Vaya desfachatez de la diputada plurinominal neo morenista, pero bajo las siglas del ecologista, Brenda Ríos Prieto, al colgarse de un tema muy sensible para los capitalinos, como es la movilidad urbana.
Montada en una estrategia electorera de confrontación contra la alcaldía de Chihuahua, por la que suspira, la señora quiere colgarse de nuestras legítimas demandas de la zona Reliz que, debido al fuerte desarrollo del sector y al aumento del parque vehicular, está ocasionando serios problemas viales.
La diputada plurinominal en el afán por atraer reflectores, ignora que el tema se ha abordado desde hace meses, y que ya hay reuniones con las autoridades involucradas en dar respuesta y solución a nuestras demandas a través de los comités de vecinos.
Como lo advertí la semana pasada en otra de mis colaboraciones editoriales “Zorras, porque ahí viene el lobo”, el sobrenombre de ‘Revolución Reliz’ con el que algunos residentes se identificaron para involucrarse en el tema, llevaba un fuerte tufo a grilla.
El grave problema de vialidad no solo afecta a la zona Reliz, sino también el Periférico de la Juventud, a la Tecnológico por el norte, a la carretera a Aldama y a la Lombardo Toledano.
A diferencia de la mal intencionada “campañita electorera”, los ciudadanos sí hemos puesto en relieve que, la fuerte carga vehicular en la ciudad, el exceso de velocidad de automovilistas, la falta de señalética vial y el abuso de comercios y padres de familias que obstaculizan y restringen carriles, han propiciado accidentes constantes, también fatales, en vialidades como la Teófilo Borunda, periférico de la Juventud, La Cantera y el Francisco R. Almada.
Ya se ha cuestionado la facilidad y rapidez con la que las desarrolladoras obtienen permisos de construcción, frente a la lenta construcción de vialidades que ayuden a desahogar el caos vial que se presenta en la ciudad capital.
Ha sido, en efecto, la visión limitada de algunas administraciones municipales a la hora de construir vialidades y distribuidores viales que brinden servicio a largo plazo, la consecuencia de los graves problemas que hoy enfrentamos.
A guisa de ejemplo, la filtración permanente de agua en el puente inferior de la avenida Independencia y las inundaciones del puente de La Cantera que pasa por debajo del periférico de la Juventud, son ejemplos de obras mal hechas. En el mismo tramo de La Cantera, en la intersección que baja de la Ortiz Mena y donde inicia la misma arteria en la prolongación de la Deza y Ulloa, los atascos son comunes.
Quién no recuerda que la gaza universitaria se tuvo que ampliar porque fue insuficiente un único carril original.
No hay que ser mala leche, los limitados recursos públicos para construir obras de gran envergadura no compiten con el crecimiento del parque vehicular.
Al ser la capital del estado una urbe con tremendo desarrollo, es obvio que haya poder adquisitivo para comprar autos nuevos, pero la crisis vial se acentuó con los decretos de la federación para importación de autos. Tan solo en los últimos seis años se permitió la entrada y regularizaron 2.5 millones de vehículos en el país, de los cuales 250 mil se quedaron mayormente entre Juárez y Chihuahua.

Sin meter las manos al fuego por los abusones desarrolladores que, por años han influido y marcado los rumbos del crecimiento de la ciudad, resulta mezquino que la legisladora traiga a Chihuahua la narrativa electorera del “cártel inmobiliario”, pero calla las propuestas y reformas que se hacen en CDMX y a nivel federal que, como ella señala acá, lastiman los bolsillos de los chihuahuenses.
En vez de colgarse de una demanda legitima ciudadana, por qué no plantea ante el Congreso local el incremento del 3 al 4% del Impuesto Sobre Nómina (ISN), multas de tránsito conforme al valor del vehículo y fotomultas al transporte público, así como le hace el gobierno de la CDMX, y pretende el ejecutivo federal, sus fuentes de inspiración. Congruencia.
La recaudación de impuestos, derechos vehiculares y multas permiten al gobierno contar con más recursos para hacer obras, como las que nos hacen mucha falta, y como las que se supone realizan en la capital del país.
Que quede claro, no nos vamos a detener en nuestras demandas hasta encontrar respuestas a la problemática del congestionamiento vial en la ciudad, como tampoco vamos permitir que el oportunismo y la grilla contaminen el diálogo y las urgentes soluciones.
Es cuanto.