En esta ocasión voy a cambiar la manera en que tradicionalmente he colaborado con esta casa editorial. Esto tiene un motivo que para mí es profundamente especial: el aniversario de la televisora que fundaron mi padre, don Arnoldo Cabada de la O, y mi madre, doña Martha Alvídrez de Cabada, hace 45 años.
Me gustaría iniciar con una reflexión sobre los tiempos de crisis y la oportunidad de mejorar y crecer. Mi padre, después de años en que el Canal 5 había sido su casa, de pronto se quedó sin trabajo. Lejos de lamentarse, inició un largo camino para tener su propia televisora; pero ese trayecto no lo transitó solo: tuvo a su lado al elemento más valioso, una esposa que aceptó el reto de convertir esa crisis en una oportunidad.
Comenzar una empresa nunca es fácil, y la fundación del Canal 44 no estuvo exenta de dificultades. Fue un reto que aceptamos como familia. Hubo muchos amigos que fueron parte de ese inicio —cuyos nombres me reservo por temor a omitir alguno—, pero fueron muchos, y todos guiados por la confianza en la comunidad juarense. El resultado fue una televisora que sirvió como punto de encuentro entre el pueblo y la solidaridad, entre la vocación de servicio y las necesidades de las personas que más lo requieren; un puente entre quienes tienen la necesidad y quienes pueden ayudar.
Desde que éramos pequeños, don Arnoldo y doña Martha nos inculcaron a los hijos que la comunicación no puede ser solamente un negocio de números fríos, sino un deber social. Constantemente escuchábamos una frase que taladró lo más profundo de nuestros corazones: “Quien no vive para servir, no sirve para vivir.” Esas palabras se convirtieron en el eje rector del Canal 44.
Mi padre fue muy claro en su objetivo de que el canal fuera un vínculo entre la comunidad juarense. Sabía perfectamente que el carácter solidario y luchador de los juarenses era una fortaleza muy importante; por eso creó el área de servicio social, como una estructura dentro de la televisora con carácter permanente, dedicada a la ayuda directa para las personas que acudieran a ella. Actualmente, ese departamento sigue vigente, con la visión renovada de alcanzar a más personas.
Don Arnoldo fue una figura pública más allá del Canal 44, pero, para mantener los pies en la tierra, siempre tuvo a doña Martha. Juntos conservaron la mística de ayudar y servir a los demás. El programa “Entrevistas con el Público” —que muchos identifican como “Las Madrinitas”— refleja perfectamente el espíritu que dio origen a este esfuerzo. Es uno de los programas más antiguos de la televisión y sigue trabajando y ayudando a gente de Juárez, pero también de otras partes de la República, porque para ellos representa una esperanza de ayuda real.
El deber de informar es una parte importante de la televisora, pero solo si viene acompañado del trasfondo de servir a la comunidad. Porque el espíritu de Canal 44 no se trata solo de transmitir noticias, sino de transmitir esperanza en una comunidad que todos los días enfrenta una dinámica social compleja.
Actualmente, mis hermanos continúan con el legado de mi padre. Cuentan con el apoyo de mi madre, doña Martha, y han preservado el espíritu original de la televisora, manteniendo los valores en estos tiempos de digitalización y competencia internacional. Esa ha sido la vocación de toda la familia. Para nosotros, el servicio a los demás ha sido una constante, no como una frase ni como una postura externa, sino como una forma de vida.
Para mí es importante reconocer el trabajo que cada uno de mis hermanos ha desempeñado en esta visión de don Arnoldo y doña Martha: Luis Arnoldo, Sergio, Jesús y Alejandro. Sé que no es fácil, sobre todo cuando constantemente cambia el mundo, las circunstancias y las condiciones sociales.
No quiero que me malinterpreten: no intento imponer una imagen de seres impolutos. Somos seres humanos; tenemos defectos, contradicciones y cometemos errores. Pero todos los días tratamos de ser mejores, igual que cualquier persona. También es cierto que, todos los días, resuena en nuestras cabezas y en nuestros corazones una frase de mi padre que nos impulsa a mejorar y seguir sirviendo: “He visto nacer y morir a mucha gente que se hubiera salvado si alguien le hubiera tendido la mano.”
Opinión
Lunes 13 Oct 2025, 06:30
Canal 44 la televisión que nació para servir
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Armando Cabada
