El Gobierno estadounidense anunció que ampliaría las restricciones de entrada a otros 20 países y a la Autoridad Palestina, con lo que duplica el número de naciones afectadas por los límites anunciados hace unas semanas sobre quién puede entrar y emigrar a Estados Unidos.

El martes, el Gobierno estadounidense añadió a Burkina Faso, Mali, Níger, Sudán del Sur y Siria a la lista de países cuyos ciudadanos tienen prohibido entrar en Estados Unidos. También restringió completamente la entrada a personas con documentos de viaje emitidos por la Autoridad Palestina. Sudán del Sur ya enfrentaba restricciones de viaje significativas.

Además, se añadieron 15 países a la lista de naciones que enfrentan restricciones parciales: Angola, Antigua y Barbuda, Benín, Costa de Marfil, Dominica, Gabón, Gambia, Malaui, Mauritania, Nigeria, Senegal, Tanzania, Tonga, Zambia y Zimbabue.

La medida es parte de los esfuerzos de Estados Unidos para endurecer los criterios para permitir la entrada al país para viajes e inmigración, algo que los críticos dicen que impide injustamente la entrada de personas de una amplia gama de países. El Gobierno indicó que ampliaría las restricciones tras el arresto de un ciudadano afgano sospecho de balear a dos efectivos de la Guardia Nacional en noviembre.

Las personas que ya tienen visas, son residentes permanentes legales de Estados Unidos. o tienen ciertas categorías de visas, como diplomáticos o atletas, o cuya entrada al país se considera que conviene a Estados Unidos, están exentas de las restricciones. No estaba claro por el momento cuándo entrarían en vigor las nuevas restricciones.

Trump anunció en junio que se prohibiría la entrada a los ciudadanos de 12 países y que aquellos de otros siete enfrentarían restricciones. La decisión resucitó una política emblemática de su primer mandato.

En ese momento, la prohibición incluía a Afganistán, Birmania, Chad, República del Congo, Guinea Ecuatorial, Eritrea, Haití, Irán, Libia, Somalia, Sudán y Yemen, y aumentó las restricciones a los visitantes de Burundi, Cuba, Laos, Sierra Leona, Togo, Turkmenistán y Venezuela.

Las restricciones se aplican a las personas que pretender viajar a Estados Unidos como visitantes y también a las que pretenden migrar.

El gobierno de Trump dijo en su anuncio que muchos de los países afectados por sus medidas tenían "corrupción generalizada, documentos civiles y de antecedentes penales fraudulentos o poco fiables" que dificultaban la evaluación de sus ciudadanos para viajar a Estados Unidos.

También dijo que algunos países tenían altas tasas de personas que se quedaban más allá de la duración de sus visas, se niegan a recibir a sus ciudadanos que Estados Unidos desea deportar o "en general carecen de estabilidad y control gubernamental", lo que dificulta la evaluación. También citó cuestiones de control de inmigración, política exterior y seguridad nacional para la medida.