En 1898 le fue concedido permiso real a Secondo Pia, abogado y fotógrafo, para fotografiar por primera vez en la historia la Síndone o Sábana Santa. Al realizar una fotografía introdujo la placa ortocromática de 50 x 60 cm en una solución de oxalato de hierro y, tras unos instantes esperando el revelado, observó algo que cambiaría el curso de la historia de la Sábana Santa.
La placa del negativo revelaba la imagen perfecta del cuerpo y rostro de un hombre igual a Jesucristo. Pia no entendía. Quedó conmocionado unos instantes. Llamó a su ayudante, quien todavía más sorprendido le preguntó: "¿Qué ha hecho usted con el cliché, dónde está el negativo?" "No hay negativo" -respondió Pia. "¿Cómo que no hay negativo? Este es el positivo, en alguna parte tiene que estar el negativo" -repitió el ayudante. "Sí, es verdad" -dijo Pia. "En la catedral, el negativo es la Sábana Santa".
La imagen de la Sábana era un gigantesco negativo oculto, hecho sobre un antiguo y viejo tejido de lino. Aunque se dijo que Pia había realizado un montaje, 33 años después, el fotógrafo profesional Giuseppe Enrie realizó una foto a la Síndone en la ostensión de 1931, se estableció que la negatividad era un hecho cierto y demostrado.
La Sábana Santa, dice Álvaro Blanco, es uno de los objetos más estudiados por el hombre en su historia. Un trozo de 4,30 cm por 1,10 cm de lino viejo manchado de sangre, con una extraña imagen del cuerpo de un hombre con visibles signos de tortura. A la izquierda el cuerpo frontal y a su derecha su parte dorsal. La cristiandad la atribuye a Jesús de Nazaret.
Existen en la Sábana Santa detalles pormenorizados, por espacio menciono solo algunos: La imagen del hombre de la Sábana corresponde con total exactitud a la que presentaría un cadáver reciente en estado de rigidez, donde son claras y visibles las extremas contusiones que provocaron su muerte. No existen señales de corrupción del cuerpo. Altura: 1,78 cm. La extracción de tejidos analizados de la tela indica que se trataba de un varón, de raza caucásica con sangre del tipo AB.
En el cráneo se observan más de cincuenta heridas producidas por algún objeto punzante (corona de espinas) colocado cuando el sujeto estaba con vida. El rostro muestra múltiples lesiones, un solo golpe produjo la rotura del cartílago y el aplastamiento de la nariz desviándola a la derecha.
Se aprecian continuos golpes distribuidos por todo el cuerpo en forma de abanico, flagelación posiblemente realizada con un “flagelum romano”. El hombre presenta signos evidentes de crucifixión, con orificios en las muñecas y los pies, heridas que sangraron en vida. En el tórax se aprecia llamativamente una herida “post mortem” en el costado derecho, entre la quinta y sexta costilla, producida con un objeto punzante.
Refiero solo algunos de los principales análisis médicos forenses que la imagen en negativo revela en forma pormenorizada, la tela demuestra que, en algún momento de su historia, cubrió a un hombre que sufrió una tortura que se corresponde con los datos que mantiene el cristianismo: la coronación de espinas, flagelación, crucifixión y lanzada en el costado. Álvaro Blanco, afirma que la ciencia confirma que la Sábana Santa cubrió el cuerpo de Jesús de Nazaret, a quien reconocemos como verdadero Hijo de Dios, quien padeció los más crueles tormentos como un acto de amor y como medio para la rendición del género humano.
Lo que dicen los científicos como hipótesis: "Sabemos con total seguridad que la tela en un momento de su historia cubrió el cadáver de un cuerpo humano, y que éste, antes de que comenzara el proceso de descomposición, y de algún modo desconocido, en un tiempo sí establecido por la distancia de penetración de la imagen en 0,04 segundos desapareció, dejando tras de sí grabada una imagen superficial y la sangre intacta." Entonces: ¿Hablamos de la Resurrección? ¿Qué piensas?
Tomado de: La Sábana Santa. Exposición. Una obra realizada por Álvaro Blanco. Jalisco, México. Marzo, 2025.
Opinión
Sábado 19 Abr 2025, 06:30
Sábana santa: El negativo que nos regaló el positivo
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Jesús Guerrero
