Cd. de México.- La doble ejecución de funcionarios del Gobierno capitalino fue perpetrada por un solo sujeto vestido con una chamarra blanca y un casco de motociclista, quien disparó al menos 12 ocasiones contra sus víctimas y luego huyó a pie.
El sicario esperó sentado junto a un poste durante 20 minutos el arribo del auto que conducía la funcionaria.
A las siete de la mañana con 13 minutos ya se tenía registro de su arribo al lugar del crimen.
El vehículo Audi conducido por Ximena Guzmán, la secretaria particular de la Jefa de Gobierno Clara Brugada, se estacionó pasadas las 7:30 horas sobre la Calzada de Tlalpan a la altura del número 676, casi esquina con la calle Napoleón, junto a un bajo puente en la Colonia Moderna para esperar el arribo a pie del acompañante.
Quedó estacionada durante 40 segundos con las intermitentes prendidas sobre Tlalpan a la vista de su agresor. Cuando el asesor José Muñoz se aproximaba por el lado derecho y la conductora le abría la puerta de copiloto, el sicario se colocó de frente al vehículo y disparó mientras el auto avanzaba lentamente.
Primero disparó sobre el parabrisas contra Guzmán y luego giró a su derecha para disparar cruzado sobre Muñoz, quien intentó cerrar la puerta. Después arremetió directo otros cuatro disparos sobre la ventanilla de la conductora.
El asesino, quien portaba también una mochila que cargaba con su mano izquierda, huyó en sentido contrario a Tlalpan rumbo al bajo puente y descendió las escaleras.