Madrid, España.- La Audiencia Nacional, un alto Tribunal de España, informó que abrirá una investigación sobre el apagón masivo de ayer para averiguar si un ciberataque contra las infraestructuras críticas del país pudo causar el fallo en casi toda la Península Ibérica.
De ser así, se investigaría como delito de terrorismo, según se desprende de un documento judicial.
El apagón de ayer provocó una caída equivalente al 60 por ciento de la demanda en España en cinco segundos, poco después del mediodía.
El Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, afirmó que su Administración no había desechado ninguna hipótesis sobre la causante.
"La prisa no debe llevarnos a la desinformación ni al error", dijo, " hay que investigar qué pasó en esos 5 segundos", añadió.
El operador de la red eléctrica española, REE, dijo horas antes que su evaluación preliminar había descartado un ciberataque.
El director de Servicios para la Operación de Red Eléctrica (Redeia), Eduardo Prieto, explicó en una rueda de prensa que el sistema eléctrico se vio afectado por una drástica pérdida de generación eléctrica en el suroeste de España, que provocó una inestabilidad en el sistema que llevó a su desconexión de la red francesa.
Según Prieto, es muy posible que la generación afectada fuera solar, aunque dijo que aún es pronto para asegurarlo.
Pietro afirmó que el sistema eléctrico ya era estable y funcionaba con normalidad.
España es uno de los mayores productores europeos de energías renovables, y el apagón del lunes ha suscitado el debate sobre si la volatilidad del suministro solar o eólico ha hecho que sus sistemas eléctricos sean más vulnerables a este tipo de cortes.
Las autoridades están recibiendo presión para que expliquen las causas de uno de los mayores apagones jamás vistos en Europa.
El banco de inversión RBC dijo que el costo económico del apagón podría oscilar entre 2 mil 250 y 4 mil 500 millones de euros (entre 2 mil 560 millones a 5 mil 121 millones de dólares), y culpó al Gobierno español de ser demasiado complaciente con las infraestructuras en un sistema dependiente de la energía solar con poco almacenamiento en baterías.
La interrupción del servicio eléctrico, que afectó a Portugal, se había restablecido este martes. En España y Portugal los semáforos volvían a funcionar, los servicios de tren y metro regresaban lentamente y los colegios reabrían sus puertas.
Pero las autoridades ofrecieron pocas explicaciones sobre las causas ni sobre cómo evitar que se repita.
Estado de emergencia
Javier Díaz, estudiante de 24 años, se vio obligado a dormir en el Movistar Arena de Madrid tras quedarse tirado en la capital.
Por suerte, acababa de terminar el Camino de Santiago y tenía un saco de dormir, "así que pasamos una buena noche".
Las autoridades madrileñas pusieron autobuses gratuitos para llevar a la gente al trabajo el martes y el Metro y algunos trenes empezaron a funcionar, aunque con retrasos.
El trabajador de la construcción William Galicia, de 39 años, había visto pasar tres autobuses completamente llenos.
"Tendremos que tener suerte para encontrar uno con un poco más de espacio dentro para poder entrar", dijo.
El lunes se declaró el estado de emergencia en varias regiones españolas, con el despliegue de 30 mil policías. En la estación de Atocha de Madrid, la Policía y la Cruz Roja repartieron mantas y botellas de agua.
Bares y restaurantes contabilizaban el costo de los productos perdidos tras el apagón de frigoríficos y congeladores durante más de ocho horas.
"(Tenemos) miedo a que se nos eche a perder la comida, a tener que tirar todo lo que tenemos. No sabemos si lo cubrirá el seguro.
"Y bueno, y las pérdidas económicas, aparte de otras cosas", dijo María Luisa Pinol, de 63 años, propietaria del bar Granja Isabel de Barcelona, que tuvo que cerrar ayer por la noche.
En Portugal, el Gobierno informó de que los hospitales habían vuelto a funcionar, los aeropuertos estaban operativos aunque con retrasos en Lisboa, mientras que el Metro de la capital estaba reanudando sus operaciones y los trenes funcionaban.
Los sistemas energéticos pueden ser vulnerables cuando combinan energías renovables intermitentes, como la eólica y la solar, con fuentes tradicionales, como centrales de gas y nucleares, explicó Víctor Becerra, profesor de ingeniería de sistemas energéticos de la Universidad de Portsmouth.
"Sea cual sea la causa, un fallo importante en un área puede ejercer una presión repentina sobre los sistemas vecinos, provocando paradas de protección para evitar daños mayores", explicó Becerra.
Más del 75 por ciento de la energía que consumía España en el momento del apagón procedía de fuentes renovables, según datos de Red Eléctrica.
Sánchez descartó este martes un exceso de energía renovable como causa del colapso de la red. Afirmó que las centrales nucleares españolas aún no habían reanudado su actividad el martes, lo que, en su opinión, demuestra que no son más resistentes que las renovables.
En su opinión, la demanda en el momento del apagón era relativamente baja y el suministro era abundante.