No hay que esperar la aplicación de un arancel del 30 por ciento sobre los productos mexicanos enviados a Estados Unidos para observar los primeros efectos de una recesión: falta de crecimiento económico, repunte en la inflación y pérdida de empleos, factores que pueden incrementar por el tema de los gravámenes, sostuvo Eduardo Turati, titular de Vinculación y Medios del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas (IMEF)
El ambiente de incertidumbre por el posible arancel del 30 por ciento anunciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo, frena el que México pueda ser receptor de Inversión Extranjera Directa (IED) y las ganas de desarrollar empresas.
Apuntó que en caso de que se concreten, se advierte que habrá una afectación en las ventas de la industria de exportación, porque México no ha sabido diversificar, pues si bien tiene cada vez más mercados para vender, sigue dependiendo en gran medida de Estados Unidos.
Otro tema que afecta al estado, dijo, es el cierre de la frontera al ganado mexicano, derivado de una mala decisión que tomó la pasada administración federal de permitir la importación de ganado de Sudamérica sin el control adecuado.
Independientemente de qué vaya a pasar con los aranceles, México está perdiendo empleos, a partir del periodo vacacional de Semana Santa han desaparecido cerca de 140 mil puestos de trabajo formales, esto aunado a que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) reporta pérdida de registros patronales.
“El arancel le pegaría al empleo, cuando ya no estamos generando los suficientes, ya estamos empezando a tener un problema que se va a notar pues prácticamente ya estamos en recesión: sin expectativa de crecimiento, con pérdida de empleos y además de que no hay crecimiento se puede empezar a tener inflación”, dijo.
Esto aunado a un problema internacional que puede generar más pérdidas de empleos, sobre todo aquellos calificados en la industria exportadora, lo que puede derivar en una situación bastante complicada.
“Estamos a punto de entrar a una recesión, al registrar el país cero crecimiento económico, con pérdida de empleo, base menor de empleadores ante el IMSS, esto sin considerar la afectación que se pueda tener con los aranceles del 30 por ciento”, reiteró.
Aunque todavía no existen detalles acerca de cómo se aplicaría el arancel del 30 por ciento a las exportaciones de México a Estados Unidos, a partir del primero de agosto, se estima que alrededor del 10 por ciento de los envíos nacionales serían los afectados, de acuerdo con un análisis de UBS.