“Esa madre que les andan vendiendo es pura matazón”, le espetó don Jaime al agente del Ministerio Público que acudió ayer a su casa a asegurarse de que no hubiera restos de la droga en polvo que probablemente intoxicó a su nieto y a cuatro veinteañeros más, y causó la muerte de tres de ellos.
Jaime, de 64 años, jubilado, recibía a sus nietos de vez en cuando para que pasaran el tiempo en su hogar, en la calle Emilio Molina de la colonia Oasis Revolución, pero una reunión de su nieto David, de 20 años, con amigos suyos terminó en un exceso que los dejó “todos atorados” en una habitación de la segunda planta, relató al oficial.
“O la traía alguien que venía con él, o la conectaron en la esquina”, exclamó Jaime al agente, antes de permitirles la entrada a su casa para diligencias restantes. Dijo que momentos antes de que cayera la noche, su nieto le dijo que irían a la tienda a comprar comida chatarra para pasar la noche. Era común que sus nietas y nietos hicieran “pijamadas” con sus amistades, y él las permitía pues, según vecinos del sector, Jaime tiene algunos meses viudo luego de que su esposa murió por cáncer.
Cerca de la medianoche entre el 14 y 15 de mayo, Jaime B. entró a su casa, a la habitación donde estaba su nieto para avisarle que iban por uno de sus amigos, pero los encontró en posiciones corporales extrañas por los efectos de las presuntas drogas que habían consumido momentos antes.
En el sitio murieron dos hombres identificados según fuentes de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal como Jesús G., de 20 años, y Francisco Ariel E. M., de 21.
Posteriormente Jaime llevó a su nieto David B. B., de 21 años, y a Manuel Ignacio B. S., de 20, a un hospital, mientras que la Cruz Roja Mexicana trasladó a Paul G. G. El segundo falleció en el hospital, y los dos restantes continúan hospitalizados, informaron autoridades municipales.
En un hecho paralelo (aunque se desconoce aún si guardan relación entre sí) dos hombres murieron en la casa 634 de la calle Camino Viejo a la Rosita la misma madrugada, mientras que uno más se encontraba inconsciente. Los dos primeros son Armando Isidro y Ricardo, ambos de apellido de inicial M., de 52 y 38 años respectivamente, y el sobreviviente es Gilberto C. C. de 37, quien sigue hospitalizado.
Presuntamente, en ambos sitios fueron encontradas cantidades significativas de polvo blanco, que es analizado por la Fiscalía de Distrito Zona Norte a través de la Dirección de Servicios Periciales y Ciencias Forenses para determinar si se trata de cocaína, cristal, fentanilo o alguna mezcla de éstas y otras drogas.
Además, tampoco se ha determinado por parte de la Fiscalía qué fallas orgánicas llevaron a su muerte.