Desde hace seis años han aparecido al menos 41 cuerpos en tiros de mina ubicados en Aquiles Serdán; los últimos 10 en estos días, de acuerdo con información de la autoridad ministerial.
El primer hallazgo ocurrió el 16 de agosto de 2019, cuando descubrieron los cuerpos de Ivania Perea Prieto y su padre Martín Perea, levantados afuera de su vivienda ubicada en la colonia Jardines Universidad, el 25 de julio de dicho año.
De acuerdo con datos periodísticos publicados en este medio de comunicación, en aquella ocasión, primero sacaron el cuerpo de ella y junto con sus restos fueron encontrados tres más.
Días después localizaron a Martín en ese mismo en ese mismo tiro conocido como San Antonio Viejo, con una profundidad de más de 200 metros, ubicado justo entre las comunidades de San Antonio y Santo Domingo.
Ese no fue el único hecho ya que en junio de 2020, el entonces fiscal general del Estado, César Augusto Peniche Espejel, dio a conocer ante medios de comunicación que habían localizado 12 restos óseos pertenecientes al mismo número de personas en dicho lugar.
El 29 de septiembre de ese mismo año fueron encontrados tres cuerpos más en el tiro, así como diversos restos óseos, en medio de una anunciada estrategia para concluir con la búsqueda de osamentas, enviarlas a su identificación y posteriormente asegurar la zona.
La Fiscalía de Distrito Zona Centro (FCZ), informó ayer que en total son 31 víctimas localizadas en dicho lugar del 2019 al 2022, más otras 10 localizadas esta semana, dando un total de 41.
El último hallazgo fue en atención a una llamada anónima, lo que derivo en un operativo de búsqueda y localización en otro tiro de 110 metros en la mina conocida como “Cueva del Diablo”.
Las labores iniciaron desde el viernes 31 de octubre y concluyeron el lunes de esta semana, según informaron las autoridades.
En las acciones de rescate participaron elementos de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), en coordinación con la Comisión Local de Búsqueda, a través de su personal especializado en descenso vertical y antropología, la Dirección de Servicios Periciales de la Fiscalía General del Estado (FGE), la Coordinación Estatal de Protección Civil, y el Ejército Mexicano.
Como resultado del operativo a cargo de la Unidad Especializada en la Investigación de Personas Ausentes y/o Extraviadas de la Fiscalía de Distrito Zona Centro, fueron recuperados 10 cuerpos sin vida en un tiro de mina, del sitio conocido como “la Cueva del Murciélago”, en el municipio de Aquiles Serdán.
En rueda de prensa, el titular de la Fiscalía Zona Centro, Heliodoro Araiza y el titular de la Unidad Especializada en Investigación de Personas Ausentes y/o Extraviadas, Edwin Iván Rodríguez Balderrama, precisaron que este no era el mismo tiro de mina que había sido clausurado en 2022 por el anterior fiscal Roberto Fierro, pero confirmaron que está por la misma zona.
Ambos funcionarios hablaron del hallazgo de cuatro masculinos originarios del estado de Durango, reportados como desaparecidos el 30 de octubre del año en curso.
Rodríguez Balderrama compartió que inició con la búsqueda de Jesús Román de Santiago Solís, de 42; Juan y Ezequiel, ambos de apellidos Corral Acuña, de 37 años y 36 años, respectivamente, y de Jair Núñez Gandarilla, de 40 años.
De acuerdo con las indagatorias ministeriales, las personas pretendían instalar un negocio de máquinas “tragamonedas”, conociéndose que viajaban en una camioneta tipo pick up, de la marca GMC, línea Sierra, la cual fue encontrada calcinada en el kilómetro 208, de la carretera Chihuahua-delicias, identificada por las placas de circulación como propiedad de uno de ellos, explicó.
“Tenemos dos datos relevantes para la investigación; el primero de estos es una camioneta GMC Sierra, que era propiedad de uno de los desaparecidos, de nombre Juan, la cual aparece calcinada para el kilómetro 208 de la carretera hacia Delicias y la llamada anónima sobre este hecho”, señaló.
En este punto de la investigación -indicó-, recibieron una llamada anónima respecto al posible hallazgo de cuerpos sin vida, dentro de tiros de minas en el municipio de Aquiles Serdán.
Las indagatorias a cargo de la Agencia Estatal de Investigación (AEI) adscrita a la Unidad de Ausentes, permitieron llegar hasta una mina, en la que identificaron tres tiros, detalló.
Uno de ellos, completamente clausurado, otro llamado “La Democracia” en el que solo había escombros hasta en una profundidad de 300 metros, y un tercero denominado “la Cueva del Diablo”, precisó.
A este último se intentó descender, pero la dificultad del área obliga a acceder a través del punto nombrado “la Cueva del Murciélago”, que es de donde el 31 de octubre lograron extraer cuatro cuerpos sin vida, el 2 de noviembre otros dos, y el lunes 3 fueron cuatro más.
Siguiendo los protocolos para lograr la identificación de los cuerpos, detallaron que han podido reconocer solo a uno de ellos, que corresponde a Jahir Núñez Gandarilla, de 40 años.
Según lo que declararon familiares de tres de los oriundos de Durango, su presencia en la capital del estado estaba relacionada con el negocio de máquinas tragamonedas.
Los seres queridos de los hermanos Corral Acuña reportaron la pérdida de comunicación con ellos desde el 29 de octubre y narraron que al no contactarlos por vía telefónica, interpusieron los reportes de desaparición ante las autoridades Chihuahuenses.
Rodríguez Balderrama también dijo que mediante las cámaras Centinela y Plataforma Escudo Chihuahua siguieron el recorrido de la camioneta de Juan Román, la GMC Sierra a la que perdieron de vista en San Guillermo, por lo que al ayuntamiento de Aquiles Serdán solicitaron material de cámaras particulares para detectar nuevamente la camioneta.
Finalmente, el coordinador comentó que en la Unidad de Ausentes continúa el trabajo de rehidratación de las huellas, para posteriormente realizar los periciales en dactiloscopía, y lo conducente a genética, así como el operativo de búsqueda para analizar si existen más cuerpos por recuperar.
En lo que a la causa de muerte se refiere, Rodríguez Balderrama señaló que estos fallecieron por golpes, pero que no podría precisar si fueron lanzados al vacío y murieron tras la caída o si primero los golpearon hasta morir y luego los arrojaron.
De acuerdo con la pesquisa, Ezequiel Corral Acuña tiene el cabello negro corto y lacio, ojos café oscuro y tez trigueña oscura y Juan Corral Acuña cabello castaño oscuro, ojos café claro, barba y bigote.
En tanto que Jair Núñez Gandarilla tenía cabello negro corto, ojos café claro, tez trigueña oscura, una cicatriz en la ceja derecha y un lunar bajo el ojo izquierdo.
En el caso de Jesús Román de Santiago Solís, tiene 41 años, estatura de 1.74 metros, pesa 90 kilogramos, es de tez trigueña clara, complexión robusta, cabello castaño claro, ojos café y cara ovalada.
Entre sus señas particulares destacan dos lunares pequeños debajo del ojo derecho y una cicatriz de accidente en el tobillo izquierdo. Al momento de su desaparición, vestía una playera de manga larga color guinda, pantalón de mezclilla azul marino, tenis azul marino y gorra negra.