Nunca aspiró a ser sacerdote. Después de ascender a obispo, dio a entender que sufría del síndrome del impostor. Y cuando se le pregunta al cardenal Luis Antonio Gokim Tagle de Filipinas si podría convertirse en el primer papa asiático -una pregunta frecuente en los últimos años- dice que es imposible.
"Pensando en mí mismo en esa posición, no, no, me río de eso", dijo el cardenal Tagle a la BBC en 2015. "Ni siquiera puedo manejar mi vida. ¿Cómo puedo gestionar una comunidad mundial?"
Para entonces ya se había hablado de él como un posible sustituto del papa Benedicto XVI. A sus 67 años, el cardenal Tagle vuelve a estar en muchas listas no oficiales de cardenales "papabiles", o aquellos con buenas posibilidades de suceder al papa Francisco. El candidato más prominente de Asia, su elección sería un marcador enfático del alejamiento de la Iglesia Católica Romana de Europa hacia África y Asia, donde continúa creciendo.
Francisco fue el único papa de la era moderna que nació fuera de Europa. Si el cardenal Tagle asciende al papado, sería el primer pontífice asiático en los tiempos modernos. (Varios papas en la antigüedad eran de Siria, que técnicamente está en Asia Occidental, aunque ahora se considera parte del Medio Oriente).
En el Vaticano, el cardenal Tagle supervisa el trabajo misionero. Ampliamente conocido por su apodo de "Chito", a menudo se le llama el "Francisco asiático" por su capacidad para conectarse con los pobres, su llamado a la acción contra el cambio climático y sus críticas a la postura "dura" adoptada por los clérigos católicos hacia las personas homosexuales, las personas divorciadas y las madres solteras. Es popular por su humildad, y sus homilías han atraído a los fieles a los bancos y a las transmisiones de Facebook.
Pero como líder de la iglesia en Filipinas, fue criticado por activistas y colegas sacerdotes por ser tímido sobre el flagelo del abuso sexual clerical. Esas quejas continuaron a medida que su perfil en la iglesia aumentaba. El mes pasado, la Red de Sobrevivientes de los Abusados por Sacerdotes, un grupo de defensa, instó al Vaticano a investigar la conducta del cardenal Tagle en relación con casos de presuntos abusos clericales en la República Centroafricana y Nueva Zelanda. (El grupo también buscó investigaciones sobre otros cinco cardenales).
Por otra parte, en 2022, el papa Francisco destituyó a todo el equipo directivo de Caritas Internationalis, el brazo caritativo del Vaticano, incluido el cardenal Tagle, que se desempeñaba como presidente. Una revisión externa había encontrado problemas de gestión y de moral en la oficina central de Caritas.
En su país, el cardenal Tagle ha sido criticado por no abordar adecuadamente la guerra contra las drogas del expresidente Rodrigo Duterte, en la que decenas de miles de personas fueron ejecutadas sumariamente.
"Si Chito hubiera hablado clara y valientemente durante el gobierno de Duterte, menos personas podrían haber muerto", dijo el reverendo Robert Reyes, quien estuvo en el seminario con el cardenal Tagle.
En ese momento, el cardenal era arzobispo de Manila. Pidió "poner fin al desperdicio de vidas humanas", pero no confrontó directamente a Duterte.
El cardenal Tagle no respondió a una solicitud de entrevista.
Hoy en día, el cardenal Tagle es uno de los cinco cardenales de Filipinas. Algunos conocedores del Vaticano ven al cardenal Pablo Virgilio Siongco David, que tiene un perfil más bajo, como un posible papa también.
Cuando la legislatura filipina propuso un proyecto de ley para facilitar el acceso a la anticoncepción, el cardenal Tagle pidió a los legisladores que lo rechazaran. Pero más tarde dijo que no estaba de acuerdo con otros miembros del clero que amenazaron a varios legisladores con la excomunión.
"Trata de persuadir a la gente en lugar de intimidarla", dijo el reverendo Joseph A. Komonchak, quien enseñó al cardenal Tagle en la Universidad Católica de América en Washington en la década de 1980.
Mientras el cardenal Tagle era líder de la Iglesia en Filipinas, Duterte se burlaba con frecuencia del catolicismo e insultaba al papa Francisco.
Duterte ha dicho que fue abusado sexualmente por un sacerdote cuando era niño. Algunos sacerdotes, incluido el cardenal David, criticaron su guerra contra las drogas. Pero el cardenal Tagle guardó silencio. Sus críticos a menudo señalan al cardenal Jaime Sin, quien jugó un papel decisivo en el derrocamiento del dictador Ferdinand Marcos.
Sobre el tema de los abusos clericales, el cardenal Tagle ha dicho que los relatos de los supervivientes le "hieren". Pero también ha dicho que los sobrevivientes deben buscar justicia a través del proceso canónico de la Iglesia porque "las víctimas, una vez expuestas al público, también podrían ser avergonzadas". La Iglesia, dijo, también debería preocuparse por "el abusador, que definitivamente está perdido".
"Este es un enfoque muy asiático", le dijo a Union Catholic Asian News en 2013, "y ese enfoque conduce a la curación".
"Lo triste es que el cardenal Tagle está muy alejado de las realidades que enfrentan los abusos sexuales de niños por parte de sacerdotes y hermanos", dijo el reverendo Shay Cullen, un sacerdote irlandés que trabaja en Filipinas. Dijo que el cardenal le había dicho que la Iglesia estaba más preocupada por asuntos como el divorcio.
El enfoque del cardenal Tagle ha contribuido a una cultura de impunidad en la Iglesia en Filipinas, según un grupo de vigilancia, BishopAccountability.org.
El cardenal Tagle ha reconocido haber sido criticado por "no ser fuerte, que no condeno lo suficiente", pero dijo que se sintió alentado por el ejemplo de Francisco, según una entrevista de 2015 con Crux, una publicación especializada en la Iglesia Católica. "¿Quién soy yo para juzgar?", dijo, repitiendo la posición de Francisco sobre los sacerdotes homosexuales.
Nacido en Manila, el cardenal Tagle fue criado en la ciudad de Imus por padres que trabajaban en un banco. Quería ser médico, pero ingresó al seminario después de asistir al Ateneo de Manila, una de las principales universidades jesuitas.
Ordenado sacerdote en 1982 a la edad de 24 años, escribió su tesis doctoral sobre el Papa Pablo VI en la Universidad Católica.
En Washington, por iniciativa propia, visitaba regularmente un hospicio para personas que sufrían de SIDA, dijo el reverendo Peter Bernardi, un compañero de clase.
Regresó a Imus en 1992, donde era conocido por viajar en bicicleta o jeepney, un medio de transporte público barato. En las décadas siguientes, fue nombrado arzobispo de Manila, luego cardenal, y finalmente se trasladó al Vaticano.
Ahora él podía ascender al timón de la iglesia.
Durante la elección del sucesor de Benedicto, que resultó ser Francisco, el cardenal Tagle escribió al padre Komonchak, pidiéndole a su antiguo maestro que "rezara por mí".
"Interpreté que quería decir que estaba abrumado por la posibilidad de ser elegido Papa", dijo el padre Komonchak. —¿Quién no lo sería?
