Chihuahua, México.- Para el Gobierno federal y los productores agropecuarios mexicanos, la negociación del T-MEC y aranceles se complica principalmente por la influencia política y la intervención de Donald Trump en las decisiones, dijo Jorge Esteve, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA).
El representante empresarial apuntó que, pese a los esfuerzos de la delegación mexicana en negociar temas como el acuerdo de suspensión del jitomate, reducir barreras comerciales y alistar las negociaciones para la renegociación del T-MEC, la realidad es que los avances que se logran entre funcionarios pueden ser rechazadas por el Presidente Donald Trump.
"Cuando me toca ir a Estados Unidos tú hablas con la gente y te dice y te lo reconoce, y dice 'mira, yo pienso esto, pero cuando lo llevo con Donald Trump cambian las cosas', él es una persona muy involucrada, quiere tomar todas las decisiones y de repente se mete, así que lo hace difícil negociar", acotó en el marco del 22 Foro Global Agroalimentario.
En el caso de las exportaciones de jitomate, que desde julio pasado tienen un arancel de cerca de 17 por ciento, prácticamente la finalización del acuerdo de suspensión, arrancó en plena temporada de verano de los productores de regiones como Florida, uno de los principales bastiones electorales de Trump y de mayor presión agrícola.
"El tomate es un tema político, y la base fuerte de Donald Trump está en Florida, Marco Rubio, así que pues de alguna manera son la gente que los apoya, que les da dinero, que les financia las campañas", consideró Esteve.
Sin embargo, el presidente del CNA reconoció que los temas agrícolas serán de los menos sensibles en la próxima renegociación del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), incluso pese a que el acuerdo prácticamente ha sido violado por las decisiones de Estados Unidos.
Para Esteve, el factor principal que negociado en materia agrícola será la temporalidad del intercambio comercial, es decir, que los productores estadounidenses no determinen en qué momento cerrar la frontera para las exportaciones agropecuarias mexicanas.
Una de las preocupaciones de Esteves es que EU aplique la temporalidad, es decir, que cuando los estadounidenses sacan sus productos y los venden, no puedan hacerlo los mexicanos en ese mismo periodo o les pongan medidas que compliquen la exportación de las frutas y verduras nacionales.
A mediados de octubre, una delegación de empresarios mexicanos, incluido el CNA, asistirá a Estados Unidos, en el marco de los encuentros de preparación para la revisión del T-MEC hacia 2026.