Se soltó el diablo en lo que, hasta esta semana, todos estábamos viendo era una transición inédita, tersa como ninguna otra. De la olla de la condición humana, salió un boncho de sucesos extraordinarios que estremecieron y siguen haciendo grandes olas a la inédita transición presidencial. 
De ellos, salta a la vista que los conservadores que perdieron la elección en toda la línea, siguen tratando de evitar en los tribunales, que no logren Morena y sus aliados, la mayoría calificada para hacer las reformas constitucionales en el legislativo federal. Y como mal perdedores, se dedican a poner en práctica todas las mañas, para quitarle a Morena a la brava, lo que no pudieron ganarle en la elección. 
Por ser de enorme importancia, fijamos la atención en el intento de la derecha para hacer, lo que muchos you tubers, tik tokeros, facebookeros, whatsaperos y expertos en derecho constitucional como el ex ministro Saldívar, entre muchos otros, han calificado como un intento de “golpe de estado técnico”, para arrebatarle a Morena y sus aliados, con maniobras leguleyas, operadas desde la élite de la Suprema Corte; en el TEPJF, la mayoría calificada, por medio de un amparo indirecto, en el que un juez de distrito en materia administrativa, Rodrigo de la Peza, emitió una mañosa e ílicita suspensión provisional, ordenándole  ese Tribunal que haga dentro de 24 horas, el nombramiento de dos magistrados que faltan para calificar la elección presidencial y obviamente la procedencia o no de la mayoría calificada en el Congreso de la Unión a favor de Morena. Obviamente, una parte del plan con maña de dicho juez, está en que, al obligar al Tribunal Electoral para nombrar esos dos magistrados, implica cambiar la doctrina y la jurisprudencia sobre la sobre representación legislativa. 
Es decir, como ya está firme el criterio en el TEPJF, de que la mayoría constitucional sí la ganaron Morena y sus aliados; lo que pretendía dicho juez con esa suspensión provisional, era cambiar ilícitamente ese criterio y por ende, quitarle a la brava, con argucias legales, la mayoría calificada a Morena y sus aliados. 
Hechos de dicho juzgador que son apoyados, y fueron planeados por los ministros prianistas que manejan la Suprema Corte, y que visiblemente, pretendían hacer a un lado los resultados electorales y a dicho Tribunal Electoral, aparentando ser muy “legal y proderechos humanos”, pero en realidad, es un plan con maña de la derecha para no acatar el resultado electoral del 2 de junio y quitarle la mayoría calificada al bando progresista. 

El preocupante intento de golpe de la derecha contra el TEPJF y su criterio jurisprudencial de la sobre representación legislativa a favor de Morena y sus aliados, aparentemente pasó “sin ser percibido” por los medios. Sin embargo, para los altos mandos de esa fuerza política, sí se percibió y se catalogó como “muy peligrosa”, planeada desde la Suprema Corte y operada por dicho juez de La Peza. Sin embargo, por la gravedad política y jurídica de la intentona derechista, quizás y para no inquietar a la población, optaron por tenerlo con un bajo perfil mediático. Pero indudablemente es una acción sumamente grave e inquietante para la transición del poder.
En palabras pobres, el citado juez de distrito quiso dar un “golpe de estado técnico”, al erigirse a sí mismo, como “superior a la máxima autoridad electoral” y darle un manotazo judicial, al resultado electoral del 2 de junio, para intentar calificar la elección presidencial, nombrar dos magistrados de su grupo político y quitarle con esa, su suspensión provisional, a los triunfadores de la elección la mayoría calificada en el Congreso de la Unión. Lógicamente, la élite prianista de la Corte, así evitaría la reforma judicial que ya está avanzando en el Senado y que, hasta nuevo aviso, seguramente va a ser aprobada en septiembre.
La maniobra de dicho juez de La Peza, equivale, para ex ministros de la Corte, como Saldívar, a un “golpe de Estado técnico”, pues quiso asumir las funciones de TEPJF para calificar la elección presidencial, hacer a un lado al Senado en la designación de magistrados electorales y en consecuencia cambiar y violar la Doctrina y la jurisprudencia firme fijada por el Tribunal Federal Electoral desde 1994, sobre el hecho de que un partido y sus aliados, SÍ pueden legalmente constituir mayoría calificada, tener la sobre representación en el Congreso de la Unión. 
Ese modus operandi de maniobras, como las que realizó el juez Rodrigo de La Peza contra la Constitución y contra el Senado y contra el TEPJF, ya lo habían venido realizando de diversas formas y en otros amparos el grupo de ministros prianistas de la Suprema Corte de Justicia, como por ejemplo cuando le revocaron al Poder Legislativo la reforma eléctrica, la creación de la guardia nacional, la nacionalización del litio; y concedieron miles de suspensiones de amparos contra la construcción del Tren Maya, y contra la gigantesca obra, con trascendencia mundial del Tren Inter Oceánico, que son obras históricas para el desarrollo económico del país. 
Sin embargo, fue tan burdo, como todos los “golpes de estado técnicos” el realizado por dicho  juez de la Peza, que fue atajado de plano por la Secretaría de Gobernación que solicitó de forma urgente juicio político contra dicho juez y el TEPJF por su parte, interpuso querella penal contra dicho juez. Todo lo cual, está en trámite. 
Ello, posiblemente es, una de las últimas maniobras del grupo conservador en la Corte para patalear el resultado electoral; y la que le ponga el último clavo al ataúd a ese tipo de maniobras perniciosas para el país, operadas por esa casta privilegiada de la Corte; y que por ende, le dio más bríos a la reforma judicial.