Tiene días buenos y días malos, unos con alegrías y otros con dolores insoportables, pero Verónica Castro asegura que, dentro de todo, está tranquila, porque no le debe nada a la vida; por el contrario, ha sido una buena persona.

La actriz, quien el 19 de octubre celebró sus 73 años, disfruta de una etapa alejada de los reflectores, aunque siempre pendiente de algún buen proyecto que la regrese a los sets de grabación, como sucedió con la serie La Casa de las Flores, de 2021, y la película Cuando Sea Joven, de 2022.

No se le quita ese gusto por el medio artístico en el que debutó siendo una jovencita de 14 años, pero hoy se da el lujo de vivir de sus ahorros gracias a un "ángel" que la enseñó a no malgastar: su mánager, Fanny Schatz.

"Yo no le debo nada a la vida, pero la vida me dio también muchas cosas: mucha gente, mucho cariño, muchos aplausos; también me dio mucho trabajo, me dio dónde vivir y qué comer, y mucho amor, entonces, no nos podemos quejar ni una ni la otra", expresó en entrevista telefónica.

"Te lo juro, gracias a Dios, estoy bien, no dependo de nadie ni nadie me mantiene. Soy una mujer muy afortunada, llegué bien y no vivo como millonaria, como dicen. Soy una mujer consciente, correcta, normal, que siempre vio por su familia, que estuvieran bien y fueran felices".

La madre de Cristian y Michel Castro es uno de los rostros más queridos del medio artístico mexicano gracias a telenovelas como Los Ricos También Lloran (1979), El Derecho de Nacer (1981) o Rosa Salvaje (1987), pero también a programas nocturnos como Mala Noche...¡No! (1988), Aquí Está (1989) y La Movida (1991).

"En esta vida trabajé de más, demasiado. Realmente, nunca tuve un descanso, nunca supe lo que eran unas vacaciones", compartió.

No se cree ídolo


Con 58 años de trabajo en el medio artístico, la también cantante, quien grabó temas como "Macumba" y "Que se Vaya a la Parranda", sabe que ha escrito una historia importante en las páginas del espectáculo mexicano.

"No creo que sea considerada así (un ídolo), pero por lo menos saben que soy una persona que pasé por el ambiente artístico y que traté de darles buenas noches, de darles sentimientos a través de las historias que les contaba con las telenovelas", confesó.

"Saben que fui una persona positiva, que lanzaba mis dichos para que la gente se sintiera mejor, por lo menos una noche o cada noche o de noche a noche. Sólo con que se queden con esa idea de: 'Qué buena onda de señora', con eso me conformo".

'Me duele de repente'


El cómo se siente físicamente, comenta, depende de los dolores de operaciones que se ha realizado a lo largo de los años.

Una de ellas fue tras lastimarse el cuello cuando iba montada en un elefante durante la transmisión en vivo en 2004 de la final de Big Brother VIP 3.

"Tengo muchas operaciones. Todo lo que fue donde me metieron el metal, me duele de repente y hay que aguantar. Me duelen los brazos, las piernas, la cabeza, el cuello.

"Todo está lleno de titanio, entonces, la energía brinca por todo el cuerpo. El doctor me da paliativos para que pase el momento duro, pero no puedo estar tomando muchas pastillas a diario, eso no está nada bien", señaló.

No a bioserie


Su vida privada y amorosa resultan más que atractivas para ser contadas en una serie, pero ella ha sido tajante al respecto.

"Me lo han preguntado y me lo han pedido varias gentes, pero, la verdad, mira, si sin abrir la puerta de tu corazón y de tu casa hablan como hablan, imagínate dándoles permiso de que se metan hasta la cocina, pues sería terrible. Entonces, prefiero no", dijo la actriz.

"Prefiero que la gente se lleve la idea que tenga: buena, mala, regular o como quieran, pero que se quede esa idea que tienen de mí, porque siento que, al final, la verdad tarde o temprano sale a flote. Eso es lo que espero".