Colorado, Estados Unidos.- Seis personas resultaron heridas el domingo en lo que el FBI describió inmediatamente como un "ataque terrorista selectivo" en un centro comercial al aire libre en Boulder, Colorado, donde un grupo se había reunido para llamar la atención sobre los rehenes israelíes retenidos en Gaza.
El sospechoso, identificado como Mohamed Sabry Soliman, de 45 años, gritó "¡Palestina libre!" y utilizó un lanzallamas improvisado en el ataque, según Mark Michalek, agente especial a cargo de la oficina de campo de Denver. Soliman fue detenido.
No se anunciaron cargos de inmediato, pero los funcionarios dijeron que esperan hacerlo "totalmente responsable".
Soliman también resultó herido y fue trasladado al hospital para recibir tratamiento, pero las autoridades no dieron más detalles sobre la naturaleza de sus heridas.
Un video de la escena mostró a un testigo gritando: "¡Ahí está! ¡Está lanzando cócteles molotov!", mientras un policía, con su arma desenfundada, avanzaba hacia un sospechoso con el torso desnudo y recipientes en cada mano.
El ataque tuvo lugar en el popular centro comercial peatonal Pearl Street, una zona de cuatro manzanas en el centro de Boulder, donde manifestantes de un grupo de voluntarios llamado "Corre por sus Vidas" se habían reunido para visibilizar la situación de los rehenes que permanecen en Gaza, mientras la guerra entre Israel y Hamas continúa exacerbando las tensiones globales y ha contribuido a un aumento de la violencia antisemita en Estados Unidos.
Ocurrió más de una semana después del asesinato a tiros de dos empleados de la Embajada israelí en Washington por parte de un hombre de Chicago que gritó "¡Lo hice por Palestina, lo hice por Gaza!" mientras la policía se lo llevaba.
Los líderes del FBI en Washington dijeron que estaban tratando el ataque de Boulder como un acto de terrorismo, y el Departamento de Justicia, que lidera las investigaciones sobre actos de violencia motivados por motivaciones religiosas, raciales o étnicas, condenó el ataque como un "acto de violencia innecesario, que sigue a los recientes ataques contra los judíos estadounidenses".
"Este acto terrorista se investiga como un acto de violencia con motivos ideológicos, con base en la información preliminar, las pruebas y los testimonios. Hablaremos con claridad sobre estos incidentes cuando los hechos lo justifiquen", declaró el subdirector del FBI, Dan Bongino, en una publicación en X.
La policía de Boulder fue más cautelosa sobre el motivo. El jefe de policía, Steve Redfearn, declaró que "sería irresponsable de mi parte especular" mientras los testigos aún estaban siendo interrogados, pero señaló que el grupo que se había reunido en apoyo de los rehenes se había reunido pacíficamente y que las lesiones de las víctimas, desde graves hasta leves, coincidían con las de haber sido incendiadas.
La policía evacuó varias manzanas de la zona peatonal. Poco después del ataque, la situación se tornó tensa, pues agentes del orden con un perro policía recorrían las calles en busca de amenazas e instruían al público a mantenerse alejado de la zona peatonal.
El Gobernador de Colorado, Jared Polis, afirmó en un comunicado que estaba "monitoreando de cerca" la situación y añadió que "cualquier acto de odio es inaceptable".