“Desde el principio creímos en algo tan simple como inmenso: que todos los seres humanos nacen para ser libres”
María Corina Machado, en voz de su hija Ana Corina Sosa
Ciudad de México.- María Corina Machado no llegó a tiempo a Oslo para recibir ayer el Premio Nobel de la Paz. Solo pudo dejar Venezuela en una embarcación el martes 9 de diciembre porque su salida fue demorada por mal clima. Llegó a la isla neerlandesa de Curaçao en el Caribe, pero apenas ayer por la mañana logró tomar un vuelo. En una conversación grabada antes con Jørgen Watne Frydnes, presidente del Comité del Nobel, expresó el deseo de arribar pronto "para abrazar a toda mi familia y a mis hijos que no he visto por dos años".
Su hija, Ana Corina Sosa, recibió el premio y leyó la "conferencia", como se le llama formalmente, preparada por su madre: "Venezuela -dijo-- nació de la audacia, moldeada por una fusión de pueblos y culturas. De España heredamos una lengua, una fe y una cultura que se hermanaron con nuestras raíces ancestrales indígenas y africanas. En 1811 escribimos la primera constitución del mundo hispano. Allí afirmamos una idea radical: que cada ser humano posee una dignidad soberana".
Tristemente, este país precursor de las libertades individuales las ha perdido bajo la dictadura: "Cuando comprendimos cuán frágiles se habían vuelto nuestras instituciones, ya era demasiado tarde. El cabecilla de un golpe militar contra la democracia fue elegido presidente y muchos pensaron que el carisma podría sustituir al estado de derecho. Desde 1999, el régimen se dedicó a desmantelar nuestra democracia: violó la Constitución, falsificó nuestra historia, corrompió a las fuerzas armadas, purgó a los jueces independientes, censuró a la prensa, manipuló las elecciones, persiguió la disidencia y devastó nuestra biodiversidad" (no hablaba de México, aunque parezca).
Venezuela, que había sido uno de los países más ricos de Latinoamérica, receptor de refugiados políticos y económicos de todo el mundo, tuvo un desplome monumental. "La riqueza petrolera no se usó para liberar sino para someter. La economía colapsó más de un 80 por ciento, la pobreza superó el 86 por ciento, y nueve millones de venezolanos se vieron obligados a huir". Y mientras los venezolanos se hundían en una creciente pobreza, los líderes del "socialismo del siglo XXI" vivían en una cada vez más ostentosa riqueza.
Ni siquiera la voluntad del pueblo venezolano, que otorgó un triunfo contundente a la oposición en las elecciones del 28 de julio de 2024, fue suficiente para persuadir a los tiranos de dejar el poder. Nicolás Maduro se hizo declarar vencedor, sin nunca presentar las actas electorales que debían por ley respaldar el resultado. Jørgen Frydnes, el presidente del Comité del Nobel, describió ayer algunos de los abusos del régimen de Maduro y pidió: "Señor Maduro: Debe aceptar los resultados electorales y renunciar a su cargo. Debe sentar las bases para una transición pacífica hacia la democracia. Porque esa es la voluntad del pueblo venezolano. María Corina Machado y la oposición venezolana han encendido una llama que ninguna tortura, ninguna mentira y ningún miedo podrán apagar".
María Corina, en la voz de su hija Ana, expresó: "Este premio tiene un significado profundo: le recuerda al mundo que la democracia es esencial para la paz. Un pueblo que elige ser libre no solo se libera a sí mismo, sino que contribuye con toda la humanidad.. Venezuela volverá a respirar. La libertad se conquista cada día, en la medida en la que estemos dispuestos a luchar por ella. Solo es posible alcanzar la libertad cuando decidimos no vivir de espaldas a nosotros mismos.".
Vapeadores
La prohibición de los vapeadores, aprobada por los diputados para productos "con o sin nicotina" (artículo 22 TER), generaría también penas de cárcel por la comercialización de humidificadores o aromatizadores. En México la pena mínima por homicidio en riña es de cuatro años; por vender un aromatizador, será de ocho años.
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