Hoy es común observar a la gente con teléfono celular conectado a internet en mano; con la facilidad de un click descargan aplicaciones relacionadas con juegos, editores de fotos, apps de transporte o para pedir comida. Detrás de cada “Aceptar”, en los permisos para que la app se instale en el celular, observamos que gran número de personas pasa por alto: la solicitud de acceso a la ubicación, incluso cuando este dato no es necesario para que la aplicación funcione.
México cuenta con una población cada día más conectada a internet, por lo mismo la sociedad se ve cada vez más impactada por las plataformas digitales y la publicidad en línea derivada de las estrategias comerciales agresivas que se observan cuando accedemos a una app, es casi imposible obtener una de estas si no se otorgan los permisos que exigen.
Branch (2025)[1] señala que, a principios del 2025, México tenía 110 millones de usuarios de Internet; el tiempo promedio diario usando internet en 2025 es de 7 horas y 32 minutos; el 83.3% de la población usa internet, esto indica una alta penetración. Los usuarios de redes sociales usan estas plataformas para: mantenerse en contacto con amigos y familia; llenar tiempo libre; encontrar contenido como artículos o videos; encontrar inspiración para cosas que hacer, entre otros.
Las personas no consideran que el uso de los teléfonos para mantenerse conectado a internet trae consigo ciertas implicaciones, sobre las que a veces no ponen la debida atención, por ejemplo, que las aplicaciones móviles recaban más datos de los que requieren para operar, generando un ecosistema de vigilancia comercial. Lo preocupante es que este acceso suele mantenerse en segundo plano: aun cuando no usamos la app, sigue rastreando nuestros movimientos, esto lo advierte un informe de la organización Privacy International (2023).[2]
Lo anterior lo vemos en cosas tan sencillas, como al descargar una aplicación para escuchar música, sin necesidad alguna la app pide acceso a ubicación GPS, contactos, fotos y cualquier dato que tengamos almacenado, cuando la finalidad de la app es solo para reproducir música; ah ¡pero no sólo esto!, aún más, en segundo plano siguen recolectando datos para venderlos a escondidas, a empresas de publicidad.
¡Ojo con esto!: cuando decimos que una app en segundo plano sigue recolectando datos, significa que Facebook, Instagram, TikTok, WhatsApp, Messenger, Telegram, YouTube, Netflix, Spotify, incluidos los juegos móviles, siguen activas, aunque no las estés usando de forma visible. Dicho en otras palabras, aunque no la tengas abierta en la pantalla de tu teléfono, el sistema operativo (Android o iOS) le permite seguir ejecutando procesos “por detrás”, o a escondidas.
Lo anterior significa que durante el tiempo que tenemos encendido el teléfono, la aplicación continúa accediendo a funciones de tu teléfono, como: GPS, micrófono, cámara, sensores, contactos, historial de búsqueda en internet, las veces que te conectaste a una app, Etc., de lo anterior recopila información que envía a sus servidores y de ahí a terceros, es decir, a empresas de publicidad sin que el usuario se dé cuenta, y menos si las descargas fueron realizadas por los niños o adolescentes en el teléfono de los padres. ¡Total, vigilados y saqueados!
Los datos contenidos en teléfonos debido al uso de aplicaciones mencionadas quedan expuestos cuando las aplicaciones exigen más permisos de los necesarios para funcionar en el teléfono, esto hace que seas blanco fácil de un ataque de la aplicación móvil. Recomendación: descarga solo aquella app que realmente necesites, y otorga los permisos mínimos para que funcione, sin que esto signifique que no obtengan datos innecesarios de otro modo.
[1] Branch. (11 de junio de 2025). Estadísticas de la situación digital de México en el 2025. https://branch.com.co/marketing-digital/situacion-digital-de-mexico-en-el-2025/
[2] Privacy International. (2023). How apps collect and share your data. Privacy International. https://privacyinternational.org