En México muchísimas tradiciones están desapareciendo rápidamente: el poder de quien se sienta en la silla presidencial, el poder legislativo y el poder judicial. También las firmas. Estas son el nombre y/o apellido escrito por una persona de propia mano en un documento con o sin rúbrica. Es decir, un rasgo o conjunto de rasgos siempre de la misma manera que se pone en la firma después del nombre o bien la sustituye. Las firmas son para autenticar o aprobar un documento.
Clases de firmas
Una de ellas es la siguiente: un grupo de amigos departe alegremente -hablando de mujeres y traiciones- en torno a una mesa de cantina repleta de botellas de licor. De pronto uno de ellos –o dos o más porque un mexicano jamás expele por la uretra un líquido que en la mayoría de los casos es orina pero que puede ser sangre lo cual manifiesta un problema en los riñones o vías urinarias y que requiere… y ya me salí del tema- se retiran momentáneamente diciendo que van a “echar una firma” lo cual significa que van al baño, o al mingitorio o en su defecto a una pared o a una llanta del coche último modelo del vecino.
Con el paso de los años los cuadernos están a un pasito de la extinción. Lo mismo ocurre con los lápices o bolígrafos y más aún con las ya prácticamente desconocidas plumas fuente, preciosas, distinguidas y elegantes que utilizábamos para signar documentos descomunalmente importantes, como el recibo de las escrituras de tu casa, el de la factura del coche o el acta de divorcio.
Las máquinas de escribir, sobremanera las eléctricas, sustituyeron a los garabatos escritos en letra cursiva, pegada, itálica o script por documentos claros –al menos para leerse, el contenido es asunto del escribiente-. Posteriormente esos instrumentos fueron sustituidos por las computadoras personales y actualmente por las Tablet e incluso teléfonos celulares. Adiós cuadernos Polito, fuera las Olivetti, las Remington, las Olympia o las Smith Corona. Digámosle Goodbey también a los lápices, lapiceros, plumas y bolígrafos.
¿Cuál es la razón? Si endenantes ya mecanografiábamos o usamos el teclado de PC o Laptop o Tablet o Teléfonos Móviles la firma solo la empleábamos para firmar Bouchers pues ya ni eso, porque ni modo que compremos casa todos los días, semanas o meses. Cambiamos carro -como todo el mundo- cada año al menos, así que los pagos con tarjetas de crédito o débito era nuestra única oportunidad para estampar la poderosa. Pero ahora ya ni eso. Llegas a un negocio, eliges tus compras, llegas a la caja, sacas la cartera, pasas el plástico por encima de la maquinita de cobros, la retiras y ya. Hace bastante tiempo que ya ni el NIP debe teclearse.
Los retiros de efectivo de cajeros automáticos se efectúan con un código en los cuales tampoco debemos digitar ningún numerito. Las firmas autógrafas desaparecen con rapidez, las electrónicas y digitales también. Pronto serán sustituidas.
En un futuro próximo ya no sabremos escribir “a mano”. ¿Qué harán los artistas para dedicarles sus fotos a sus fans? ¿o los escritores para dedicarle a sus lectores un libro? Pronto las rúbricas solo servirán para validar decretos para extinguir el Congreso de la Unión –porque el pueblo así lo quiso- o el INE, o los Fideicomisos u Organismos Autónomos o la renuncia de la titular del Ejecutivo o Dios no lo quiera, exportaciones de aerolíneas, líneas férreas, bancos, supermercados, minas, hoteles, restricciones a la libertad de prensa y de expresión y mantener bajo control la compra venta de los panchólares (divisa diseñada por Choco Milk en los años sesenta).
Por cierto, ¿por qué algunas personas firmaban –o firman- con una X? es una tradición que nació en el siglo V de nuestra era y significa que estoy de acuerdo, soy cristiano, pero no sé leer ni escribir.
¿Existen firmas de mala suerte? ¡Claro que sí! Cuando la estampas en un acta de matrimonio.
Mi álter ego le recomienda que los asesores de Claudia le recomienden ya no mencione a Felipe Calderón y menos al Presidente, digo, al expresidente. Solo los hace famosos. Díganle que sea ella misma, aunque no sepa bien quién es ella misma. Gracias de antemano.
Opinión
Miércoles 23 Oct 2024, 06:30
Adiós a las firmas
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Rafael Soto Baylón
