Chihuahua, Chih.- La interacción entre el frente frío que bordeó la frontera con Estados Unidos y no alcanzó a bajar al estado, y una avalancha de aire que levantó la tierra suelta generada por la sequía, fue el origen de la pasada tormenta de arena ocurrida la tarde del martes. Con este fenómeno suman tres en lo que va del año y, aunque no se pueden predecir, es muy probable que ocurran más, explicó el meteorólogo de la Coordinación Estatal de Protección Civil (CEPC), Ildelfonso Díaz.

El especialista detalló que el evento respondió a una combinación de condiciones atmosféricas inusuales: “Teníamos una masa de aire desplazándose desde el noreste hacia el centro del estado, empujada por un frente frío que no descendió a Chihuahua, sino que se mantuvo bordeando la frontera norte”, explicó.

Esa masa de aire frío, al rozar una superficie extremadamente seca —producto de la sequía que persiste en el norte del país y el sur de Estados Unidos—, levantó partículas de tierra que dieron origen a la tormenta. “Si el suelo no estuviera tan seco, solo habríamos sentido una corriente de aire fresco; pero el polvo que está presente en esas zonas fue arrastrado por el viento”, dijo Díaz.

El fenómeno, que afectó principalmente a municipios como Ahumada, Buenaventura y Chihuahua, no es común, aunque tampoco aislado. En abril ocurrieron dos tormentas similares: una en Aldama y otra el 21, durante Semana Santa. En mayo se presentó otra más, y ahora esta tercera, registrada el martes.

“La sequía deja la tierra suelta y facilita que cualquier masa de aire que atraviese ciertas zonas del estado la levante. Esas condiciones siguen presentes, por lo que no podemos descartar más tormentas de este tipo en los próximos meses”, señaló.

A pesar de que el fenómeno generó alerta, no se trató de una tormenta de gran extensión. De hecho, en algunas zonas del sur de Texas, desde donde se originó la corriente, se esperaba lluvia ligera, no una tormenta de arena. “Incluso con apoyo de modelos internacionales como los de la NOAA, no se anticipó un evento de estas características”, añadió.

Aunque el aire traía humedad —con niveles cercanos al 80%—, no fue suficiente para generar lluvias en Chihuahua. Solo se registró la presencia de partículas suspendidas, lo que afectó la calidad del aire. Díaz advirtió que estos episodios, además de reducir la visibilidad, pueden causar irritación ocular y respiratoria, por lo que recomendó a la población evitar actividades al aire libre, cerrar puertas y ventanas, y usar cubrebocas si es necesario salir.

“En Estados Unidos, los frentes fríos se siguen generando incluso en junio o julio. Si alguno de ellos encuentra nuevamente condiciones de sequedad y viento en nuestra región, podríamos tener otra tormenta de arena”, concluyó.

Mientras tanto, las temperaturas en la entidad continuarán en aumento. Tras el breve descenso registrado el martes, se espera que el termómetro alcance nuevamente los 37 grados en los próximos días y que la onda de calor prevalezca por lo menos hasta el lunes. Las lluvias, aunque probables en la región serrana, seguirán siendo escasas en las zonas más afectadas por la sequía.

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