De los sucesos más significativos, la “Ley de Aguas Nacionales” y la designación de la fiscal general de la República, Ernestina Godoy, son los que aquí se describen, sin valorarlos. Es la Ley de Aguas la que generó —y seguirá generando— presencia en la agenda electoral día y noche, en todas las redes sociales, hasta el 27. Es y será la propuesta, el mensaje y la estrategia de comunicación principal en una elección que, en la práctica, ya inició. Es la nueva bandera de la ultraderecha en Chihuahua.
La “Ley de Aguas Nacionales” empata en importancia con la del Poder Judicial. Y por su fuerte impacto social inmediato equivale, guardando proporciones, a la Reforma Agraria iniciada por Lázaro Cárdenas hace 100 años. La nueva Ley llega en el momento en que el PRIAN gira hacia la ultraderecha y, en Chihuahua, abre con fuerza el inicio de la carrera por la gubernatura. No describiremos sus beneficios para todos, sino su instrumentación electoral, que es precisamente lo que está haciendo el PRIAN en Chihuahua.
En efecto, desde hace tiempo el PRIAN local venía oponiéndose al “plan hídrico” que incubaba la federación y que derivaría en la nueva Ley de Aguas, dejando ver claramente que esa sería su bandera electoral rumbo al 2027. Buscan despertar las reminiscencias políticas y simbólicas que permanecen latentes en la memoria de los chihuahuenses por el no tan lejano “conflicto del agua en La Boquilla”, y usarlo como estandarte electoral contra Morena y contra la excelente imagen de la presidenta Claudia, que sigue siendo, hasta nuevo aviso, un muro de acero frente a la pretensión prianista de conservar la gubernatura.
Los estrategas prianistas calculan que si el conflicto “por el agua de La Boquilla” fue el factor principal que los llevó a ganar la gubernatura, ahora la nueva “Ley de Aguas Nacionales” podría servirles para conservarla en 2027.
Desde hace meses, los funcionarios del agua prepararon a los productores agropecuarios para ponerse en guardia y oponerse al plan hídrico que evolucionó hacia esta Ley de Aguas Nacionales, de la que se hablaba de manera incipiente en la Conagua y en reuniones con funcionarios del agua locales. Por eso el uso político del agua es la base de la propaganda prianista. Y la oportunidad les llegó con la nueva Ley.
Paralelamente a la movilización de los productores del campo, la ultraderecha activó a sus grupos de bots y generó millones de mensajes de odio y de mentiras extremas, distorsionando la finalidad fundamental de la Ley. Con ello intentaron crispar los ánimos de los productores y de la opinión pública, al punto de conducirlos hacia una movilización de corte insurreccional.
Está documentado que esa propaganda ultraderechista está diseñada por Víctor Negreé, un convicto criminal en España, y distribuida por un ejército de influenciadores en México, con el objetivo explícito de derrocar a la presidenta de México.
Todo iba conforme al plan de la ultraderecha; “parecía” que lograban disminuir ligeramente la predisposición electoral favorable a Morena.
Pero el jueves, al hacer un análisis de la guerra digital en redes, la situación favorable al PRIAN dio un giro visible. Se apreció, en la cuantificación de comentarios y “likes” sobre la presión de los productores del campo, que ya no tienen el apoyo popular que mostraban hace una semana. En efecto, los mensajes en WhatsApp, Facebook, TikTok, etcétera, cambiaron en buena parte, ahora en contra de la movilización campesina. Quizá se deba a que influenciadores y comentaristas descubrieron, otra vez, que se trata de una manipulación más de la ultraderecha, sin motivos legítimos para seguir oponiéndose a la nueva Ley de Aguas.
Para cuando se estaba aprobando la Ley, la población ya estaba más informada y preparada para resistir la manipulación y la intensa guerra de odio y mentiras de la ultraderecha.
Esto se percibió porque, cuando los representantes políticos prianistas y líderes agropecuarios estaban en plena ofensiva contra la Ley y convocaron a nuevas tomas de carreteras y cruces fronterizos, ya no obtuvieron el mismo apoyo que la semana anterior. La gente supo que el gobierno federal ya había aceptado incorporar a la Ley las exigencias justas de los productores.
Mientras Lilly Téllez llamaba por Twitter a los campesinos “a un levantamiento”, algunos tractoristas intentaron tomar el Zócalo para presionar al Senado y boicotear la concentración de Morena por el séptimo aniversario de la llegada a la Presidencia. Pero no lograron su objetivo porque la policía de la Ciudad de México les impidió el acceso al Zócalo. Volvieron a sus lugares de origen al descubrir que habían sido manipulados por las mentiras de la ultraderecha.
Y así inicia, como lo informó el líder de Morena, Cuauhtémoc Estrada, “la lucha por la verdad: poner en claro a los chihuahuenses quién, entre Morena y el PRIAN, dice la verdad o miente sobre la Ley de Aguas”. De ello depende quién de los bandos dará un paso muy grande rumbo a la gubernatura. Ni más ni menos.