Ana Luiza Oliveira Neves, de 17 años, murió envenenada tras comer un pastel en pote que recibió en su casa en Brasil; junto al pastel había una nota que decía: "Un detalle para la chica más linda que he visto."

No era la primera vez que le regalaba algo con veneno a alguien, pues tras confesar el hecho, la amiga celosa dijo que en otras ocasiones lo había hecho pero nadie había perdido la vida.