Chihuahua, Chih.- A más de un mes de la tragedia en la que fallecieron seis personas en Gran Morelos y que detonó una serie de enfrentamientos entre grupos criminales en municipios aledaños, el alcalde Óscar Luis Miramontes Pérez informó que el municipio está bajo resguardo de la Guardia Nacional desde entonces, y con supervisión constante de la Policía Estatal y Ministerial. Sin embargo, reconoció que la población vive atemorizada y sale lo menos posible a las calles desde aquel 15 de septiembre.

Los hechos ocurrieron la madrugada de esa fecha, cuando celebraban las fiestas patrias en la cabecera municipal. En medio del baile, civiles armados iniciaron una agresión que derivó en un enfrentamiento con policías municipales, quienes respondieron el ataque. Seis personas murieron, entre ellas Gilberto y Socorro Gutiérrez Nevárez, hijos del exalcalde Gilberto Gutiérrez Montes, además de otras víctimas que estaban en el lugar, de acuerdo con los reportes de la Fiscalía General del Estado (FGE).

El ataque provocó una escalada de violencia en municipios vecinos como Nonoava, Belisario Domínguez y San Francisco de Borja, donde han ocurrido nuevos hechos delictivos en las últimas semanas. El alcalde dijo que, aunque en Gran Morelos la situación está en calma, “por esos rumbos sigue muy mala la cosa”, según le han informado otros ediles de la región.

Miramontes Pérez señaló que tras los hechos la Guardia Nacional (GN) y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) mantienen presencia permanente en el municipio. “La Sedena se plantó aquí desde el día del evento, ya tiene base fija”, indicó. Explicó que la Policía Municipal quedó reducida a cinco elementos, luego de que dos agentes fueron procesados, pero que ya fueron incorporados tres o cuatro más, en espera de aprobar los exámenes de confianza para reforzar la corporación.

El alcalde reconoció que la población todavía no está recuperada del miedo que dejaron los ataques. “La gente anda paniqueada, sale muy poco; ya a las seis o siete de la tarde no se ve nadie en la calle”, comentó. “Teníamos muchos años muy tranquilos y desde ese día cambió la historia de Gran Morelos”.

Agregó que el municipio recibe rondines diarios de la Policía Estatal y de la Agencia Estatal de Investigación (AEI), además del acompañamiento de las fuerzas federales. “Agradecemos a la gobernadora y al fiscal que no nos han abandonado”, dijo. “Esperamos que siga así tranquilo, no

“La gente anda paniqueada, sale muy poco; ya a las seis o siete de la tarde no se ve nadie en la calle”

Óscar Miramontes Pérez Alcalde de Gran Morelos

más que pedirle a Dios que nos ayude”.