El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, renovó sus críticas al presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, al defender sus políticas económicas y su régimen arancelario durante un acto celebrado el martes para conmemorar sus 100 días en el cargo.

"La inflación ha bajado y las tasas de interés también, a pesar de que tengo a una persona en la Fed que no está haciendo un buen trabajo", dijo Trump en un mitin celebrado en las afueras de Detroit, Michigan.

La denuncia del Presidente se produjo luego de que dijera a principios de este mes que no tenía previsto despedir al jefe del banco central, a pesar de las persistentes críticas al ritmo de recortes de las tasas de interés de la Fed. La incertidumbre sobre el destino de Powell sacudió los mercados, agravando los temores de los inversores sobre los planes arancelarios de Trump.

"No se debe criticar a la Fed", dijo Trump. "Se le debe dejar hacer su trabajo, pero yo sé mucho más que él sobre tasas de interés".

Trump también realizó una amplia defensa de sus políticas económicas. Argumentó que su programa arancelario inspirará una ola de crecimiento económico y atraería a los fabricantes de vuelta a Estados Unidos.

Sin embargo, horas antes del mitin, Trump firmó directivas que suavizan algunos de sus aranceles previstos, incluida una reducción de dos años en los gravámenes del 25 por ciento sobre las piezas de automóviles utilizadas en coches y camiones fabricados en Estados Unidos.

El Presidente calificó la medida como "un poco de flexibilidad" para que las empresas trasladen su producción, al tiempo que lanzó una severa advertencia a los fabricantes de automóviles que aún pudieran pensar en importar piezas."Les hemos dado un poco de tiempo antes de acabar con ellos", afirmó Trump.

Las encuestas muestran que los votantes desconfían de la agenda económica de Trump y temen que los aranceles puedan llevar a la economía a una recesión y provocar un aumento de los precios al consumo. La confianza de los consumidores en abril alcanzó su nivel más bajo en cinco años.

Aunque Trump desestimó en Michigan las encuestas por considerarlas sesgadas en su contra, trató de recuperar el apoyo a su agenda económica, presentando los aranceles como una medida necesaria para compensar el costo de su próxima legislación fiscal.

El proyecto de ley es una prolongación de sus recortes fiscales de 2017, pero con elementos adicionales, como la eliminación del impuesto sobre las propinas, la Seguridad Social y las horas extras. Advirtió sobre posibles detractores republicanos, diciendo que deberían ser cuestionados si no apoyan su agenda.

"Recuerden quiénes son esos farsantes y voten para echarlos del cargo", dijo Trump.