Ciudad Juárez.- No fue asalto, no fue pleito de tránsito y tampoco una casualidad navideña. Fue una ejecución bien planchada. Por la tarde del miércoles 24 de diciembre, un hombre fue asesinado a balazos en el estacionamiento de una tienda en Oasis Revolución, en el cruce de la calle Revolución y el eje vial Juan Gabriel.

La víctima quedó tendida junto a una pick-up Toyota Tacoma, como si apenas hubiera bajado o estuviera a punto de subir. Ahí lo alcanzó la muerte. Testigos relataron que el agresor se le acercó caminando, sin correr, sin discutir, sin avisar. Se plantó frente a él y le disparó directo, como quien ya sabía a lo que iba.

El tirador no llegó improvisado. Traía su kit sicario completo: arma corta, sangre fría y un plan para salir sin levantar sospechas. Tras los disparos, se cambió la playera ahí mismo, guardó el arma y se fue caminando, mezclándose entre la gente y los carros como si nada hubiera pasado.

Nada de persecuciones, nada de escándalos. Solo detonaciones, gritos y el silencio incómodo que quedó después.

Elementos de seguridad acordonaron el área mientras peritos levantaban evidencias junto a la camioneta. Hasta el momento, no se ha informado la identidad de la víctima ni el posible móvil del ataque, pero el escenario deja pocas dudas: sabrá Dios quién lo habrá citado en ese estacionamiento y para qué, pero claramente no era para hacer compras.

El lugar, concurrido incluso en fechas decembrinas, se convirtió por minutos en escena de crimen. Clientes y empleados observaron desde lejos cómo el cuerpo yacía junto a la Tacoma, recordando que en Juárez ni la víspera de Navidad garantiza tregua.

La investigación quedó a cargo de las autoridades correspondientes, que ahora buscan identificar tanto a la víctima como al sujeto que, con calma de reloj, disparó, se cambió de ropa y se perdió caminando entre la ciudad. Como si nada.

Con información de PM