Chihuahua, Chih.- Unos 20 jugadores extranjeros, varios con experiencia en ligas colegiales e incluso en la NFL, denunciaron haber sido víctimas de un presunto fraude y trato inhumano por parte del equipo chihuahuense Rebelión Tarahumara, perteneciente a la liga International Football Alliance (IFA).

De acuerdo con el abogado Felipe Ponce, representante legal de cuatro de los afectados, los deportistas fueron contactados desde febrero por los entrenadores Mauricio Balderrama y Marc Lozano, quienes les ofrecieron condiciones profesionales como salario, hospedaje, alimentación, transporte y seguro médico.

“Firmaron contratos en Chihuahua frente a representantes del equipo, inversionistas e incluso autoridades estatales que respaldaron públicamente el arranque del proyecto. Les prometieron una liga seria, profesional, avalada desde Estados Unidos”, señaló Ponce.

Los jugadores y su representante legal señalaron como principales responsables del presunto fraude y abandono a Balderrama, entrenador en jefe y accionista del equipo Rebelión Tarahumara; Lozano, director de personal; y Jason Adams, presidente de la IFA, quien respaldó el arranque del equipo.

Además, acusan a Luz María González, identificada como directora administrativa y accionista del equipo, de haber participado en la firma de contratos y promoción pública del proyecto.

El abogado detalló que los jugadores llegaron desde distintas partes del mundo, incluido Inglaterra, como el caso de Germaine Brown, bajo la promesa de que sus gastos serían cubiertos.

Sin embargo, dijo que a su llegada enfrentaron condiciones de hacinamiento, mala alimentación, entrenamientos sin hidratación y la ausencia total de atención médica o seguros.

“Solo recibían dos comidas al día; la última a las 2:30 pm. Entrenaban desde las 6:00 am sin desayuno. Algunos comenzaron a entrenar por su cuenta para mantenerse en forma, pero ya sin respaldo ni fisioterapia”, explicó Ponce.

El 11 de julio, los 20 jugadores fueron citados en las oficinas del equipo en el Distrito 1, donde les notificaron en grupos de cuatro que el equipo estaba en bancarrota. A varios se les ofrecieron apenas 400 dólares para regresar a casa, sin cubrir sueldos, vuelos o reembolsos pendientes, detalló.

“Muchos no tienen cómo volver. Están vendiendo su equipo deportivo para poder comer. Viven en condiciones precarias, con amigos o incluso en la calle. Es una situación humillante e indigna para atletas de este nivel”, denunció Ponce, quien dijo presentará denuncias penales, laborales en la Fiscalía General del Estado (FGE) y violación a los derechos humanos ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH).

Señaló que hay una posible responsabilidad de la liga IFA, presidida por Jason Adams, así como del gobierno estatal por haber permitido el uso del Estadio Universitario sin los permisos adecuados.

“No puede ser que al inicio todos dieran la cara, inversionistas, directivos y funcionarios, y ahora nadie asuma la responsabilidad. Este fraude ocurrió en Chihuahua. Y si hay extranjeros involucrados, también podrían enfrentar consecuencias legales”, advirtió.

Los jugadores representados legalmente son: Germaine Levell Brown Jr., de 27 años, exjugador en Inglaterra, originario de Raleigh Carolina del Norte; Peterson Apollon, de 31 años, originario de West Orange, Nueva Jersey, figura en la Arena Football League; Yahsyn Mckee, de 24 años, de Atlantic City, Nueva Jerset; así como Demetrich Anderton, de 32 años, de Raleigh, Carolina del Norte.

“Nos prometieron apartamentos, pero nos mandaron a un hotel con sólo dos comidas al día. Luego descubrimos que ni siquiera habían pagado el hotel y nos exigieron 60 dólares por noche. Muchos venimos de contextos humildes, yo no tenía dinero para quedarme”, relató Germaine Brown.

“Nos obligaron a buscar alojamiento por nuestra cuenta y prometieron reembolsarnos. Sólo nos dieron 500 dólares, que no cubrían nada. Después nos dijeron que nos fuéramos por nuestros propios medios. Fue un abandono total”, añadió.