Ciudad de México.- "Clínica de enfermedades sexuales". Tal era el letrero sobre la puerta del establecimiento. Las socias del Club de Costura mostraron interés en conocerlo, y el director del hospital les dio una visita guiada. Grande fue la sorpresa de las visitantes cuando al pasar por un cuarto vieron a un sujeto entregado al placer solitario. Una de las socias le preguntó al director: "¿Por qué hace eso?". Respondió el galeno: "Tiene un problema de acumulación seminal. Si no se alivia él mismo puede sufrir graves trastornos de salud física y mental". Poco después pasaron frente a otro cuarto. Ahí una guapa enfermera estaba aliviando en igual forma a otro paciente. Preguntó la socia: "¿Por qué la enfermera le hace eso?". Explicó lacónicamente el director: "Mismo problema. Mejor seguro médico". Cuando eran novios aquellos casados habían hecho el amor en el parque de la ciudad. Al cumplir 25 años de matrimonio la esposa quiso repetir la nostálgica experiencia. En eso estaban cuando los sorprendió el gendarme de punto. Les dijo: "Quedan detenidos". "Déjenos ir, oficial" -le pidió la señora. "Usted puede irse -concedió el jenízaro-, pero él no. Con ésta es la quinta vez que lo sorprendo aquí en lo mismo". Todo es gracia, escribió Bernanos. En mí todo ha sido gracias. Gracias que he recibido y gracias que de corazón he dado. ¿A quién? Fácil es decir: a la vida. Así libra uno el compromiso. Hasta canción hay al respecto. Yo me aventuro más allá de la vida y le doy gracias al Misterio al que muchos llaman Dios. Le doy las gracias por las muchas gracias que en mi vida ha puesto. La vida misma, para comenzar. Después mis padres, mis abuelos, mis hermanos; mis hijos y mis nietos; los amigos que me quieren a pesar de mis defectos y a quienes quiero yo a pesar de mis defectos. Y sobre todo la mayor gracia: la amada eterna, mujer de luz que me tomó de la mano como un niño. Después de 60 años el Misterio se la llevó y me dejó solo como un niño. Las anteriores vacilantes letras me sirven de proemio para dar las gracias por una nueva gracia. He aquí que la Universidad La Salle Laguna, prestigiosa institución de educación superior, me recibió el pasado viernes en su casa de Gómez Palacio, Durango, y me dio el gozoso privilegio de encontrarme con sus maestros y estudiantes durante toda una mañana que será memorable para mí. Hubo un conversatorio -así se dice ahora- sobre "La obra de Catón"; una exposición de pinturas hechas por talentosos muchachos y muchachas que imaginaron los rostros de algunos de mis personajes -Susiflor, Babalucas, don Algón-; un recuento de mi tarea periodística hecho en espléndidos diseños digitales; una presentación de frases de mis artículos espigadas con admirable acuciosidad por chicos y chicas de la carrera de Comunicación. Me fue entregado, entre otros bellos obsequios, un grabado hecho en el más puro estilo del Taller de Gráfica Popular, grabado en el cual aparezco en buena traza merced a la benevolencia del generoso grabador. Agradezco todo eso al Rector de la Universidad, Hermano lasallista Juan Roberto López, de cuya amena e ilustrada conversación aprendí más de lo que por mi cuenta podría aprender en mucho tiempo. Por todas esas gracias doy las gracias, pues no quiero incurrir en el octavo pecado capital, la ingratitud, hija primogénita de la soberbia. Tuve oportunidad de destacar la incansable labor de la maestra Imelda Rétiz, cuya apostólica labor en bien del libro y la lectura ha trascendido ya las fronteras de México, y disfruté el trato de su esposo y su hijo, excelentes compañeros de viaje. Espero encontrarlos otra vez en el camino. FIN.

MIRADOR.
Por Armando FUENTES AGUIRRE.
Anoche te soñé, Terry, amado perro mío.
Volabas por el cielo como un ángel. Tus largas orejas de cocker spaniel te servían de alas.
Ibas y venías como cuando eras niño; hacías piruetas aéreas, y a tu regreso me mirabas como diciendo:
-¿Qué tal, eh?
Me pregunto, Terry, si tú también me sueñas.
Pienso que sí, pues soy un sueño, igual que tú.
Quizá me ves ir y venir por los varios caminos de la vida, y de seguro miras mis piruetas de funámbulo.
Espera mi regreso, Terry.
Entonces yo también habré de preguntarte:
-¿Qué tal, eh?
¡Hasta mañana!...

MANGANITAS.
Por AFA.
". Primer Informe de Claudia Sheinbaum.".
Pienso en lo particular,
quizás en manera aleve,
que el Informe fue muy breve
pues no hay mucho qué informar.