-Las indirectas directas vs Ana Laura
-Sí hay alternativas a los arribistas de Morena
-En primero los pobres no dan guindas ejemplo
Fueron acuerdos muy concretos los alcanzados en la reunión de la mesa de seguridad realizada en Guadalupe y Calvo, donde la guerra entre el Cártel de Sinaloa y el de Juárez entró en fase crítica al registrarse durante casi tres semanas enfrentamientos en plena cabecera municipal.
La gobernadora Maru Campos encabezó la parte estatal, acompañada del fiscal general y el secretario de Seguridad, César Jáuregui y Gilberto Loya, mientras que el bando federal fue liderado por el general comandante de la XI Región Militar, Eufemio Alberto Ibarra Flores, quien tiene a su cargo las dos zonas militares de la entidad, la Quinta y la 42.
Acudieron además la delegada de Programas Federales, Mayra Chávez Jiménez y el representante de la Secretaría de Seguridad federal, Fernando Ávila, así como los mandos del Centro Nacional de Inteligencia y de la Guardia Nacional.
La alcaldesa Laura González Ábrego, quien desaparece y aparece a conveniencia, fungió como anfitriona, junto con su cuestionado jefe de la Policía Municipal, Jorge Antúnez Candia, convocado básicamente de adorno, sino es que de “oreja” para estar al tanto de los acuerdos. No hablaron prácticamente nada.
La Guardia Nacional, la Policía Estatal y la Fiscalía General del Estado plantearon reforzar su movilización, al menos fue lo que se hizo público, mientras que el Ejército hará sus tareas de forma secreta y discreta, con los batallones desplegados tanto en la sierra de Chihuahua como en los límites de Sinaloa, donde está la mera mata de uno de los grupos en disputa.
Al interior de la mesa también fue planteado el acuerdo de no politizar el tema de la seguridad, en línea con lo convenido en el más alto nivel federal y estatal, lo siempre deseable, pero siempre inalcanzable.
Veremos, con el paso de los días, los resultados del cónclave celebrado el pasado martes en la vieja Casa de Moneda de ese municipio, sobre todo si se cumplen los acuerdos y si son suficientes para restablecer la paz en la región.
Es importante porque Guadalupe y Calvo no es solo un rincón apartado del estado. El conflicto criminal localizado ahí alcanza a todo el estado, pues ambos grupos en disputa tienen conexiones que van más allá de la sierra, con repercusiones tanto regionales como en las grandes ciudades de Chihuahua y Juárez.
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El 26 de diciembre de 2024, cuando estaban más duros los encontronazos entre La Mayiza y La Chapiza, la presidenta Sheinbaum anunció que su titular Seguridad Pública, Omar García Harfuch, permanecería unos días en Culiacán, para intentar meter algo de control.
Difícilmente lo lograría, más aún cuando se señala repetidamente que el gobernador morenista, Rubén Rocha Moya, está metido hasta los codos, y tal vez hasta coparticipó o se hizo el occiso en el secuestro de “El Mayo” Zambada para enviarlo en jet a Estados Unidos.
Posiblemente la violencia no bajó, pero los sinaloenses sintieron que por lo menos había presencia del Estado en una zona de guerra que difícilmente se iría a pacificar.
Haciendo un símil, así puede sentirse que haya sesionado la Mesa de Seguridad, el pasado martes, precisamente en Guadalupe y Calvo.
Lo importante es el mensaje. Que la gobernadora, Maru Campos, haya sesionado acompañada de los altos mandos del Ejército Mexicano en la región, les dice a los pobladores de la asolada región -incluyendo a sus asustadiza alcaldesa- que no están solos, que su seguridad y su paz son prioridad para las autoridades, más allá de niveles o de colores partidarios.
Chihuahua no es Sinaloa, pero a veces se parecen tanto, y no se diga el resto del país donde no hay metro cuadrado que no sufra el acoso del crimen organizado.
Bien por la parte política, por lo que también se les quiso mandar decir a los capos. Pero ahora viene la parte más difícil que son los operativos puro terreno las 24 horas. A ver si es cierto que aguantan el trajín entre cerros, peñas y bosques.
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Lo que no parece ser una buena señal para Guadalupe y Calvo, por cierto, es la sombra de los sicarios de ambos cárteles, una sombra que alcanza a cubrir a todas las autoridades, pero particularmente a la local, no muy bien percibida entre los pobladores.
Los habitantes comparten algunas capturas de pantalla de publicaciones en redes sociales (pueden verse en la edición digital de GPS) donde la alcaldesa Ana Laura González no solo es mal calificada, sino que ponen en duda su papel como gobernante.
“Ana laura te andan matando tu gente ya suelta a tu amante y jefe el liniero que trais de guardia civil y el orejon de kikín que a gusto narco fracasado (sic)”, dice uno de los comentarios más agresivos que, sin embargo, retrata parte de la leyenda que se ha creado entre la población, a manera de explicación de lo que ocurre en la comunidad, crisis agravada -¿casualmente?- desde que asumió el cargo en octubre del año pasado.
El reclamo es sobre una publicación de la alcaldesa, con decenas de fotografías de su participación en la Cabalgata Villista de Parral el fin de semana pasado.
“Nomás q no ayan imbitado al comandante del zorrillo porq ese sopla lo q ayi se acordó, y se abortaría la reunion (sic)”, señala otro usuario en redes, en alusión al punto militar instalado en la pista aérea de El Zorillo, controlado toda la vida por el Ejército; el señalamiento es en la publicación donde la alcaldesa se adjudica el mérito de la reunión de seguridad en su municipio.
“Si los acuerdos se asen, se llega a una conclusión, con altos jefes funcionarios, el detalle esta en quienes recorren según a cuidar el pueblo, xq lo unico que asen es destruirlo actuando muy mal, peores que los malandros (sic)”, establece otro usuario, también en referencia al encuentro de la mesa de seguridad.
En fin, la gente sabe que la crisis de violencia no se gestó de forma espontánea y que tiene mucho qué ver con el pobre, sino es que cómplice, papel de las autoridades locales y policiacas.
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Sí hay alternativas a los arribistas de Morena en la capital del estado, aseguran los morenistas dolidos por el secuestro de las siglas que han hecho personajes desechados en otros partidos, que ahora pretenden presentarse como los más firmes aspirantes para 2027.
La fila de morenos de cepa que quieren levantar es larga; muchos, dicen, sin hacer mucho ruido ni grilla, se han enfilado para buscar alguna candidatura a regiduría, sindicatura, presidencia municipal y diputaciones locales, por lo que es recomendable seguirles la pista y no perderse en las ambiciones de la duartista Brenda Ríos o del corralista Miguel Riggs.
Uno de los perfilados en las bases morenistas, que por semana visita unas dos colonias para recorrerlas a pie, es el regidor morenista Hugo González, quien prepara su proyecto sin soltar abiertamente si va por la candidatura a presidente municipal o a una diputación.
Otro que no quita el dedo del renglón, pero limitado al Distrito 12, es Osmand González, exsecretario del Comité Estatal de Morena, quien también gasta suela todos los días en la zona norte de la ciudad y hace sus amarres grupales dentro del partido.
Otros tantos muy activos dentro del partido de la 4T son: la extitular de Comunicación de Morena estatal, Zianya Sandoval; el exregidor Sebastián Torres, mejor conocido como “La Garrocha”; Aidán López y Jorge Maravé, cuyos nombres son muy conocidos en el movimiento, pues fueron de la sangre joven que fundó al partido en el estado.
De ahí que muchos en el partido guinda se cuestionen el por qué se permite el ingreso a quien no ha sudado la camiseta y mucho menos caminó al lado de la figura de Andrés Manuel cuando nadie daba ni un cacahuate por Morena.
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Los regidores de Morena, viendo moros con tranchetes, se opusieron a la donación de un terreno para la asociación Magnanimitas, que se dedica a atender la salud bucal de manera gratuita en colonias vulnerables.
Que los guindas no apoyen a las sociedad civil organizada ya no es novedad, incluso desde el Gobierno Federal han retirado recursos destinados a quienes de manera subsidiaria trabajan en diversas causas sin fines de lucro.
Lo que extraña es que se opongan sin mayor razonamiento a que las Ong’s puedan operar en mejores condiciones, pues a decir del regidor, Hugo González, su desacuerdo en esta donación se debía a que le “pareció extraño el dictamen”, sin argumentar a fondo.
El tema generó debate entre las fracciones edilicias del PAN y Morena, pero finalmente pasó y se aprobó por mayoría de votos.
Otra contradicción de Morena, pues del dicho al hecho, hay mucho trecho. Primero los pobres dicen, y cuando se trata de apoyar a quienes se suman a esa labor de manera solidaria, se hacen a un lado.