Nueva York.- Los clásicos centros comerciales estadounidenses se están transformando en departamentos ante la falta de viviendas, anota CNBC.

Señala que desarrolladores estadounidenses están derribando grandes almacenes, como Macy's o JCPenney, y utilizando los espacios y sus estacionamientos para construir edificios de departamentos al lado del centro comercial o conectados a él a través de pasarelas y espacios verdes.

En otros casos, indica, han construido apartamentos dentro de escaparates cerrados o los han destruido por completo para dar paso a una combinación de viviendas, comercios, restaurantes y espacios al aire libre.

"El centro comercial está volviendo a estar de moda", dice a CNBC Jacob Knudsen, vicepresidente de desarrollo de Macerich, que actualmente está remodelando el FlatIron Crossing Mall en Broomfield, Colorado, para agregar viviendas.

"Definitivamente, estamos viendo esto como una tendencia", expone.

Esta nueva versión de los centros comerciales estadounidenses surge en un momento en que luchan por todo Estados Unidos para sobrevivir.

A medida que empresas como Macy's, JCPenney y Sears se reducen o dejan de existir por completo, los promotores inmobiliarios se han visto obligados a ser creativos para reutilizar esos espacios, que normalmente ocupan al menos la mitad del espacio de un centro comercial.

"Simplemente, hay demasiado comercio minorista en Estados Unidos", apunta a CNBC Óscar Parra, director del Grupo de Situaciones Especiales de Pacific Retail Capital Partners.

El sitio indica que para los propietarios de centros comerciales las cifras tienen sentido. Si bien los centros comerciales de primer nivel siguen teniendo una gran demanda, casi 3.2 millones de metros cuadrados de espacio en centros comerciales en EU están vacíos.

Si a esto se le suma un déficit de vivienda en EU de 4.5 millones de viviendas, se crea una tendencia que, según los expertos, está a punto de continuar.

"Es genial ser parte de un edificio tan histórico y saber que cada una de estas unidades solía ser una tienda de algún tipo", dice a CNBC Amy Henion, una diseñadora gráfica de 33 años que se mudó a The Arcade, en Providence, Rhode Island.

"Tienes acceso a comodidades que no tienes si simplemente vives en una casa en un suburbio, como si quiero cortarme el pelo... Si quiero recoger el almuerzo, ni siquiera tengo que salir del edificio", comenta.