En una audiencia que duró menos de 30 minutos, en la sala de sesiones de la Corte de Comisionados del Condado de El Paso, Patrick Crusius se declaró culpable de los cargos estatales en su contra por el asesinato de 23 personas y el intento de asesinato de otras 22 en el atentado antimexicano más grande en la historia reciente de Estados Unidos.
Los abogados de Crusius lograron un acuerdo con la Fiscalía del Distrito de El Paso, liderada por James Montoya, para que su cliente se declarara culpable de asesinato capital y así evitar un juicio en que se pidiera la pena de muerte.
Como parte de un acuerdo impulsado por las familias de las víctimas que buscaban cerrar el ciclo, Crusius fue sentenciado a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional, evitando así la pena de muerte.
De acuerdo con Montoya, familiares de las víctimas mortales estuvieron de acuerdo con la decisión, ya que quieren cerrar un capítulo en sus vidas en la búsqueda de justicia.
“El asesino morirá en prisión”, dijo Montoya en conferencia de prensa.
En 2023, el asesino confeso se declaró culpable de 90 cargos federales —incluyendo crímenes de odio y violaciones de armas— y fue sentenciado a 90 cadenas perpetuas consecutivas sin posibilidad de libertad condicional.
El 3 de agosto de 2019, ocurrió un tiroteo masivo en la sucursal de Walmart ubicada en Cielo Vista Mall, cuando Patrick Crusius, de 21 años, abrió fuego y mató a 23 personas, hiriendo a otras 22. Fue uno de los tiroteos más mortales en la historia de Estados Unidos. El ataque fue motivado por el racismo, específicamente dirigido contra personas hispanas.
Antes del ataque, Crusius publicó un manifiesto en línea con puntos de vista supremacistas blancos y antiinmigrantes, incluyendo referencias a la teoría conspirativa del “Gran Reemplazo”.
Crusius condujo más de 650 millas (1,000 km) desde Allen, Texas, un suburbio de Dallas, hasta El Paso para cometer el crimen, utilizando un rifle semiautomático WASR-10, una versión civil del AKM.
El tiroteo tuvo un impacto profundo en la comunidad de El Paso y se ha convertido en un punto clave en los debates sobre terrorismo interno, control de armas y el aumento de ideologías supremacistas blancas en Estados Unidos.