Tampico.- El ex director de la Aduana de Tampico, el Capitán Alejandro Torres Joaquín, entregó a la Fiscalía General de la República 29 millones 500 mil pesos en efectivo de los sobornos que recibió por permitir la descarga de 14 buques de huachicol, entre abril de 2024 y enero de 2025.
El dinero lo tenía en 3 cajas de plástico color negro guardadas en su casa, una con dos maletas negras llenas de billetes de 500 y mil pesos, y las otras dos con cajas metálicas negras en su interior, con billetes de diversa denominación.
El ahora testigo protegido con nombre clave "Santos" declaró que su intención con esta entrega era atenuar cualquier posible imputación penal en su contra y obtener la protección de las autoridades federales, lo que efectivamente consiguió.
"La suma aproximada de las tres cajas contiene la cantidad de 29 millones 500 mil pesos, dinero que, como ya he hecho referencia, les hago entrega para que se encuentre sujeto a la investigación que están llevando, ya que sé que los hechos que investiga esta autoridad están relacionados con la Aduana en donde yo estuve como Director y que la información que les estoy proporcionando es la forma en como esta gente está llevando a cabo actividades ilícitas en materia de hidrocarburos", dijo en su declaración del 13 de mayo pasado.
"Estoy declarando todo esto y acepto haber cometido el error de no informar desde un principio por el miedo a represalias en mi contra, de mi familia y de la propia gente que estuvo conmigo en Tampico en la Aduana".
Este dinero eran sobornos presuntamente enviados por el Capitán de Corbeta Retirado Miguel Ángel Solano Ruiz, señalado como intermediario del Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y su hermano el Contralmirante Fernando, por la descarga de barcos con huachicol en la Aduana de Tampico.
Torres Joaquín refiere que Solano, quien se identificaba en la aplicación de mensajería Threema como NK, YR o KM, lo contactaba después de la descarga de hidrocarburos ilegales y le pedía reunirse con un sujeto de nombre Osvaldo u Osvel, identificado en el mismo chat como "O", para que le entregara el dinero.
'Los primos'
En el año 2020, el Capitán Alejandro Torres Joaquín tenía serios problemas económicos por los gastos médicos de su padre, quien arrastraba complicaciones derivadas de la insuficiencia renal, y de su hijo, que necesitaba transfusiones de sangre periódicamente.
En ese entonces, Torres estaba adscrito como Jefe de Servicios en el Cuartel General del Alto Mando de la Armada en la Ciudad de México y había escuchado hablar por primera vez de "Los Primos". Así les decían desde entonces, dentro de la Marina, al Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y su hermano el Contralmirante Fernando, sobrinos políticos del entonces secretario Rafael Raúl Ojeda.
Así se los refirió el Capitán Federico Castro Domínguez, quien le prestaba dinero a Torres para solventar sus gastos.
"En una ocasión, un compañero de nombre Federico Castro Domínguez, quien siempre era el que me apoyaba, me mencionó que si quería irme de cambio a una Aduana, porque podría estar mejor por mi situación y que había alguien que estaba buscando personal para las Aduanas y que estaba muy palanca con los 'Primos'", dijo.
"Le dije que por el momento no, que lo pensaría porque mi padre estaba muy enfermo por sus diálisis y mi hijo el mayor muy delicado por sus transfusiones de sangre que cada mes le hacían, que tampoco sabía de lo que se hacía en una Aduana, no tengo cursos ni nada, definitivamente no sé nada en materia Aduanera".
El 17 de enero de 2021, al fallecer su padre, Torres recurrió a varias personas para pedir dinero prestado para el funeral. Una de las puertas que tocó fue la del Capitán Castro Domínguez, quien al verlo apurado económicamente otra vez volvió a recordarle de la oferta de trabajar en Aduanas. Torres esta vez se retiró sin darle una respuesta.
Antes de concluir el año del 2021, el 17 de diciembre, el Capitán Torres fue notificado de la conclusión de su encargo en el Cuartel General del Alto Mando y causaba alta como estudiante del Centro de Estudios Superiores Navales (CESNAV) a partir del 1 de enero de 2022. Alguien de mayor jerarquía, sin saber quién, le había preparado una sorpresa.
"¿Cuál fue la sorpresa? Que causaba alta en la Aduana de Tampico, como subdirector del Área de Vigilancia y Control. Al llegar a la Aduana de Tampico, se encontraba otro compañero de generación como Director en ese entonces, el Capitán Gastón Ramos Delgado", narra.
"Me recibió y me pidió que me pusiera a estudiar las leyes y reglamentos de la Ley Aduanera y Comercio Exterior porque sabía que yo no sabía nada, y que no era fácil de estar ahí, muchos quisieran estar y 'hay que echarle muchas ganas y, lo más importante, mucha discreción, porque aquí te van a pagar otro sueldo, es más, ni tu esposa debe saberlo, son las indicaciones de los jefes', 'ok, enterado' contesté".
'NK'
A los pocos días, el nuevo subdirector recibió una llamada telefónica por la aplicación Threema de un sujeto que sólo estaba registrado como 'NK', quien se presentó como el enlace de la Agencia Nacional de Aduanas de México (ANAM). Nunca se identificó con su nombre, pero le habló con familiaridad, le dijo que sería su apoyo desde las oficinas centrales, que sabía que no tenía conocimientos técnicos para el cargo y por ello le pidió que tomara cursos y se pusiera al corriente.
Torres no le preguntó su nombre y tampoco estaba interesado, sólo estaba agradecido porque a partir de entonces sus problemas económicos serían cosa del pasado, ya que tendría un sueldo doble, el de la Marina y el de las Aduanas.
Pero la investigación de la FGR refiere que "NK" era el Capitán de Corbeta Retirado Miguel Ángel Solano Ruiz, supuesto intermediario del Vicealmirante Manuel Roberto Farías Laguna y su hermano el Contralmirante Fernando, en una red de tráfico de influencias y negocios ilegales en las aduanas.
En noviembre de 2022 el director de la Aduana ascendió a Contralmirante y empezó a ser candidateado internamente para dirigir la Aduana del AICM.
Cuando empezaba a correr esa versión, NK le llamó a Torres para preguntarle si ya estaba listo para ser su relevo en Tampico. "No supe qué contestar al instante, le dije que sí me gustaría más adelante porque no me siento capaz y apena llevaba 4 meses; me dijo 'no se preocupe, aquí estamos para apoyarlo y asesorarlo de cualquier tema que no entienda, usted no se preocupe. Ya veremos entonces que deciden aquí con los jefes'. Le dije gracias nuevamente", relató en su declaración ante la FGR.
El Contralmirante Gastón Ramos dejó la Aduana de Tampico y, efectivamente, fue nombrado en la del AICM. En su relevo, fue designado el Capitán Rafael Duncan, que había sido subdirector de la Aduana de Veracruz. Pero el paso de Duncan por Tampico fue breve, ya que el 1 de agosto fue nombrado director de la Aduana de Altamira.
En esa fecha, el Capitán Torres se llevó una segunda gran sorpresa, al ser nombrado sin previo aviso como director de la Aduana de Tampico.
"Por esas fechas recibí llamada de esa persona 'NK' para felicitarme y decirme que tendría todo el apoyo para realizar mis funciones como director y que siempre estaría al pendiente de cualquier novedad y necesidades de la Aduana", contó.
En su nuevo encargo, Torres no tardó mucho en darse cuenta de la dinámica de corrupción de los marinos en las aduanas.
Un día lo citó el Capitán Duncan en su oficina para tratar temas de trabajo, pero al terminar la reunión, el director de la Aduana de Altamira le pidió a su subadministrador, el Capitán Fernando Ernesto Magaña Gutiérrez, que le entregara "algo que le habían mandado". Era un sobre con 50 mil pesos que, al día siguiente, NK le dijo que le había enviado.
Una semana después, NK envió a un desconocido para que le diera a Torres otro sobre con 200 mil pesos. La entrega fue en un Chedraui.
Ya con confianza, el Capitán le marcó a NK y le pidió que cubrieran las plazas vacantes de dos subdirectores, ya que estaba rebasado, haciendo el trabajo de ambas oficinas. Torres de hecho le propuso un nombre, el del Capitán Carlos de Jesús Estudillo Villalobos.
En enero de 2024 la solicitud del director de la Aduana fue atendida: Estudillo fue nombrado subdirector de Operación, y el Capitán de Fragata Sergio Varela Morales, subdirector de Vigilancia y Control.
"Emocionado, me comuniqué con este personaje 'NK' para darle las gracias por que había cumplido con su promesa y fue donde empecé a creer y confiar más en él porque siempre me decía que era el enlace principal de ANAM y que estaba para resolver problemas", refiere el testigo colaborador.
NK le comentó desde entonces que iban a iniciar un proyecto importante en las Aduanas de Altamira y Tampico y que esperaba que fuera parte del mismo, pero no le dio mayores detalles.
"Mencionando nuevamente que tenía el apoyo de 'Los Primos' y jefes de alto nivel, 'gente influyente que no se imagina, Capitán', por eso me decía que confiara en él y que vendrían cosas buenas para las Aduanas y para el personal con ese nuevo proyecto que ya muy pronto se daría", refirió.
1 MILLÓN 750 MIL POR BUQUE
El proyecto que NK le había anticipado a Torres no era otro que permitir la descarga de huachicol fiscal en la Aduana de Tampico.
El primer buque con aditivo para aceite llegó en abril de 2024 al muelle fiscal 289, autorizado por la Administración del Sistema Portuario Nacional (Asipona). Torres dijo que avisó a las oficinas centrales de la ANAM y se hicieron análisis de laboratorio que concluyeron que el producto era el consignado.
No tenía ninguna duda de que todo estaba en orden, hasta que tiempo después se enteró que circulaba un video de pipas con huachicol en patios clandestinos y que el producto era de ese barco. Preocupado, llamó a NK.
"Me dijo 'no se preocupe, capitán, usted haga sus revisiones normal con su gente de operaciones, no traen nada malo, son cosas de política, ya ve que se vienen las elecciones, son propagandas amarillistas, es un video viejo que anda circulando, tranquilo ya nivel central tiene conocimiento de esto, no se preocupe, aquí hay mucha gente metida en esto, es cosa de política usted siga con lo suyo, no hay nada anormal, todo es legal", le comentó.
Al día siguiente, NK le llamó a Torres para pedirle la lista de nombres de personas que participaron en los trámites y desembarque. El director de la Aduana le envió los nombres de 11 funcionarios, además del suyo.
Cuando llegó el segundo buque, nuevamente los laboratorios arrojaron que el producto era el consignado y se descargó. Una vez que zarpó, un sujeto desconocido, que en Threema estaba identificado como "O", le llamó para decirle que debía entregarle unos documentos de parte de NK.
A estas alturas, cuando Torres ya estaba comprometido y agradecido por el nombramiento de un subdirector propuesto por él, ya no se negó a nada.
Se citó en Plaza Laguna con este sujeto, supuestamente de nombre Osvaldo, quien le traspasó una pesada bolsa de plástico negra. Fue la primera vez que Torres tuvo en sus manos un millón 750 mil pesos en efectivo. Y no sería la última.
A partir de entonces, recibió 14 bolsas con la misma cantidad, una por cada descarga de barcos con huachicol, con la especificación de que debía repartir el botín con quienes anotó en la lista entregada a NK.
TESTIGO PROTEGIDO
El 16 de enero pasado el Capitán Torres fue relevado por el Contralmirante en Retiro Luis Jorge Goicochea Sotomayor en la dirección de la Aduana de Tampico.
Antes de salir, NK le habló a Torres para pedirle que dejara a alguien de su confianza como enlace y éste le recomendó al Capitán Estudillo, quien continuaría como subdirector de Operación.
Lo que acabó con el "proyecto" de NK, supuesto operador de los hermanos Farías, fue el aseguramiento del buque Challenge Procyon con 10 millones de litros de huachicol, el 19 de marzo en Tampico. La incautación puso nervioso a todos, Estudillo le habló a Torres y éste le marcó a NK, quien minimizó el evento.
"Le avisé a esta persona con su nuevo indicativo 'YR' (antes NK) que ya había fracasado el proyecto que tanto mencionó y que la gente que estuvo en las operaciones tienen miedo de su situación, contestándome que se trataba de choques políticos entre el Secretario de Seguridad (Omar García) Harfuch y el hijo del Presidente, pero que ya llegaron un acuerdo y dígale al Capitán Estudillo que no va a pasar nada", relató Torres sobre esa conversación.
Unos días después, en el mismo mes, Torres fue citado en la Primera Sección del Estado Mayor General de la Armada para una entrevista sobre lo que estaba sucediendo en la Aduana que había dirigido hasta enero pasado. Allí lo interrogaron miembros de la Unidad de Inteligencia Naval y habló por primera vez de lo que había sucedido cuando estuvo al frente de la Aduana.
Al concluir ese interrogatorio, Torres empezó a planear un plan de salida para lo que venía. Lo primero que hizo fue programar sus vacaciones y llamar al Capitán Estudillo, compañero de todas sus confianzas, para pedirle que fuera a un lugar donde tenía escondidos 11.5 millones de pesos en efectivo en Tampico.
El 17 de abril ambos se encontraron en un Chedraui, cerca de Altamira, para la entrega del dinero. Estudillo llegó con dos maletas negras medianas y, en agradecimiento, Torres le regaló un millón de pesos.
"Le mencioné que me iba a entrevistar con ese personaje (NK) y con los supuestos Jefes para entregarles todo el dinero, sin embargo no fue así", recuerda.
Al día siguiente, el Capitán Torres viajó con el dinero a Veracruz. Cuando iba en carretera, recibió una llamada telefónica de su hijo, quien estaba asustado. En ese momento se enteró que a su esposa le habían marcado de un número desconocido para decirle que él estaba secuestrado.
El Capitán durmió esa noche en Veracruz y al día siguiente partió a Oaxaca, donde al llegar a su casa puso bajo llave las maletas de billetes y luego tomó la decisión de ir a la FGR.
"Es por eso que estoy aquí, ahora que puedo para entregar este dinero como un atenuante y declarar los hechos ocurridos, por mi seguridad y de mi propia familia, deseo que esta persona (NK) sea investigada porque astutamente con otras personas muy seguramente planearon todo desde el tiempo en que me hacen la invitación para estar en una Aduana", declaró ante la Fiscalía.
"Estoy seguro que debe tener muchos contactos con gente de alto poder y que se ha de escudar de ellos, haciendo sus fechorías con personas ajenas a nuestra institución y ser engatusados como en lo particular lo fui y tal vez de otros compañeros".
"Por eso estoy declarando todo esto y acepto haber cometido el error de no informar desde un principio por el miedo a represalias en mi contra, de mi familia y de la propia gente que estuvo conmigo en Tampico, en la Aduana. Me siento triste, impotente, avergonzado por no haber actuado antes, fui engatusado y manejado por esa persona".