Un desfile militar recorrió el viernes la plaza Roja de Moscú para conmemorar el 80vo aniversario de la derrota de la Alemania nazi en la II Guerra Mundial, al que asistieron el Presidente de Rusia, Vladímir Putin, y más de dos docenas de líderes mundiales, la cifra más alta desde que Moscú envió tropas a Ucrania.

El Día de la Victoria, que se celebra en Rusia el 9 de mayo, es la festividad secular más importante del país. Un desfile a través de la plaza Roja y otras ceremonias subrayan los esfuerzos de Moscú por proyectar su poder global y consolidar las alianzas que ha forjado mientras busca un contrapeso a Occidente en medio del conflicto en Ucrania, que ya ha entrado en su cuarto año.
El desfile del viernes fue el más grande desde que Rusia envió tropas a Ucrania en 2022 y atrajo a la mayor cantidad de líderes mundiales a Moscú en una década, incluidos invitados destacados como el Presidente chino, Xi Jinping, quien se sentó junto a Putin, y el Mandatario brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva. Su asistencia subrayó cómo Putin ha intentado enfatizar el fracaso de Occidente en convertir a Rusia en una paria global.
“Está mostrando de nuevo que Rusia no está aislada, que Rusia es vista como una nación victoriosa muy legítima que está entre los vencedores en la II Guerra Mundial”, dijo Alexander Gabuev, director del Centro Carnegie Rusia Eurasia.
“Rusia se mantiene firme entre la llamada mayoría global”, agregó Gabuev, señalando que la asistencia del Primer Ministro de Eslovaquia, Robert Fico, mostró que “Rusia tiene aliados incluso dentro del campo occidental” y marcó una gran victoria de relaciones públicas para Putin.

La II Guerra Mundial es un caso inusual en la historia divisiva de la nación bajo el régimen comunista, reverenciado por todos los grupos políticos. El Kremlin ha aprovechado ese sentimiento para fomentar el orgullo nacional y subrayar la posición de Rusia como una potencia global.
La Unión Soviética perdió la demoledora cifra de 27 millones de personas en lo que llama la Gran Guerra de la Patria entre 1941 y 1945, un sacrificio enorme que dejó una profunda cicatriz en la psique nacional.
En un discurso en el desfile, Putin elogió a las tropas rusas que luchan en Ucrania, diciendo que “estamos orgullosos de su valentía y determinación, su fuerza espiritual que siempre nos ha traído la victoria”.
Putin, quien ha gobernado Rusia durante 25 años, ha convertido el Día de la Victoria en un pilar clave de su mandato y ha intentado usarlo para justificar su intervención en Ucrania.

Para Putin, las celebraciones del Día de la Victoria se han convertido en “una religión cívica que impulsa el patriotismo, el nacionalismo, la nostalgia y justifica tanto su régimen represivo en casa como la política exterior cada vez más expansionista de Rusia en el extranjero, particularmente hacia sus vecinos”, dijo Gabuev.
El desfile contó con más de 11 mil 500 soldados y más de 180 vehículos militares, incluidos tanques, vehículos de infantería blindados y artillería utilizados en el campo de batalla en Ucrania. Como recordatorio del poderío nuclear de Rusia, lanzadores de misiles balísticos intercontinentales con ojivas nucleares Yars cruzaron la plaza Roja.
Aviones de combate de los equipos acrobáticos de la fuerza aérea rusa volaron en estrecha formación, seguidos por aviones que dejaron estelas de humo con los colores de la bandera nacional.
Después del espectáculo, Putin estrechó la mano de los oficiales militares rusos que lideraron las tropas en la plaza Roja. También habló con un grupo de oficiales norcoreanos de alto rango condecorados con medallas que observaron el desfile, y abrazó a uno de ellos.

El mes pasado, Putin dio las gracias a Corea del Norte por luchar junto a las tropas rusas contra las fuerzas ucranianas y elogió sus sacrificios mientras Pyongyang confirmaba su despliegue por primera vez.
Las declaraciones rusas y norcoreanas que subrayaron sus crecientes asociaciones militares se produjeron después de que Rusia dijera que sus tropas han recuperado completamente la región de Kursk, donde las fuerzas ucranianas habían tomado territorio en una incursión sorpresa el año pasado. Ucrania negó la afirmación.
Las festividades de este año se vieron ensombrecidas por ataques de drones ucranianos dirigidos a Moscú y graves interrupciones en los aeropuertos de la capital. La aerolínea bandera rusa Aeroflot canceló el miércoles por la mañana más de 100 vuelos hacia y desde Moscú, y retrasó más de 140 otros mientras el Ejército repelía sucesivos ataques de drones ucranianos en la capital..

Las autoridades rusas han reforzado la seguridad antes del desfile y se han reportado cortes de internet móvil en medio de contramedidas electrónicas destinadas a frustrar más ataques potenciales de drones.
También se organizaron desfiles militares y otras festividades en decenas de otras ciudades de Rusia en medio de estrictas medidas de seguridad. Como tributo histórico, la ciudad natal de Putin, San Petersburgo, recuperó simbólicamente su nombre de la era soviética de Leningrado por un día el viernes y Volgogrado volvió temporalmente a Stalingrado, como se conocía durante la II Guerra Mundial.
Putin ha declarado un alto el fuego unilateral de 72 horas a partir del 7 de mayo para coincidir con las celebraciones del Día de la Victoria, pero advirtió que las tropas rusas responderán a cualquier ataque.