El martes por la mañana, el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas anunció en un correo electrónico interno que ofrecería bonificaciones en efectivo a los agentes por deportar personas rápidamente, un incentivo destinado a motivar al personal a acelerar la campaña de deportación masiva del Presidente Donald Trump.

Menos de cuatro horas después, la agencia canceló abruptamente lo que se suponía que sería un programa piloto de 30 días.

"POR FAVOR, IGNORE ESTO", dijo Liana J. Castano, funcionaria de la división de operaciones de campo del ICE, en un correo electrónico de seguimiento a las oficinas de la agencia en todo el país.

Tricia McLaughlin, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional, afirmó que el programa no había sido autorizado por los líderes de la agencia y añadió que "ninguna política de este tipo está vigente ni ha estado vigente". El correo electrónico que cancelaba el programa se envió poco después de que The New York Times preguntara sobre su existencia.

Pero este breve esfuerzo subrayó la creciente presión sobre el ICE para cumplir con los ambiciosos objetivos de deportación de Trump. La agencia ha ofrecido bonos por contratación de hasta 50 mil dólares, ha prometido contratar hasta 10 mil agentes y ha iniciado una vigorosa campaña de reclutamiento en redes sociales.

El Gobierno de Trump busca transformar el ICE, infundiéndole entusiasmo por el proyecto presidencial de llevar a cabo deportaciones a una escala sin precedentes. Bajo el emblemático proyecto de ley de política nacional de Trump, promulgado a principios del mes pasado, el presupuesto anual del ICE aumentará de aproximadamente 8 mil millones de dólares a aproximadamente 28 mil millones, convirtiéndolo en la agencia policial con mayor financiación del Gobierno federal.

Stephen Miller, uno de los principales asesores de Trump y arquitecto de su política migratoria, ha promovido la campaña de contratación del ICE en términos ideológicos.

"¿Quieres deportar masivamente a migrantes ilegales de Los Ángeles?", escribió en redes sociales la semana pasada.

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La semana pasada, la agencia dijo que había emitido más de mil ofertas de trabajo tentativas.

El programa de bonos, que finalizó el martes casi tan rápido como comenzó, se había descrito como un programa piloto de 30 días, según documentos revisados por el Times. Según sus términos, el ICE otorgaría bonos de 200 dólares por cada migrante deportado dentro de los siete días posteriores a su arresto y de 100 por los deportados dentro de las dos semanas, según un memorando inicial firmado por Castaño y enviado a los directores y subdirectores de las oficinas locales del ICE en todo el país.

El objetivo era motivar a los oficiales a reducir la acumulación de personas que esperaban ser deportadas, "reduciendo los costos generales de deportación y disminuyendo la presión" sobre los recursos de detención de la agencia, afirma el memorando.

Para maximizar sus bonificaciones, el memorando instruyó a los agentes del ICE a deportar a los migrantes elegibles mediante un proceso acelerado conocido como deportación acelerada, que permite deportar a los migrantes sin estatus legal sin necesidad de procedimientos judiciales. También indicó que los agentes podrían ofrecer a los detenidos la opción de salir del país voluntariamente.

Castaño no respondió de inmediato a una solicitud de comentarios.

Los esfuerzos para acelerar el ritmo de las deportaciones, como el programa de bonificaciones, podrían poner en peligro los derechos al debido proceso de los migrantes al alentar a los agentes de ICE a tomar atajos, dijeron expertos y ex funcionarios del Gobierno.

"Eso es una falta de ética terrible", dijo Scott Shuchart, ex alto funcionario de seguridad nacional.

"No se puede incentivar a los agentes del gobierno a que vulneren los derechos procesales de las personas. ¿Les pagarían una bonificación a los jueces por concluir los juicios más rápido?"

Kathleen Bush-Joseph, analista de políticas del Migration Policy Institute, dijo que el incidente parecía reflejar la rapidez con la que ICE se estaba moviendo para cumplir los objetivos de Trump.

"Están dispuestos a probar muchas cosas diferentes para ver qué funciona", dijo.

El ICE ya ha acelerado las deportaciones, según un análisis del New York Times de los datos del ICE obtenidos a través del Proyecto de Datos de Deportación. El porcentaje de personas detenidas por el ICE que fueron deportadas en un plazo de 14 días aumentó al 30 por ciento en mayo, frente al 21 por ciento en enero, según el análisis.

Y el número de deportaciones por parte de ICE alcanzó un nuevo máximo en julio, con un promedio de casi mil 300 expulsiones diarias en las dos semanas que terminaron el 26 de julio. Las expulsiones promediaron menos de 800 por día en el último año de la Administración Biden.