Cd. de México.- Para hablar sobre el singular origen de su nuevo libro, Javier Cercas comienza por declararse parte de una estirpe de escritores: los que encontraron su vocación a causa de una pérdida.
"Yo me hice escritor, como tantos y tantos escritores, grandes escritores, como (James) Joyce por ejemplo, porque perdí la fe", expuso este lunes en conferencia de prensa.
"Yo perdí la fe religiosa e intenté sustituirla por mi nueva religión, que es la literatura", agregó.
Es por ello que le pareció fuera de toda lógica que, un día de mayo de 2023, en el Salón Internacional del Libro de Turín, fuera abordado por un funcionario del Vaticano con una propuesta insólita.
Lorenzo Fazzini, responsable de la editorial oficial de la Santa Sede, le invitaba a acompañar al entonces Papa Francisco a un viaje a Mongolia, para que escribiese el libro que le viniera en gana sobre el trayecto y con la promesa de un acceso inédito a las entrañas del Vaticano.
Un periplo hacia uno de los lugares periféricos del catolicismo, con apenas mil 500 fieles, que llegaría a ser uno de los últimos y más trascendentales de Jorge Mario Bergoglio (1936-2025), uno de los papas más singulares de la historia.
"Como os podéis imaginar, yo escuchaba a este hombre perplejo, totalmente atónito y, cuando acabó de hablar, lo primero que yo recuerdo haberle dicho es: '¿Pero ustedes no saben que yo soy un tipo peligroso?'", recordó.
"Fazzini, que es mi amigo ahora, dice que en realidad lo que dije fue peor. Le dije: '¿Pero se han vuelto ustedes locos? ¿O qué?'".
El loco de Dios en el fin del mundo (Random House) deja claro, desde la nota introductoria al lector, por qué al propio Cercas le parecía una idea disparatada.
"Soy ateo. Soy anticlerical. Soy un laicista militante, un racionalista contumaz, un impío riguroso", comienza la narración, donde queda manifiesta la extrañeza de la elección del Vaticano.
Huelga decir que Cercas aceptó la invitación, única en su tipo a un autor laico, y terminó por publicar un libro que sólo alguien como él hubiera podido escribir.
"Para mí, este libro es una novela. Es una novela por dos motivos: primero, porque está construido como una novela. Es una novela sin ficción, como otros libros míos, como Anatomía de un instante, El impostor y otros libros míos, que son novelas construidas como novelas, donde los personajes están construidos como novela, la estructura es novela, etcétera, pero no hay ficción", expuso.
"Por ese motivo es una novela, pero también y, sobre todo, es una novela porque la novela tiene esta extraordinaria capacidad, esta capacidad única, para integrar todos los demás géneros y para trascenderlos, para convertirlos en otra cosa".
Entre la crónica de viaje, ensayo y una particular radiografía de la vida, obra y pensamiento del Papa Francisco, Cercas logró dar al libro un cariz que define como "policiaco", que es el que tienen las novelas que más admira.
"En todas esas novelas, a su modo, son novelas policiales, porque en todas hay un enigma, en el corazón de todas hay un enigma y alguien que intenta descifrar ese enigma. Y eso es la esencia del género policial".
El enigma de este nuevo libro es, para Cercas, "el enigma de los enigmas": ¿Existe realmente la vida después de la muerte, como lo promete el cristianismo?
Armado con este pregunta, el autor decidió acompañar al Papa Francisco con la intención expresa de preguntárselo frente a frente.
La respuesta es la que le aguarda a los lectores, a través de un libro que, para su autor, ha representado el que mayor acogida ha tenido en toda su carrera, tanto positiva como de sus detractores, en parte porque fue publicado apenas 20 días antes de la muerte del Papa Francisco.
Cercas firmará este lunes ejemplares de El loco de Dios en el fin del mundo en la librería Sandor Márai (Emilio Dondé 7, local 4, Centro), a las 19:00 horas.
También a las 19:00 horas de este martes, lo presentará junto con su colega Juan Villoro en el Museo Memoria y Tolerancia (Av. Juárez 8, Centro).