Una mujer ecuatoriana de 39 años fue arrestada en Madrid por un crimen que ha conmocionado al país: asesinó y descuartizó a su hija de tan solo 5 días de nacida, arrojando los restos en un vertedero de Loeches. La crueldad del caso ha sacudido a la opinión pública y encendió las alarmas entre las autoridades, quienes rastrearon los hechos tras una denuncia por desaparición.
Pero lo más escalofriante es que esta no sería la primera vez. Según reveló El Periódico, en 2004, cuando Erika aún era menor de edad, dio a luz a otro bebé que también murió pocos días después. En aquel entonces el caso se cerró sin una investigación profunda, pero hoy, a la luz del nuevo crimen, la Guardia Civil ha reabierto el expediente ante la sospecha de que aquella muerte tampoco fue natural. España se enfrenta a una historia tan perturbadora como inquietante.