Cd. de México.- El desfile de pilotos del Gran Premio de la Ciudad de México dejó en evidencia a quienes si y no quiere la afición mexicana.
Cuando el auto deportivo color negro que transportaba a los pilotos de McLaren, Lando Norris y Oscar Piastri, llegó al Estadio GNP, que es la zona con mayor asistentes y colorida, los abucheos se hicieron presentes.
Los fanáticos tricolores aún no conectan con Norris pese a que ayer se llevó la pole position y es el que tienen más posibilidades de quedarse con la victoria en el Autódromo Hermanos Rodríguez.
El ambiente cambió cuando salieron a escena Charles Leclerc y Lewis Hamilton, conductores de Ferrari, pues son los que llamaron a un gran número de seguidores que se encargaron de inundar las gradas con el color rojo.
Aunque Sergio Pérez ya no forma parte de Red Bull, el cariño hacia Max Verstappen sigue intacto. El neerlandés no dudó en saludar desde el carro que lo transportaba mientras observaba que había varias banderas de los Países Bajos en el ex Foro Sol.
Carlos Sainz Jr. y Alex Albon, de Williams, Franco Colapinto y Pierre Gasly de Alpine, así como George Russell y Kimi Antonelli de Mercedes, fueron los otros de los que más alegría causaron.