Los psicólogos sugieren a los adolescentes tomar descansos de las redes sociales y preguntarse mientras se deslizan por sus pantallas: “¿me siento mal conmigo mismo mientras miro esto?”. Los expertos en salud pública recomiendan la “supervisión adulta” y el establecimiento de límites claros sobre cuándo y dónde tienen acceso los adolescentes a sus teléfonos. El cirujano general quiere que los padres mantengan la habitación de sus hijos libre de dispositivos al menos una hora antes de acostarse y durante toda la noche. En Utah, los legisladores han determinado que los menores de 18 años no deben tener acceso a TikTok o Instagram sin permiso paterno.
Los adultos se han pronunciado sobre los efectos del uso del teléfono y las redes sociales en los adolescentes, y sobre la mejor manera de intervenir para proteger su salud mental. Sin embargo, rara vez se pregunta a los jóvenes qué creen que podría ser constructivo, o qué están haciendo para crear hábitos saludables. Así que hablamos con chicas de 12 a 17 años que han participado en programas dirigidos por Girls Leadership, una organización sin fines de lucro que enseña a fomentar la confianza y a utilizar las redes sociales de forma responsable.
He aquí algunos de sus mejores consejos para otros adolescentes, y lo que quieren que los adultos también sepan.
Consejos de adolescentes a adolescentes
No tienes que responder inmediatamente
Recordatorios para hacer los deberes. Mensajes directos en todas las aplicaciones. Múltiples chats grupales. Todas estas notificaciones pueden parecer interminables y abrumadoras. Niki Shiva, de 17 años, de Hayward, California, dijo que pone su teléfono en “no molestar para todos excepto mamá” para mitigar su ansiedad. Niki explicó que suele obsesionarse con saber si la gente le ha contestado, por eso intenta minimizar la tentación de mirar el teléfono constantemente. También dijo que eliminó la aplicación de mensajería que usa de su pantalla de inicio —ahora está escondida en una carpeta de su biblioteca de aplicaciones— “para no tener que mirar el número de notificaciones”.
Deja de seguir a personas y páginas que te hagan sentir mal
Varios de los adolescentes con los que hablamos dijeron que, siempre que pueden, eliminan de sus redes sociales las cuentas que minan su autoestima. (Los expertos coinciden en que esta es una buena práctica). “Tu atención es poder”, dijo Janine Edmunds, de 14 años, de South Jamaica, Queens. “En TikTok, puedes ir y hacer clic en ‘no me interesa’ en un video. O bloquear a la gente que no te gusta. No es algo malintencionado, es simplemente, no te quiero en mi espacio”.
Kamryn Nutzel, de 16 años, de Nueva Orleans, dejó de seguir a influentes que la hacían sentirse fatal, e intenta desconectarse cuando empieza a sentir que la invade el FOMO —miedo a perderse de algo, por su sigla en inglés—, dándose un baño, haciéndose una mascarilla o simplemente acostándose temprano. “Si me encuentro en ese ciclo en el que me comparo, dejo de seguir a la persona”, dijo. A veces, también borra sus aplicaciones durante uno o dos días, hasta que se siente mejor.
Pregúntate: ¿para quién publicas?
Cuatro de cada cinco adolescentes estadounidenses dijeron que lo que ven en las redes sociales les hace sentirse más conectados con lo que ocurre en la vida de sus amigos, según el Pew Research Center. Así es como Ella Moyer, de 17 años, de Scottsdale, Arizona, se acerca a Instagram: “Es una caja de recuerdos para ti”, dijo, un carrete de momentos divertidos para compartir con amigos y familiares, como las fotos de su baile de graduación. “Cada vez que abro mi teléfono, no veo a famosos perfectos”, dijo. “Solo veo a mis amigos”.
¡Deja el teléfono y sal a la calle!
Los estudios han descubierto que pasar más tiempo al aire libre, aunque solo sea dos horas a la semana, puede hacernos más sanos y felices. Rosalina Pinkhasova, de 14 años, pasó mucho tiempo este verano en la nueva piscina inflable que su familia instaló en su patio trasero de Fresh Meadows, Queens. “A veces me gusta poner alarmas para que me digan cuándo debo dejar de estar con el teléfono”, dijo.
Noor, de Queens, y sus amigas han instaurado la norma de “teléfonos apagados” cuando una de ellas tiene algo importante que compartir. “A veces nos sentamos allí y no nos provoca hablar, así que hablamos por teléfono”, dijo. “Pero si realmente queremos hablar de algo, todas apagamos los teléfonos”.
La cama es para dormir, no para ver pantallas
Hay un consejo en el que coinciden muchos adolescentes y adultos: tener un teléfono en la habitación durante la noche puede dificultar un sueño reparador. Y casi una cuarta parte de los adolescentes lucha contra el insomnio. Noor Rauf, de 14 años, de Astoria, Queens, recomienda silenciar las notificaciones del teléfono y mantener el aparato fuera de su alcance. Ella guarda el suyo en el maletín de una computadora portátil sobre su escritorio. “No está lejos”, dijo. “Pero al menos está fuera de mi cama, ¿entiendes?”.
Ella, de Arizona, está obligada a entregar a sus padres el teléfono por la noche. Al principio era frustrante. “Siempre maldecía: ‘Dios mío, mis padres me quitan el teléfono. Es tan molesto’”, dijo. Pero ahora no le importa: aprovecha el tiempo para ponerse al día con los deberes sin distracciones, y dice que le ha ayudado a gestionar el tiempo.
Consejos de adolescentes a padres
En lugar de prohibiciones, intenta hablar con tus hijos
Incluso cuando se les prohíben los teléfonos o determinadas aplicaciones, los adolescentes con los que hablamos dijeron que pueden encontrar una forma de eludir esas restricciones. Verán TikToks en YouTube. Ocultan sus historias de Instagram a determinados seguidores. Enviarán Snapchats desde los teléfonos de sus amigos, o utilizarán el correo electrónico en lugar de mensajes de texto. “Es algo así como, bueno, tengo la capacidad de hacerlo en la computadora, ¿no?”, dijo Janine, de Queens.
En lugar de limitarse a quitarles los teléfonos, los adolescentes recomendaron a los padres establecer límites juntos y hablar abiertamente sobre la creación de hábitos seguros. Ella, de Arizona, sugirió que los padres preguntaran primero a sus hijos cómo quieren interactuar con las redes sociales: ¿Qué quieres hacer en internet? ¿Qué esperas ver? Cuando hablaba con su madre sobre las redes sociales, le resultaba útil centrarse no solo en el daño, sino también en el bien que puede derivarse de ellas. “Publicar es una buena forma de mostrar confianza y también de capturar recuerdos que quieres conservar”, dijo Ella.
Escúchalos con atención
Es un rito de paso para los adolescentes sentirse incomprendidos por sus padres. Pero siguen queriendo que sus padres les hagan preguntas y los escuchen. “Crea un entorno abierto en el que tu hijo adolescente sea sincero contigo, para que no sienta que tiene que mentir”, dijo Kamryn, de Luisiana, sobre todo cuando se trata de temas espinosos como lo que ve o publica en las redes sociales. “No quiero decir que un padre deba ser un ‘amigo’, pero cuando tu hijo adolescente acude a ti, deberías entrar en ese modo amigo y escuchar”.
Vigila también tu propio uso de las redes sociales
Si le dices a tu hijo adolescente que limite su uso de las redes sociales, mientras tú estás ocupado navegando por Facebook todas las noches, será más difícil hacer cumplir las restricciones. (Los expertos en salud pública recomiendan establecer un plan familiar de redes sociales, una forma de acordar las expectativas y los límites relativos al tiempo frente a la pantalla para los adultos y los adolescentes de la casa).
“Cuando tus padres vienen y te regañan por usar el teléfono, o te ponen normas que ellos no cumplen, es mucho más difícil seguir las normas”, dijo Janine, de Queens. “Porque es como, bueno, ¿por qué debería seguirlas si ni siquiera lo intentas un poco?”.