Ciudad de México.- El ex Presidente Enrique Peña Nieto se habría beneficiado con 25 millones de dólares provenientes de dos empresarios de Israel que durante su Administración hicieron negocios en México, entre ellos la venta del equipo de espionaje Pegasus.

El diario israelí The Marker publicó un reportaje que revela el pleito legal entre los empresarios Avishai Neriah y Uri Ansbacher (dueño de Grupo KBH, proveedor del software Pegasus), quienes recurrieron a un arbitraje por sus diferencias sobre lo que calificaron como la "inversión" que hicieron en el ex Mandatario priista entre 2012 y 2018.

Aunque no se precisa en qué consistió la "inversión", el texto firmado por el periodista Gur Meggido, quien tuvo acceso al laudo emitido por las autoridades israelíes, indica que los empresarios dieron cuenta que tenían un acuerdo para obtener "lucrativos contratos" con el Gobierno de Peña y que el negocio más fuerte fue la venta de Pegasus, el software fraudulento que usaron varias autoridades de México.

La revisión del laudo arroja que Avishai Neriah y Uri Ansbacher se dividieron el acceso a las autoridades gubernamentales en México, así como la relación con "El Hombre Mayor", una frase encriptada alusiva a Peña, a quien también identificaron como "N".

El reportaje del diario israelí, replicado por el portal Aristegui Noticias, explica que el laudo arbitral fue firmado en 2024 por un panel de tres Jueces autorizados bajo la Ley del Torá y un acuerdo de confidencialidad. Sin embargo, el pleito provocó que el caso pasara a un Tribunal de Distrito de Jerusalén, es decir, a la justicia civil israelí.

En los alegatos, se da cuenta que las diferencias entre Neriah y Ansbacher se dieron a finales de 2018, justo cuando concluyó el Gobierno del priista.

Ambos solicitaron "cuantiosas sumas de dinero" relacionadas con el agasajo a la "personalidad", cita el documento del arbitraje.

"La Parte B (Ansbacher) reclama el reembolso de la mitad de todos los gastos incurridos conjuntamente en las inversiones en esta personalidad que, según la Parte B, se estimaron en 25 millones de dólares", precisa el laudo.

En el texto se señala que Ansbacher alegó que "la relación con el alto cargo", que según él se adquirió por 25 millones de dólares, constituía un "activo" y un "negocio conjunto entre las partes".

Los árbitros reconocieron que ambos empresarios (Neriah y Ansbacher) "se beneficiaron enormemente".

La disputa surgió por la exigencia de Ansbacher de recuperar los fondos que transfirió, debido al supuesto incumplimiento de la promesa de Neriah de organizar al menos tres reuniones con Peña Nieto, tras la disolución de la sociedad de ambos.

Ansbacher estimó el valor de las tres reuniones en 5 millones de dólares.

Sin embargo, su demanda fue rechazada por los árbitros, tras determinar que Neriah ya le había devuelto 4 millones de dólares a Ansbacher anteriormente para resolver las reclamaciones, es decir, "la increíble suma de 1.3 millones de dólares por cada reunión".

El desacuerdo fue por la "inversión" en el personaje de alto rango, identificado como el ex Presidente Peña Nieto.

En los documentos del laudo arbitral se cita una "gran dificultad" para recuperar esos fondos, y se refiere a la "personalidad" y su cargo de Presidente como "el N".

Además, se especifica que "el mandato" de "N" concluyó en 2018, además de referir que el primer contacto con "N" fue en 2012, cuando "N (era) electo".

El reportaje del diario israelí detalla que debido al cambio de Administración, Neriah y Ansbacher "disolvieron apresuradamente su sociedad", por lo que se "dividieron" los poderes y los contactos exclusivos con las diferentes instituciones.

"A finales de 2018, con el cambio de Gobierno en el País, la mayoría de los funcionarios públicos renunciaron a sus cargos. Este es, de hecho, un País 'nuevo' en cuanto a su sector público, y por esta razón también, los documentos del período posterior a 2018 no son "relevantes", dice el texto periodístico.

En diciembre de 2023, al iniciar el juicio contra Juan Carlos García Rivera, empleado de KBH, proveedor de Pegasus a distintas dependencias en el sexenio pasado, el testigo con nombre clave "Zeus" declaró que su jefe, Uri Ansbacher, recibía instrucciones de Peña Nieto para espiar a objetivos específicos.