-De relax en San Marcos con Maroon 5
-Se llevó a la tumba secreto y traición
-Mayores multas por ganado en vialidades
Tal vez es la lejanía, esperemos que no sea la complicidad con las corporaciones de seguridad, lo que les permitió huir a quienes tripulaban el vehículo que chocó contra una pick up cargada de personas de la etnia tarahumara, en el camino entre Guachochi y la comunidad de Yoquivo, Batopilas.
La tragedia ocurrió al filo de las seis y media de la tarde del martes pasado, en la ruta clave que comunica a los dos municipios en mención y a Morelos, una intrincada región en la que los caminos son generalmente de primera... por aquello de que difícilmente pueden meter segunda los conductores.
No obstante, el tramo cerca de la Cumbres del Ojito permite velocidades más altas, lo que sumado a la falta de precaución habría ocasionado la tragedia.
Además, es una región en la que el sentido común de los pobladores les dice que no deben circular de tarde, menos de noche, dado que las células del crimen refuerzan sus controles, algo que flexibilizan durante el día para no ahorcar las actividades económicas y sociales.
Pues bien, fue en ese contexto en el que ocurrió el choque entre el vehículo con pobladores de Somarachi y otras localidades de Guachochi, de las más alejadas de la cabecera municipal. El saldo hasta ayer se había elevado a 12 muertos y seis heridos.
Hay un reporte de elementos de la Fiscalía General del Estado al que tuvimos acceso horas después del desafortunado accidente, que menciona claramente un “X10 del X40” involucrado, lo que en términos claros quiere decir que participó un vehículo de un grupo criminal.
Por la magnitud del encontronazo parece imposible que la otra camioneta, de la que supuestamente ya existen algunas pistas, se haya podido retirar del lugar rodando; posiblemente debió ser remolcada, si no es que cargada por alguna otra unidad o grúa.
El difícil acceso habría permitido que los responsables, presuntos integrantes de algún cártel, huyeran del lugar, entre versiones, incluso, de que hubo otro muerto más en ese vehículo, recogido del sitio del choque.
La información oficial reconoce la implicación de otra unidad que supuestamente es buscada en comunidades de las que difícilmente podría esconderse algo de esa magnitud. Pero si no agarran las autoridades a los responsables de muertes dolosas, parece imposible que haya justicia en este caso trágico accidental.
Quien debe tener ya detalles de todo es la presidencia municipal de Guachochi, pero sus funcionarios de eso no hablan por sus evidentes alianzas con la maña.
***
Muy preocupados están los consejeros del Instituto Estatal Electoral (IEE), con lo que ocurre con el proceso comicial de jueces y magistrados.
También mucho les ha de importunar lo que publicamos ayer, con el personal guinda que cobra en el IEE, Genaro García y Alberto Morales, reunidos con funcionarios federales y militantes de Morena.
Mientras ello ocurre, y sin tapujo alguno en redes sociales, muestran su relax en el concierto de la agrupación Maroon 5, en la Feria Nacional de San Marcos.
Acudieron a dicho concierto Yanko Durán, la presidenta del OPLE; Víctor Yuri Zapata, consejero, y Helvia Pérez Albo -compañera de oficina de Genaro y Alberto-.
No les pregunten por favor a los funcionarios electorales cómo van a resolver todo lo relacionado con el conteo y cómputo de los votos en las asambleas distritales, donde ya hay no sólo incertidumbre, sino pavor por lo que viene.
Tampoco les pregunten por el escaso conocimiento existente entre la ciudadanía en relación con el proceso electoral judicial, situación que augura una escasa participación.
Hoy ya deberán estar aquí para la presentación de la plataforma digital en donde buscarán ilustrar a los ciudadanos en las artes de cómo votar en elecciones judiciales inéditas y complicadísimas.
Las imágenes publicadas en edición digital no necesitan abundante descripción, por si mismas son elocuentes del agradable momento vivido por el personal y los consejeros en la tradicional Feria de San Marcos. Bendito Dios que no permitió la desaparición de los órganos electorales...¡ni la nómina generada por estos!
***
La historia una y otra vez escuchada en pasillos de la UACH, es que el exrector Luis Fierro giró precisas instrucciones a su jefe administrativo, Francisco Márquez, para que liquidara a Juan Pablo Martínez y Alan Roberto Rentería, sus flamantes secretario particular y secretario privado.
De dichas órdenes no existe absolutamente ninguna evidencia que pudiera incriminarlos, por lo que toda la responsabilidad en la ilegal determinación recayó en el doctor Gerardo Ascencio Baca, entonces jefe de Recursos Humanos de dicha institución educativa.
Fierro rehúye hasta la fecha cualquier responsabilidad en la determinación, que, por supuesto conoció, igual que su jefe administrativo, quienes salieron libres de polvo y paja, incluso aun cobrando en la Universidad como docentes, hasta donde es conocido.
Era estribillo de López Obrador señalar la responsabilidad de los “machuchones” en las determinaciones que tomaban sus subordinados, con el argumento de que tendrían qué saber lo que hacían. Le cae muy bien el saco a Fierro ahora que anda muy cercano a la 4T.
Cero ética ni responsabilidad moral en el asunto, que causó una grave depresión en “Chencho”, como era conocido el responsable de Recursos Humanos, a la sazón doctor en comunicación por una universidad española.
Nunca antes, en sus bastantes años en la función administrativa había tenido un problema de esta naturaleza.
Ayer perdió la batalla “Chencho”, víctima de un cáncer que lo aquejaba desde hace tiempo, y donde la cuestión anímica jugó un papel acelerador en la enfermedad.
Bromeaban con él algunos de sus cercanos, porque hasta el final asumió la responsabilidad del pago indebido de 300 mil pesos repartido ilegalmente entre los dos funcionarios de la corte personal del exrector Fierro, quien simplemente se lavó las manos, y muy orondo está dedicado a viajar por el mundo con cargo a la ANUIES.
***
A diferencia de las grillas que desde el Congreso del Estado impulsa cierta legisladora, que al final no beneficia a nadie, en el Municipio están con las pilas puestas para resolver la problemática vial en la zona del Reliz.
Como parte de los compromisos adquiridos en la audiencia pública con los vecinos que asistieron a la ésta, justo ayer el alcalde Marco Bonilla presentó una iniciativa para endurecer las sanciones contra los dueños de ganado que dejan a sus animales libres en la vía pública para pastorear.
Con esta medida, el Municipio estará presionando para que siempre sea mantenido el ganado bajo buen resguardo, a fin de evitar accidentes en las avenidas, como la prolongación Teófilo Borunda, donde por estar cerca del Ejido Labor de Terrazas, hay constante riesgo de colisión con estos animales que en ocasiones cruzan la cinta asfáltica.