vuelo, que todo es perfectible y que aún hay mucho trabajo por hacer, pues nuestra entidad requiere urgentemente reducir el número de homicidios, feminicidios, desapariciones y otros delitos; es apremiante reducir aún más la desigualdad y las brechas de pobreza y de género; es prioritario impulsar una economía diversificada; apoyar a los emprendedores así como a las micro, pequeñas y medianas empresas; urge mejorar la infraestructura y seguridad en las carreteras y, por supuesto, atender prioritariamente a los habitantes de la Sierra Tarahumara, entre otras necesidades públicas más.
A quienes están inconformes con los resultados electorales y difieren de los programas del gobierno de la República, orientados al crecimiento y desarrollo del país, cuyo énfasis es la satisfacción de las necesidades de la población históricamente menos favorecida, les invito a reflexionar sobre la urgencia de comprender que nuestro pequeño mundo no es todo el mundo, y a conocer al México donde viven millones de personas en condiciones de pobreza y marginación; en ese momento comprenderán los históricos resultados de la elección 2024.