El gobernador de Texas, Greg Abbott, expresó su pesar por el fallecimiento del Papa Francisco, destacando su legado como líder espiritual y defensor de los más vulnerables. Abbott, católico practicante desde su matrimonio con Cecilia Phalen Abbott en 1981, ha mantenido una relación compleja con la Iglesia Católica debido a sus políticas migratorias.
“Cecilia y yo nos unimos a más de mil millones de católicos en todo el mundo para honrar el legado del Papa Francisco. A lo largo de su papado, el Papa Francisco dirigió con una fuerza silenciosa y el corazón de un servidor, recordándonos el valor de la dignidad humana”, señaló Abbott en un comunicado.
Y agregó: “Fue una voz audaz e inquebrantable en defensa de la vida, defendiendo al no nacido, a los vulnerables y a los marginados con convicción y compasión. Nuestros corazones están con todos los que se unen a nosotros en el luto por su muerte y en el recuerdo del impacto que sus enseñanzas tuvieron en sus vidas. Concédele, Señor, el descanso eterno, y brille para él la luz perpetua”.
A pesar de su fe, Abbott ha sido criticado por líderes católicos por medidas como la Operación Estrella Solitaria, que ha resultado en más de 529,000 detenciones de migrantes desde marzo de 2021, y la firma de la ley SB4, que permite a la policía detener a inmigrantes sospechosos de haber cruzado ilegalmente la frontera. Estas acciones contrastan con las enseñanzas del Papa Francisco sobre la dignidad y el respeto hacia los migrantes.
En una ocasión, el Papa Francisco criticó las deportaciones masivas, enfatizando que dañan la dignidad de las personas vulnerables. Abbott respondió afirmando que “la Biblia llama a tener fronteras fuertes y orden legal”, destacando su interpretación de las Escrituras para justificar sus políticas.
El fallecimiento del Papa Francisco marca un momento de reflexión para líderes como Abbott, cuya fe personal se ha visto en tensión con sus decisiones políticas.