Cd. de México.- Además de su herencia en el heavy metal, Ozzy Osbourne, llamado "El Príncipe de las Tinieblas", deja como herencia una estética potente y oscura como líder del grupo Black Sabbath.

Durante su carrera, incluyó elementos de la contracultura de las últimas décadas, entre vestuario en color negro, chamarras o abrigos de cuero, el uso de crucifijos y otros elementos religiosos.

"Nunca buscó lucir moderno o juvenil, sino más bien construir una figura sobrenatural, como de mago o hechicero, potente y rockero, muy de acuerdo a su música y sus principios que reflejan los temas que cantaba: la locura, drogas, oscuridad y hasta visiones apocalípticas", afirma Marco Corral, experto en moda.

Su vestuario no varió a través de los años e incluía chaquetas estilo militar con botones metálicos y medallas, pantalones muy ajustados de piel, mezclilla oscura o vinil, botas pesadas de cuero de estilo industrial y muchos crucifijos colgantes, anillos con piedras negras y cadenas góticas. Todo siempre en negro, ya que, para él, el mundo era oscuro.

"Hay que destacar también que popularizó el maquillaje entre los rockeros, ya que siempre lucía una piel muy pálida, ojeras negras muy marcadas, delineador grueso y siempre corrido, que le daba profundidad y melancolía a su mirada además de una melena oscura y larga negro azabache. Todo planeado para impactar", agrega Corral.

Fiel a sus principios, usaba también este vestuario en el día a día, como quedó patente en la serie popular The Osbournes, reality show sobre su vida en familia, en donde aparecía con camisetas con leyendas, pantalones ajustados y siempre con su maquillaje que lo hacía parecer desvelado y perdido como si no hubiera pegado el ojo en días o meses.

Su imagen era tan potente que se considera influencia de otros muchas estrellas y grupos de hard rock como Marilyn Manson, Ghost, Alice Cooper, Billie Eilish y bandas de metal escandinavas.

Hasta fue muso para varias colecciones de diseñadores, como Rick Owens, en las semanas de la moda más importantes del planeta.

Armario apocalíptico

En su clóset también se podían encontrar abrigos largos de terciopelo en cuero o satín, camisas de seda oscura con vuelos u holanes, chalecos bordados, guantes o mitones (sin dedos), sombreros diversos y su infaltable anillo de murciélago que nunca se quitaba.

Siempre había un aire victoriano y decadente en sus prendas que encontraba en tiendas de segunda mano o que se mandaba a hacer especialmente. Trabajó estrechamente en los 80 con el diseñador Ray Brown, quien también viste a Judas Priest y Cher, así como con la creadora Fleur Thiemeyer, quien le diseñó chaquetas tipo Diana Ross; a Ozzie le encantaba jugar con los géneros también.

Sus lentes de metal eran siempre redondos, entintados y no se los quitaba nunca, aún en la noche, ya que afirmaba, para regocijo de sus fans, "que el sol le hacía daño".

"Sin embargo, aunque su look era tan dramático había allí también un toque de humor, ya que además de ser un ícono de la música y tenía una presencia medio diabólica también se reía de sí mismo como puede verse en diversas entrevistas o en su reality show", explica Corral.

Así, la moda peculiar y tenebrosa de esta estrella, esa oscuridad con estilo metalero que Ozzy propuso seguirá viviendo entre los amantes de lo oculto y el misterio.

Perpetúa su mirada

Antes de morir, Ozzy lanzó una línea especial de maquillaje dark con Jolie Beauty, una importante firma de cosméticos en Reino Unido, pensada para todos aquellos amantes del look del heavy metal.

Detrás de su look

En su libro "Ordinary People: Our Story", de 2003, el cantante desvela que la encargada de manejar su imagen y construirle un estilo fue su esposa Sharon, la que le creó un look glam y potente para trascender en el mundo de la música.