El organizador de la concentración motociclista del presente año, Alonso Castañeda aseguró que la motocicleta BMW que se ganó un funcionario "fue un sorteo entre amigos, y no fue rifa," por lo que no dieron vista a la Secretaría de Gobierno ni a ningún interventor para que vigilará el proceso.

Pero, de acuerdo a la Ley Federal de juegos y sorteos la diferencia entre los sorteos y las rifas es grande. En una rifa, compras los boletos que quieras para tener la oportunidad de ganar un premio grande por poco dinero. En un sorteo, la participación es gratuita. En la rifa de la motocicleta se vendieron miles de boletos con un precio de 100 pesos cada uno, la rifa la ganó el director de Cultura, Carlos Silva directamente inmiscuido en la organización de las Jornadas Villistas.

No se informó el precio de la motocicleta, el proveedor ni el número de boletos foliados, de acuerdo al reglamento de la ley federal de juegos y sorteos, en el artículo 36, señala: No podrá. Participar en sorteos las personas organizadoras o empleadas de permisionarios que se encuentren involucradas en la producción de los boletos o la celebración del evento en el que se determinen los boletos premiados.

Por otra parte, se señala que dicha rifa no contó con el permiso necesario por la Secretaría de Gobernación, el cual no se solicitó, además de que tenía que estar presente durante la rifa, un interventor de la misma Secretaría, el cual daría fe y legalidad de dicho sorteo, lo cual no se cumplió.

La LFJS establece que para realizar sorteos o juegos se requiere un permiso de la Secretaría de Gobernación. Si se realizan sorteos sin la autorización previa, la Secretaría puede ordenar la clausura del establecimiento además de cualquier otra pena aplicable.