Chihuahua.- El secretario de Agricultura del Gobierno federal, Julio Berdegué Sacristán, afirmó durante su visita a Chihuahua que la propuesta de Ley General de Aguas podrá recibir ajustes técnicos en el proceso legislativo, pero sin modificar su eje fundamental: el agua debe ser garantizada como un derecho humano y no como una mercancía sujeta a la capacidad económica de cada sector.

Lo anterior fue declarado por el funcionario durante su llegada a Palacio de Gobierno donde sostuvo un encuentro de tres horas con la gobernadora María Eugenia Campos Galván.

En el salón 25 de marzo, a puerta cerrada fue el encuentro en el cual lograron un acuerdo muy favorable para los productores de trigo del estado, pero no así para los otros productores, indicó el secretario general de Gobierno, Santiago De la Peña Grajeda, quien estuvo presente.

Lo anterior fue declarado por el funcionario durante su llegada a Palacio de Gobierno donde sostuvo un encuentro de tres horas con la gobernadora María Eugenia Campos Galván. En el salón 25 de marzo, a puerta cerrada fue el encuentro en el cual lograron un acuerdo muy favorable para los productores de trigo del estado, pero no así para los otros productores, indicó el secretario general de Gobierno, Santiago De la Peña Grajeda, quien estuvo presente.

Berdegué Sacriatán, quien llegó desde las 11:40 al Palacio de Gobierno después de tomarse la tradicional fotografía en el Altar de la Patria, informó que sostuvo tres reuniones diferentes, de manera previa a la que realizó con la gobernadora.

Berdegué detalló que primero se reunió con productores de maíz y frijol, luego con beneficiarios del Programa Especial de Energía para el Campo (PEUA), quienes tenían inquietudes que disipó el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader), quien aseguró que aquellos que cumplieron con los requisitos no tienen nada de que preocuparse.

También dijo que platicó con los ganaderos sobre el gusano barrenador, y finalmente sostuvo un extenso diálogo con la mandataria.

En relación con el tema del agua, señalo que la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo ha reiterado la postura en diversas ocasiones de que no debe ser vista como mercancía y que ese principio no está a negociación dentro de la discusión que avanza en la Cámara de Diputados.

El funcionario recordó que no es él quien lleva el tema de manera directa, pues corresponde a la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y al Poder Legislativo conducir la redacción final.

No obstante, subrayó que el país enfrenta las consecuencias de reformas aplicadas desde el sexenio de Carlos Salinas de Gortari, cuando se posibilitó la creación de un mercado hídrico desordenado.

Dicho modelo, dijo, permitió que algunas familias y productores acumularan volúmenes “verdaderamente impresionantes”, incluso superiores a los 40 millones de metros cúbicos, una cantidad que calificó de absurda ante el contexto actual de disponibilidad.

Berdegué Sacristán añadió que esta acumulación se vuelve todavía más crítica bajo los efectos del cambio climático, que ha reducido la oferta natural del recurso y ha intensificado las disputas locales por el agua.

En este escenario, señaló que no puede mantenerse un esquema donde el poder económico o político determine quién recibe más y quién se queda fuera. “Si el agua es un derecho humano, no puede estar regulada por el mercado”, sostuvo.

Explicó que ha escuchado a productores del norte del país que consideran el tema como un asunto de seguridad nacional, y dijo coincidir en que esa visión contradice dejar el control en manos de intereses privados. “Si realmente lo vemos como seguridad nacional, no puede depender del libre juego entre quien tiene más dinero o más influencia”, apuntó.

Respecto al proceso de diálogo, aseguró que en las reuniones convocadas participaron productores pequeños, medianos y grandes. A todos, enfatizó, se les escuchó y se instaló una mesa de trabajo con legisladores y representantes de Conagua para recoger inquietudes y propuestas.

Indicó que la pluralidad de voces es parte del ejercicio democrático, pero insistió en que la reforma no cederá en lo sustantivo: restablecer el agua como un bien público y social.

El secretario mencionó que algunos grupos han manifestado preocupación por los posibles cambios, sobre todo quienes poseen concesiones voluminosas. Sin embargo, reiteró que la presidenta Sheinbaum ha dado instrucciones claras para que se revisen los mecanismos administrativos sin alterar el núcleo de la reforma.

“Claro que pueden hacerse adecuaciones técnicas para que la ley funcione mejor, pero sin modificar lo que es vital: garantizar el derecho humano al agua”, finalizó.